Este domingo (21:25) regresa Salvados a laSexta. Gonzo volverá a enseñar la realidad del país desde otro punto de vista, a través de sus protagonistas. En esta primera parte de la 18ª temporada, el equipo ha abordado los abusos sexuales en el CSIC, la vida de los escoltas de amenazados por ETA o la historia de la banda Supersubmarina, entre otros asuntos.
La tanda arranca potente. En la primera entrega, el comunicador gallego y su equipo apuntan directamente al CSIC subrayando la historia de Mari Carmen Fernández, una camarera a bordo que trabajaba en un barco de la organización y que desapareció sin dejar rastro.
En 2018, esta mujer ya había denunciado a uno de sus compañeros por agresión sexual. Según comenta Gonzo a BLUPER, el CSIC no ha querido participar en el programa: "Sí tomaron alguna decisión respecto al barco y a la tripulación que se puede calificar de puro maquillaje".
En otro orden de cosas, este periódico se interesa por el momento que vivió con Alberto Núñez Feijóo, a la salida de un concierto en Santiago, cuando iba con sus hijos. De ello habló el periodista en una entrevista para El País. Al parecer, el presidente del PP se sorprendió de que estuviese casado y con descendencia. "Pensaba que eras de los malos", le dijo el político.
"Para mí, desde ese día, ese es Feijóo. A un tío que no sabe separar delante de dos niños pequeños. Mal, no le deseo, pero bien, tampoco", fueron las tajantes palabras de Gonzo, a quien Alberto llamó después: "Se lo agradezco". Ambos acabaron solucionando sus diferencias. No descarta, además, tenerlo en Salvados, aunque el espacio ya no tenga un componente político tan marcado como cuando era terreno de Jordi Évole.
Empezais temporada con la historia de Mari y los abusos sexuales en el CSIC. ¿Os costó convencer a la familia para que hablase?
Que hablaran sus familiares era la única condición para hacer el programa. Si no hablaba su marido, Ramón, o alguien de su familia de sangre, no queríamos hacerlo. Es una historia que han contado los medios, pero ellos nunca han hablado. El qué y el cómo... Habría que preguntarles a ellos.
Hemos intentando posicionarnos y entender con quién hablábamos, qué siente esa familia. Partimos de esa premisa. El día que recibimos el mensaje de que aceptaban y que iban a hablar solo con nosotros, nos dijeron que ponían a nuestra disposición notas privadas que había ido escribiendo Mari.
¿Sabéis si el CSIC ha actuado de alguna manera?
Tomaron alguna decisión respecto al barco y a la triupulación que se puede calificar de puro maquillaje. Esa sensación de: 'Joder, parece que están haciendo cosas para sacarse de encima esta historia'. Van a pasarlo mal viendo el programa, hicieron cosas mal y se va a saber. De hecho, no han querido participar. Por algo será.
También profundizaréis en la cara oculta de los redes sociales junto a personas que han trabajado en esas empresas. ¿Por qué decidisteis que este episodio fuese doble?
Lo fuimos decidiendo a medida que preparábamos el programa. Nos contaban algo muy gordo, estaban destrozados. Si a ellos les pasaba eso por ver ese contenido, lo siguiente es pensar: 'Si este contenido sigue llegando a nuestros dispositivos, tenemos un problema grande'.
Fue ahí cuando decidimos hablar con Arturo Béjar [exdirector de ingeniería de Meta, la compañía propietaria de Facebook e Instagram]. La entrevista ya no solo era parte del programa, se tenía que escuchar entera. Hablamos con la cadena y, cuando vio el programa, dijeron: 'Avanti, tutti'. La gente tiene que ser consciente de lo que tiene entre manos cuando abre las redes.
"La conversación con José de Supersubmarina es una de las cosas más bonitas que he vivido trabajando"
Otro episodio está dedicado a Supersubmarina, ocho años después de su accidente. ¿Cuál es el enfoque del capítulo, ahora que ya existe un libro que cuenta lo que sucedió?
Algo que sirva como luz, el libro de Fernando Navarro, es el punto de partida de esa entrega, es el protagonista. Más allá de todo, ¿alguna vez has visto en televisión, desde el accidente, a alguno de los miembros solo? Sin tener al lado a otro compañero. Nunca nadie ha podido verlos y escucharlos a solas. Es un programa precioso y duro al mismo tiempo. La conversación con José es una de las cosas más bonitas que he vivido trabajando.
Con el paso del tiempo, es notorio que Salvados va virando a historias más sociales. ¿La audiencia se ha cansado de la política?
Cuando la política tuvo una incidencia brutal en la realidad del país, como pudo ser entre 2008 y 2015, ¿qué es lo que interesa? Pues cuestiones políticas. En el equipo también lo hemos notado, viajamos mucho, llevamos años haciendo tele y tenemos una visión, quizá, privilegiada del país que queremos. Creemos que son otras cosas las que hay que poner en valor, demostrar que se pueden conseguir cosas desde otras actitudes.
La dignidad, la colaboración y la empatía son las herramientas con las que podemos ir contra la polarización. Podemos encontrar historias que tengan un componente de actualidad, de política, y que además los protagonistas sean ciudadanos normales y anónimos.
Hace un par de semanas, comentabas a El País tu desencuentro con Alberto Núñez Feijóo este verano. Jordi Évole le entrevistó hace unos años en Salvados, ¿lo harías tú para 'saldar cuentas'?
Bueno, no tengo que saldar ninguna cuenta con Feijóo. En honor a la verdad, me llamó después de esa entrevista para tener una conversación privada. Se quedó un poco raro al ver que yo interpreté eso. Hablamos 20 minutos y saqué una lección de vida importante. Que tus prejuicios no sean el filtro por el que te tomas las cosas que dice la gente y que sobre eso construyas la imagen de una persona. A él también creo que le fue provechosa la conversación.
¿Tenerlo en el programa? Bueno, si es cuestión de actualidad, y la gente y nosotros queremos, se lo propondremos. Y ya tiene que aceptar él. Le agradezco la conversación, se lo dije a él y lo digo ahora también. Como dice el dicho, hablando se entiende la gente.
"La dignidad, la colaboración y la empatía son las herramientas con las que podemos ir contra la polarización"
Sabes lo que es formar parte de El Intermedio, programa que ocupa una franja de la que ahora no para de hablarse por el duelo entre David Broncano y Pablo Motos. ¿Qué dicen del espectador las audiencias que resultan de este choque?
Bajo ningún concepto hablaría de programas de televisión en los que no trabajo. Sé lo difícil que es sacar un programa de televisión adelante. Dios me libre de hablar en público de lo que hacen otros compañeros.
Parece que Mediaset quiere recuperar su mítico Caiga quien caiga, un formato en el que tú también echaste los dientes televisivamente hablando...
Sí, eso he visto. Viví la noticia con una alegría de la leche porque son amigos. Conozco a gente que va a volver a hacer el programa y yo, por los amigos, me alegro siempre. Me alegro de que tengan trabajo.
¿Te quedas con algún programa en concreto de esta temporada?
Eso es como elegir entre papá y mamá. No hay ninguno del que esté más enamorado que otro. Yo comparo el día que se emite el programa como cuando un hijo se va de casa. El programa luego tiene su propia vida y los espectadores valoran de una manera u otra. Ahí ya no tenemos nada que ver.
Sería injusto destacar alguno de ellos, estamos orgullosos de todos. Ahora te puedo decir que estoy enamorado del primero; si me llamas la semana que viene, pues del segundo [risas].