First Dates, el programa de citas más conocido de la televisión, volvió a abrir sus puertas ayer por la noche con el objetivo de que sus solteros encuentren su media naranja. Como viene siendo habitual, el restaurante más conocido de la televisión recibió a una decena de comensales.
Aunque a priori se trata de un dating show que pretende que todos sus invitados encuentren el amor, no siempre es así. De hecho, así lo corroboró Patricia (27 años), una estudiante de Bellas Artes de Madrid que vive en Cuenca y había acudido con una misión especial.
Aunque la soltera llevaba más de un año sin encontrar el amor y tenía ganas de enamorarse, ese no era su objetivo principal. "Llevo un año y medio sola, pero he venido para dar una oportunidad a un espacio al que vino un amigo. Era una persona muy importante que falleció y que estuvo aquí", le reveló a Carlos Sobera al llegar al restaurante,
El amigo en cuestión de Patricia era Kike, uno de esos solteros que acudió al programa para encontrar el amor. "Le echaba mucho morro a la vida y era muy valiente. Y quiero homenajearle viniendo aquí", añadió Patricia visiblemente emocionada.
Las palabras de la comensal conmovieron a Sobera, quien aseguró que todos homenajearían a Kike en el programa de Cuatro. Tras ello, el Carlos le presentó a su cita Diego, un artista de Madrid.
A pesar de tener un ligero parecido con su exnovio, Patricia confesó que le parecía "muy atractivo y guapo". Por su parte, Diego tuvo la misma impresión: "Me ha parecido una tía muy atractiva. Coincide con el perfil de chica que me gusta".
Tras intercambiar las primeras impresiones, el presentador les acompañó a su mesa para conocerse más a fondo. Durante la cena, tanto Diego como Patricia hablaron de su carrera profesional, así como de sus anteriores parejas. Además, encontraron numerosos puntos en común: a los dos les apasionaba el arte, los animales y comparten la importancia por la salud mental.
Sin embargo, no todo fue sobre ruedas ya que Diego metió en varias ocasiones la pata. "Tengo una gata que se llama Telma", dijo Patricia. "Me la imagino con cara de vieja. Telma es nombre de vieja", replicó el soltero. "Me ha sentado fatal que diga eso, tiene la cara más bonita del mundo", añadió ella.
Pero eso no fue todo, la cosa fue a peor cuando Diego se confundió de nombre y llamó a la soltera "Cristina". "No me llamo Cristina", contestó contundentemente. El soltero, que no daba crédito, le pidió perdón y le preguntó por su verdadero nombre ya que este lo había olvidado. "Me llamo Patricia", añadió.
Sin embargo, a pesar de estos hándicaps, la cita fue cada vez a más, hasta el punto en el que terminaron fundidos con un beso. "Se me han empañado hasta las gafas", dijo él con una sonrisa en la boca.
Finalmente, ambos decidieron tener una segunda cita para conocerse mejor. "Creo que todavía tenemos mucho que enseñarnos, así que puede ser muy divertido e interesante", confesó Diego en la decisión final.