Está siendo una de las noticias sorprendentes de la semana. Maite Galdeano ha anunciado ruptura completa con su hija, Sofía Suescun. Más allá del desconcierto que pudiera causar, es la manera en la que lo ha hecho. La pamplonesa ha revelado que la finalista de Supervivientes: All Stars la habría echado de su propia casa en Madrid. La televisiva ha acusado a su yerno, Kiko Jiménez, de ser quien está “induciendo” a su hija.
“Mi hija me ha echado de casa inducida por el ser que tiene al lado, un manipulador, un terrorista y un chantajista emocional. En definitiva, un ser. Ayer fui a casa abocada por amor a mi hija y para verla y recoger mis cosas. No pude entrar, había cambiado todos los bombines de la casa. Salté la valla, me hice una raja llena de sangre. Llamé a la Guardia Civil”, relataba en un vídeo publicado en sus redes sociales.
“Bajó la Guardia Civil y la Policía. Me engañaron, porque me ha dicho mi abogada que si me han hecho un expediente los puedo denunciar. Puedo entrar en casa, les guste o no. Pueden hacerme un desahucio, que tarda un año y medio, pero puedo entrar en mi casa porque estoy empadronada ahí”, proseguía Galdeano en su denuncia.
La exconcursante de Gran Hermano arremetía así contra su hija, pero especialmente contra su yerno. Precisamente, fue durante la participación de Sofía Suescun en la edición All Stars de Supervivientes cuando pudieron verse las primeras rencillas entre la actriz de doblaje y el modelo. Todo parecía quedar en ligeros desencuentros solucionados, dado que se mostraron muy unidos cuando Suescun volvió de Honduras.
Sin embargo, todo era fachada, dado lo revelado por la propia Galdeano. La pamplonesa ha subido el vídeo tras recuperarse del incidente, aunque mostraba que todavía curando la herida que se hizo en una de sus piernas. Galdeano revelaba también que tiene un nuevo domicilio, el piso que tiene en primera línea de playa y que su hija adquirió un año antes como negocio.
Galdeano revela que el apartamento no estaba a nombre de su hija, sino al suyo. Eso, por supuesto, le da la libertad de poder ocuparlo legalmente, al ser de su propiedad. “Estoy encantada en este piso a estrenar, con el mar delante. Soy una mujer muy fuerte y resistente. Vida nueva. Estoy cada día más feliz, qué os den”, comenzaba a explicar. “¡Este piso es mío! Está a mi nombre y lo he comprado con mis dineros, que yo no soy una muerta de hambre como él [Kiko Jiménez]”, agregaba.
La navarra revela también que adquirió el piso tras vender un ático que tenía en Pamplona y que, a pesar de que Sofía Suescun dijese que era suyo, estaba también a su nombre. “En Pamplona tenía mi ático que lo compré con el sudor de mi frente y lo vendí para comprarme este piso a pie de playa. Lo que pasa es que le hacía ilusión que dijese que es de ella y una madre lo hace. Pero este piso es mío, lo he pagado yo”, recalcaba.
En sus historias en Instagram, Galdeano cargaba sin piedad contra Kiko Jiménez. "Este ser no se quiere ni a él mismo y tampoco quiere a mi hija. Él quiere el entorno de Sofía... Le está perjudicando muchísimo en su salud mental. Está anulada totalmente y sola. Esto es muy serio. Es un tío frío, calculador, ha conseguido alejarla de su madre... lo único que quiere es su beneficio. Ese es él. Mi hija está destruida y derrumbada pero no se deja ayudar por mí”, advertía.
“Ya no los tengo miedo, no os quiero ni ver. No pensaba que me ibas a hacer este daño, echándome de casa [...] No os voy a perdonar en la vida. El karma que os va a venir a los dos va a ser multiplicado por millones”, expresaba en redes.
"Lo único que he hecho es querer a mi hija incondicionalmente y me ha dado la patada por un Ser. He sufrido muchísimo, he llorado muchísimo, demasiado. [...] Está muy feo echar a tu madre. Te va a pesar muchísimo. Vas a llevar esa cruz toda la vida. A mí no me quiere ver solo por arremeter contra el ser. Te has vuelto una hipócrita compulsiva. Qué pena me das, ponte en manos de un psicólogo y deja a esa escoria", exclamaba.