Leticia Requejo, una de las colaboradoras más queridas de TardeAR, ha recordado cómo fue comenzar a trabajar con Ana Rosa Quintana. La comunicadora revela que, a pesar de que ella no se “veía en televisión”, gracias a un consejo materno que le animó a tomar “una de las mejores decisiones” de su vida, conoció a una “profesional” que es su “referente”. “La admiro desde que la veía en televisión de niña”, expresa.
Ha sido en una entrevista para la web de Mediaset en la que Requejo ha expresado la gran admiración que siente por Ana Rosa Quintana. “Kike Quintana me dice pelota. No lo soy, lo que pasa es que estoy muy agradecida. Para mí, siempre ha sido un referente. He crecido en casa viéndola. De repente, verme sentada al lado de ella o ver cómo me da paso con ese cariño, ese respeto hacia mi trabajo y poniéndome en mi sitio, pues muy gratificante”, compartía.
“Sobre todo, ha habido veces en las que, a lo mejor, yo he podido dar informaciones que otros compañeros han podido poner en duda. Sé que son cosas que pasan en esta profesión, pero Ana Rosa siempre ha creído en todo lo que yo he podido contar”, expresaba agradecida. Tal es el nivel de confianza, que Requejo llegaba a decir que la veterana periodista tendrá que darle el visto bueno a un potencial novio.
“El día en el que yo me eche un novio, Ana Rosa tendrá que darme el visto bueno”, afirmaba ante las palabras del entrevistador que hablaba con ella. “Totalmente”, agregaba antes de revelar que tiene tanta confianza con Quintana, que le ha contado cosas personales. “En ese tiempecito que tenemos entre vídeo y vídeo o, a lo mejor al terminar el programa, yo le cuento mi vida”, revelaba.
“Ella ya me conoce. Son ya seis años y sabe que una de las cosas que me caracteriza, para lo bueno y para lo malo, es la intensidad”, explicaba Requejo, quien después habló de cómo surgió la oportunidad de trabajar con la presentadora de TardeAR. “Yo estaba en Chicago. Estaba con mi hermana, embarazadísima de su primer hijo, y con mi cuñado. Me escribe Adriana Dorronsoro, presentadora de Vamos a ver. Ambas somos amigas de nuestra época de cuando pateábamos la calle como reporteras”, narraba.
“Me llama y me comenta que estaban buscando gente para incorporarse en enero. Me preguntaba si me apetecía. Confieso que no me veía. Se lo comenté a mi madre y ella fue la que me dijo que debía coger este tren. Hice bien en escucharle. Me propusieron el proyecto, me encantó. Fueron meses complicados, me costó adaptarme a la televisión. Me parecía muy distinto a la calle”, expresaba la periodista.