A diferencia de cadenas de otros mercados europeos, los canales españoles han visto cómo sus apuestas por las series están logrando discretos datos en audiencia, sobre todo en prime time. Con excepciones como las dos primeras temporadas de Entrevías, las miniseries Cristo y Rey, El marqués o Heridas, la mayor parte de las series españolas están teniendo mayor rendimiento en las plataformas en streaming que en su emisión lineal.
Sin embargo, hay una excepción: las ficciones diarias. Las series españolas de las sobremesas siguen siendo imbatibles en cuestión de espectadores. El ejemplo más claro es Sueños de libertad. El serial producido por Diagonal TV para Antena 3 se ha erigido como la serie española más vista de la televisión actual. Lejos están fenómenos de otra época como Aquí no hay quien viva, Los Serrano o Cuéntame cómo pasó.
Ahora, son las ficciones diarias las que tiran del carro de la producción nacional dentro de las televisiones tradicionales. Tras Sueños de libertad, es La Promesa la que mayor seguimiento tiene en número de espectadores. Y antes de la llegada de La Revuelta, era 4 estrellas la producción más estable que ha tenido La 1 en el access prime time.
Precisamente, dentro de la televisión pública, son las series diarias las que están teniendo una emisión más estable, a pesar de tener vaivenes durante eventos deportivos. La Moderna y Valle Salvaje, junto con la mentada La Promesa, han consolidado unas tardes dedicadas a la ficción.
Por ello, Netflix no dudó en llegar a un acuerdo con RTVE para lanzar en su plataforma Valle Salvaje tras su emisión lineal. Además, el servicio OTT ha logrado hacerse también con la distribución en streaming de La Promesa, la 'joya de la corona' en las tardes de La 1, que ya puede verse en Max en Latinoamérica.
Tal es su seguimiento, que no sorprende que las plataformas en streaming busquen contar con ellas en su catálogo. Precisamente, seriales y telenovelas son ese último bastión en el que la televisión lineal sigue teniendo una virtud que, de momento, el VOD no tiene: la sensación de evento. Sólo en Estados Unidos, Peacock, tiene una ficción diaria en emisión: Days of Our Lives, que inicialmente se emitía en NBC hasta su migración a la plataforma de NBCUniversal.
Si los servicios OTT han intentado hacerse con esos eventos en directo que suelen exigir una televisión lineal detrás (Prime Video con el talent Operación Triunfo, la propia Netflix emitiendo los Premios del Sindicato de Actores de Hollywood, Max con los Juegos Olímpicos de París 2024 o DAZN con partidos de la FIFA o la UEFA), no sorprende que las mismas plataformas busquen encontrar el mismo recibimiento con las ficciones diarias.
Por ejemplo, Netflix distribuyó títulos como el remake de Café, con aroma de mujer o La reina del Flow, con gran recepción por parte del público tanto latinoamericano como español. El viernes 11, Disney+ estrena la primera serie diaria producida para ser vista directamente en streaming: Regreso a Las Sabinas. Es evidente que han visto la sensación y el fenómeno fan que producen estos títulos y buscan replicarlos.
Y es que, además de tener un gran seguimiento en su emisión diaria, las telenovelas suelen ser los títulos que mayores horas de visionado tienen en las plataformas de las propias cadenas. En 2023, La Promesa fue el contenido más seguido de RTVE Play. Desde su estreno, Sueños de libertad logra sumar una media de 400.000-500.000 seguidores desde Atresplayer. De esta forma, estas producciones extienden esa sensación de fenómeno, que ya tienen con datos fehacientes por las mediciones de audiencia.
La incógnita que queda es cómo será la recepción de las ficciones diarias en un ámbito que se rige por patrones distintos a la televisión tradicional. El rendimiento en diferido de Valle Salvaje (estrenada a la par en La 1 y en Netflix) y, especialmente, la recepción de Regreso a Las Sabinas definirá parte del porvenir de estas producciones en España.