Este pasado sábado 31 de agosto, Dinastías ahondó en la dinastía del ducado de Alba. Por supuesto, la figura central era la de Cayetana, su figura más conocida y popular. La duquesa siempre estuvo en primera línea de prensa y la actualidad marcada por las noticias sobre sus hijos hizo que los reporteros estuvieran muy pendientes de ella en sus últimos años. Eso hizo que la relación con los medios no fuera del todo buen.
De hecho, Cayetana de Alba protagonizó algún que otro encontronazo con la prensa. No obstante, sí que hubo un reportero que logró conectar con la duquesa, hasta el punto de ganarse su cariño y confianza: Miquel Serra, quien trabajaba para Aquí hay tomate y, posteriormente, para Sálvame.
Llamado afectuosamente ‘Tomatito’ por la aristócrata, el programa presentado por Joaquín Prat mostró imágenes de cómo la duquesa saludaba siempre afectivamente el reportero. Cayetana siempre sonreía al verle y mostraba una confianza que no tenía con periodistas de otros medios de comunicación. Tras el vídeo, Prat invitó a Miquel Serra al plató.
Muy cambiado, actualmente es productor de invitados del programa Late Xou, que conduce Marc Giró para La 2, además de haber sido subdirector del programa Hora punta para La 1 de TVE y haber ejercido de director y presentador de diversos formatos en el ámbito autonómico catalán como Directe Catalunya para 8TV. Visiblemente cambiado, le compartió a Prat anécdotas de la época.
Aunque las imágenes mostraban a una Cayetana afectuosa con Serra, el comunicador señaló que no fue fácil tener esa cercanía con la aristócrata. “Ella nos insultaba, porque no estaba acostumbrada al estilo del Tomate. No estaba acostumbrada a que la cuestionasen con cosas que salían sobre Cayetano o Eugenia Martínez de Irujo”, explicaba Serra a los presentes en el plató.
“Esto costó mucho, porque ella no lo toleraba”, agregaba, revelando que cubría a la duquesa porque, en ese momento, el catalán residía en Sevilla. “Yo vivía en la calle Castilla, estaba muy cerca de ella y era fácil seguirle todo el día los pasos. Hubo un momento en el que ella no nos trataba bien. Pero un día, estábamos en un acto en la plaza Conde Duque de Sevilla. Ella no se portó bien conmigo”, narraba.
“Pero pensé que esto había que arreglarlo, que yo no podía estar mal con esta mujer y viceversa. Entonces, le dije: ‘señora duquesa, tengo que hablar con usted. Usted es muy mayor para salir cada día enfadada insultando y gritando por televisión. Usted y yo nos tenemos que portar bien y llevarnos bien. Yo le tengo que hacer estas preguntas porque es la actualidad y usted tiene que poner una sonrisa en la cara y contestarme bien. Así, todos nos llevaremos mejor y todo será más fácil”, proseguía.
“Ese día, a la duquesa le hizo un ‘clic’ en la cabeza. A partir de ese momento, cambió todo. Entendió que tenía que afrontar esto de otro modo y que no podía estar enfadada con nosotros siempre, había que llevarlo de otra manera. Entendió también que la tratábamos con respeto y que las preguntas eran normales. Todo en positivo”, expresaba. Prat recordaba que llegó un momento en el que Cayetana sólo le respondía a Tomatito.
“Al final, creo que conectamos en cierto sentido. Valoraba mucho que la tratábamos con respeto y eso lo notó enseguida. Cuando lo vio, se abrió mucho. Recuerdo que nos íbamos a la Feria de Abril y ella me sacaba a bailar”, compartía, recordando cómo Serra recibió una felicitación de la mismísima duquesa con fotos de su perrito, Flashito. El motivo era que Serra era uno de los pocos periodistas que se preocupaba por el bienestar del can y le preguntaba cómo estaba.
Un momento lleno de anécdotas con el que Serra recordó el lado más cercano de la duquesa, una de las figuras de la aristocracia española más queridas por la sociedad por su carisma y naturalidad.