Chenoa y Àngel Llàcer han protagonizado un momento muy emotivo en Y ahora Sonsoles este lunes. La cantante, que acudía al programa de Sonsoles Ónega tras triunfar en un conocido festival este fin de semana, ha roto a llorar al hablar con su compañero en Tu cara me suena, que se encontraba al otro lado del teléfono.

El director teatral ha intervenido en el espacio de Antena 3 después de reaparecer el pasado sábado en TV3 con Ricard Ustrell, tras estar a punto de morir al contagiarse de una peligrosa bacteria durante un viaje a Vietnam. 

El relato de Llàcer en el formato de la televisión catalana fue verdaderamente crudo. "Tuvieron que sacarme a cucharadas parte del gemelo que la bacteria se estaba comiendo, ya que podía extenderse a otras partes del cuerpo", dijo mientras enseñaba las cicatrices que tenía en la pierna en Col·lapse.

"Ya se me han pasado los lloros. Hoy no lloro", prometía Llàcer al ser saludado por Sonsoles. "Yo no quería irme sin decir adiós", decía confesado que había asumido un fatal desenlace. "Estaba decidido a morirme. Estaba de acuerdo. Pues mira, 'me ha tocado a los 50 años, y me voy contento, he hecho muchísimas cosas...", expresaba recordando el duro trance que tuvo al despedirse de su madre.

En plató, Ana Obregón rompía a llorar al escuchar sus palabras. "A mi hijo no me atrevía a decirle que ya no iba a vivir. No pude", aseguraba la colaboradora. "Me alegro muchísimo de que estés bien y que hayas aprendido esa lección de coleccionar esos momentos con las personas que quieres".

Ana Obregón se emociona al escuchar a Àngel Llàcer en 'Y ahora Sonsoles'.

Reencuentro con Chenoa

Minutos más tarde, Sonsoles cogía del brazo a Chenoa, quien tampoco ha podido evitar emocionarse. "Eres tan fuerte y tan maravilloso. En Tu cara me suena se notaba tanto que no estabas a mi izquierda, el lado del corazón", le decía con los ojos vidriosos, a lo que Llàcer, intentaba frenar para no llorar: "Para ya, para ya".

Llàcer se sinceraba entonces asegurando que pensaba que sus amigos se "iban a olvidar de mí" por centrarse tanto en el trabajo y por ser "un desecho humano". "Pensaba que me había dedicado tanto tiempo a trabajar y me había olvidado de las personas", decía el catalán, agradeciendo el cariño de su compañera y el de tanta gente que no le ha dejado solo en el peor momento de su vida.

"Tus compañeros se hacen familia. Pasas más horas en un plató que en tu casa. Lo importante es el aquí y ahora. Estás guapo, te queremos y te voy a seguir dando la brasa con los gifs", agregaba con humor Chenoa. Y Llàcer se despedía agradecido: "He recibido tanto amor que es lo que me ha hecho vivir".