El programa Fiesta dedicó un bloque de su emisión de este sábado a analizar todo lo que sucedía en la casa de Gran Hermano. Entre otros puntos, tocaron cómo Óscar se siente atraído por Ruvens, y también, los problemas que han tenido a la hora de hacer la cesta de la compra por la fagofobia que sufre Vanessa, una de las habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra. Y es que la gallega tiene miedo a atragantarse comiendo, y por eso ha pedido artículos que sus compañeros consideran costosos, como como una crema de galletas.
Con esto como percha, Emma García aprovechó para contar una experiencia personal, y es que ella misma sufrió un atragantamiento que casi le cuesta la vida. “Yo una vez me atraganté con una canica. No una canica, con un canicón”, sentenciaba la comunicadora vasca.
Una anécdota que sorprendió a sus compañeros. “¿Te alimentas de canicas?”, le preguntaron con sorna. “Si os vais a reír de la presentadora, no lo cuento”, decía Emma, con un tono informal. Y añadía: “No tuve una experiencia cercana a la muerte de milagro”.
Emma contó entonces cómo, de pequeña, se encontraba con una amiga jugando. Y se metió una canica de gran tamaño en la boca, un juguete que ella catalogó como “un canicón”. “Yo no me metía cosas en la boca, porque no he sido una niña (gamberra)”, puntualizaba.
“Se me quedó aquí”, dijo, en referencia a su garganta. “Me cortó absolutamente la respiración. Entonces yo empecé a saltar, y entonces yo empecé a saltar. Estaba con mi amiga y con mis abuelos, y como era muy payasa, pensaban que estaba haciendo el tonto”, añadía.
Por suerte, sus abuelos pronto se dieron cuenta que algo no iba bien y la miraron con atención. “Estaba morada”, seguía relatando Emma García. Su abuela, a la que se refirió con mucho cariño, la puso entonces bocabajo “y salió en canicón dando vueltas y volví a la vida. Esa sensación de atragantamiento es algo espantoso, porque no puedes respirar”, terminó diciendo la presentadora, logrando un gran aplauso de todos los presentes.
Antes de pasar a otros temas, Emma García salió en defensa de Vannessa, y pidió que hay que comprender que cada uno tiene sus traumas y que no hay que reírse ni juzgar a las personas en su situación.