Este sábado, Got Talent recibió a Ian Freaks, que venía de Francia. En su presentación le veíamos vestido de cocinero, y contaba que fue en el país vecino donde estudió cocina. Todo parecía que su actuación estaría enfocada hacia la gastronomía, y en la mesa de jueces, Tamara Falcó, que se incorporó al programa esta temporada, recordaba cómo publicó un libro de recetas de cocina.
“Estoy aquí para hacer lo imposible: hacer amar la cocina a Paula Echevarría”, decía el concursante entre bambalinas. Y es que la actriz confesaba que no era muy ducha entre fogones y cacerolas, por lo que podría recibir una clase magistral en pleno concurso.
Nada más lejos de la realidad. Ian Freaks llevó a cabo un show de fakirismo, eso sí, empleando instrumentos de cocina. Así, cortó un calabacín que tenía apoyado en su brazo con un afilado cuchillo, realizando cortes rápidos, y también cortó una manzana, que sujetaba con la boca, con una pequeña sierra mecánica mientras tenía los ojos vendados. “Muy peligroso: no intenten esto en casa”, rezaba un cartel durante su actuación.
El número no parecía muy agradable para nadie. El jurado se tapaba la cara por miedo a lo que estaban presenciando, pues el número se estaba realizando frente a ellos, muy de cerca. También eran significativos los gestos que estaba realizando el público desde el patio de butacas.
La cosa se puso más complicada cuando Ian Freaks rompió con un martillo una bombilla. Desde su silla, Paula Echevarría saltó asustada: “¡Hostias!”, exclamó. Mientras, el concursante comenzó a comerse la bombilla en cuestión, como tantos fakires han hecho en televisión. El número continuó con fuego, e incluso rompió un libro gordo, al más puro estilo de los forzudos del circo.
A la hora de las valoraciones, Paula fue la primera en hablar. “No me gustan nada los fakires, y el otro día vino uno que casi me hizo reconciliarme. Pero has llegado tú para devolverme al punto de partida”, se sinceraba la que fuese concursante de Mask Singer.
También fue bastante crítica Tamara Falcó, quien reconoció que a ella los números de los fakires sí le gustan. “Hasta que me ha caído un trozo de cristal aquí, y he dicho: este número no tiene tanta gracia”, se quejó la marquesa.
“Ian, esperaba que tomases más riesgos, me ha parecido bastante flojo. Como fakir es un número flojísimo”, valoraba Risto Mejide. Y Florentino Fernández admitía no terminar de entender el talento del concursante. Por eso, Ian se volvió a Francia con cuatro noes.