El Hormiguero ha puesto toda la carne en el asador este martes para entretener a su público y, de paso, intentar vencer en audiencias a La Revuelta. Y para ello ha recibido hasta a cuatro invitadas de lujo: Judit Mascó, Nieves Álvarez, Inés Sastre y Laura Ponte, quienes mañana recibirán el Premio Telva de Moda 2024.
“Al lado de las cuatro parezco un Funko”, bromeaba Pablo Motos al dar la bienvenida a las cuatro maniquíes. Y, para romper el hielo, preguntó a las invitadas que qué significaba este galardón. “A mí me encantan los premios, hay gente que los rechaza, pero me da mucha ilusión”, afirmaba Inés Sastre. Y Judit Mascó, que el pasado curso televisivo trabajó en La Plaza, añadía: “Yo salí en la portada de Telva cuando tenía 17 o 18 años y habré hecho 20 o 30 portadas. Para mí una revista emblemática de nuestro país que ha hecho mucho por la moda.
Por su parte, Laura Ponte consideró el premio una forma de “celebrar muchos años de trabajo”, y en eso coincidía Nieves Álvarez: “”Es celebrar la carrera y la amistad. Tienes cuatro compañeras que se quieren, y yo las admiro enormemente y a lo largo de mi carrera han significado mucho”. “Nos unen muchas aventuras y mucho cariño…”, deslizaba.
Por este motivo, Pablo Motos puso sobre la mesa el mito de que las modelos se llevan mal entre sí. “Eso estípico de las películas de serie B, las malas, que se roban la ropa o los zapatos. Pero tenemos mucho compañerismo, muy buen rollo de siempre. Nos da una alegría cuando nos vemos…”, sentenciaba, haciendo añicos así cualquier imagen de rivalidad.
A pesar de esa bandera de amistad, sí que han puesto sobre la mesa cómo en los años 90 Laura Ponte le quitó mucho trabajo a sus compañeras. La razón: era la época en la que se llevaban las modelos andróginas. “Yo dejé de trabajar. Pasamos de ser clásicas y querían modernas. Llegó la Ponte y nos quitó todo el trabajo”, decía con humor, y recordando cómo llegó a ser la modelo mejor pagada.
Aunque Nieves Álvarez quiso destacar que ella es la más joven de las cuatro, todas superan los 50 años, y en ese sentido Pablo Motos destacó cómo siguen en activo. “Es verdad que estamos trabajando más que nunca y nunca lo hubiéramos pensado”, confirmaba Judit Mascó. “No trabajo al nivel de antes, pero esto está siendo una cosa muy bonita. Es un trabajo más físico de lo que la gente se imagina…”, aseguraba Inés Sastre, por su parte.
En el encuentro, Pablo Motos también quiso hacer justicia. Y es que destacó que a hacerse fotos “con la cabeza vuelta como la niña de El Exorcista” se le llama “hacer un Pataki”, pero que en realidad es “hacer un Mascó”. Algo que Judit confirmó: “Por fin se ha hecho justicia. Pero esto es así. Yo ya lo hacía, en todos los desfiles cuando llegaba al final de pasarela me giraba buscando mi cámara. Giraba y daba tres cuartos del perfil, levantaba ceja, y al día siguiente yo era la portada de los periódicos”. “Un Mascó de toda la vida”, bromeaban sus compañeras en ese sentido.