El mundo de la televisión y de la crónica social se tiñen de luto por la muerte del emblemático colaborador Carlos Ferrando a los 76 años. El periodista se hizo muy popular por la acidez de sus intervenciones en las tertulias más importantes de la televisión a finales de los 90 y principios de los 2000. Un estilo que se parecía al que utilizaba Jesús Mariñas.

Las causas de su fallecimiento aún se desconocen. Ferrando se encontraba recuperándose de una intervención quirúrgica para solventar un problema de salud que llevaba arratrando los últimos años. El periodista sufría una hernia, pero tal era su pánico a la operación que intentó esquivar el quirófano por todos los medios, tal y como informa Libertad Digital.

Todo parecía ir bien. Sin embargo, fue el silencio el que alertó a su círculo más íntimo, se encuentran la periodista Karmele Izaguirre o la actriz Alejandra Grepi. Todos ellos disponían de la llave de su domicilio. Al ver que no respondía al teléfono —algo habitual en él—, la intérprete decidió personarse en su domicilio, y es que todos sus amigos disponían de una llave.

Grepi encontró a Ferrando "en estado de deshidratación, pero con pulso" y procedió llamar a emergencias. Los sanitarias intentaron reanimar el mítico colaborador de televisión, pero sin suerte. Su repentina muerte ha dejado en "shock" a todo su entorno.

El cuerpo de Carlos Ferrando se encuentra en el Anatómico Forense, donde le realizarán la autopsia. Sus amigos esperan ahora que su familia decida hacerse o no cargo de la situación, pues la relación del periodista con su hermano y su sobrina era nula.

Del cine a la televisión

Ferrando comenzó a trabajar como secretario de la actriz Esperanza Roy y posteriormente siguió vinculado al mundo del cine como jefe de prensa de Pedro Almodóvar, Ana Belén e Imanol Arias.

Su vínculo con el séptimo arte le permitió hacerse un hueco como reconocido crítico en revistas de renombre, pero fue la televisión lo que lo catapultó a la popularidad. En 1997 colaboró en el magacín de Telecinco De domingo a domingo, presentado por Belinda Washington.

En la siguiente temporada, Xavier Sardá lo ficharía para Crónicas Marcianas, aunque esa relación profesional acabaría bruscamente un año después, con Ferrando abandonando el programa y acusando al director y presentador de generar escándalos para conseguir audiencia.