RTVE relanzará las tardes de La 1 con Valle Salvaje, la nueva serie que se estrena este miércoles en el prime time, tras La Revuelta de Broncano, para aterrizar el jueves en las tardes a las 18:30, su sitio fijo a partir del jueves. Junto a La Moderna y La Promesa, la cadena pública apuesta por triple ración de ficción, como ocurriera en su día con Acacias 38, Servir y proteger y Mercado Central.

La llegada de Valle Salvaje implica que Bambú Producciones haga doblete en las sobremesas de la primera cadena. "Es una serie que junto a La Promesa puede hacer un bloque muy fuerte en la tarde de La 1, un pilar para que TVE construya su parrilla", reconocía a BLUPER Ramón Campos, el productor ejecutivo de la productora, en el FesTVal de Vitoria.

"Es una serie que por prespuesto -11 millones de euros- y por contenido está diseñada para un access prime time y una sobremesa", avanzaba el productor sobre esta serie que contará inicialmente con 120 capítulos de 50 minutos de duración cada uno. 

Protagonizada por Rocío Suárez de Puga, esta nueva serie de época tendrá una segunda ventana gracias al acuerdo de RTVE con Netflix. "Al mismo tiempo que se estrene en España diariamente, la serie llegará a todos los países de habla hispana" de la plataforma, explica Campos.

Valle Salvaje cogerá el testigo a La Promesa, la serie que levantó las tardes de La 1 recuperando a ese público que estaba huérfano de los culebrones clásicos. "Es una serie que, de alguna manera, ha calado. Josep Císter [creador de La Promesa y de Valle Salvaje] y yo quisimos hacer una serie canónica en un momento en el que todo el mundo buscaba series disruptivas", dice el productor.

Enfado de los fans

"La Promesa ha sido una lección para todos. A veces no hay que romper con todos los moldes", sentencia Ramón Campos sobre La Promesa, que está renovada hasta el año que viene. "Espero que siga muchos años. Es una serie que tiene mucha vida".

La mejor señal para saber que La Promesa gusta y mucho es el cabreo que se han cogido sus seguidores al ver cómo TVE movía su emisión a su antojo. En este sentido, el productor calma las aguas, conocedor de lo difícil que cuadrar la parrilla de un canal.

Imagen episódica de 'La Promesa'. null

"A mí me dejan producir, yo les dejo programar. Sé que produciendo surgen muchos problemas. Desde un actor que se pone malo, una localización que se cae... Cuando pienso en la programación, dices 'qué putada!'. Pero tienes que entender que las cadenas tienen muchos marrones. No me programan a mí, es que programan 24 horas", asegura.

"Soy una piecita más en esas 24 horas. Hay una serie de elementos que se escapan a mi trabajo. Yo no sé lo que pasa en TVE", añade Campos, que ya vivió estas situaciones de programación con Gran Hotel, cuando Antena 3 usó la serie como baza para contraatacar a La Voz en Telecinco.

'La Favorita 1922'

Precisamente, ha sido en Telecinco donde Bambú Producciones ha colocado por primera vez en 15 años una serie, La Favorita 1922coincidiendo con el aperturismo de Mediaset tras la salida de Vasile. "Yo iba todos los años a presentar proyectos", reconoce Ramón.

"Fue rapidísimo. En cuanto les conté el concepto, lo vieron clarísimo. Llamé a mi equipo y les dije: 'Chicos, acabamos de vender por primera vez a Mediaset'. Nos quedaba este check", cuenta el productor, consciente de que el grupo de comunicación está "atravesando una travesía en el desierto complicada".

Verónica Sánchez y Luis Fernández, protagonistas de 'La Favorita 1922'. null

"Disfruto mucho esos momentos de llegar a una cadena no establecida", confiesa Campos. Ya lo hizo cuando la productora llegó a Antena 3 con Hispania - "No era la Antena 3 de ahora", dice- o cuando aterrizó con Gran Reserva en una TVE en construcción.

No obstante, pese a que todo el mundo conoce a Ramón Campos como uno de los grandes gurús de la ficción en España, el gallego prefiere recrearse en la realidad con títulos como Fariña o El caso Asunta -fue todo un pelotazo internacional gracias a Netflix- o series documentales. "Es donde mejor conecto y me siento más feliz", agrega.

"En la ficción sufro. Lo paso fatal en el proceso de escribir. Tengo el síndrome del impostor. Me peleo mucho conmigo mismo, me insulto... En el documental no lo paso tan mal", se sincera Ramón Campos, que también está detrás de Cómo cazar a un monstruo, la docuserie del periodista Carles Tamayo que está disponible en Prime Video.