Miguel Ángel Pizarro
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A lo largo de sus 11 temporadas La Voz ha ido evolucionando en sus mecánicas, introduciendo novedades especialmente entre los coaches, como los bloqueos o el provocar que uno de los cuatro profesionales se gire hacia atrás y así evitar que se quede con uno de los aspirantes. Lo que no se había visto era probar con algo distinto a la hora de que los aspirantes subiesen al plató.

Justo en la última gala de las audiciones a ciegas, ha sido cuando el formato producido por Boomerang TV ha emulado al reality show estrella de la cadena rival Telecinco, Gran Hermano. Lo ha hecho sorprendiendo a los espectadores al esconder a uno de los aspirantes entre el público asistente en las gradas. Una decisión histórica con la que el formato ha demostrado que, aunque tiene 11 tandas a sus espaldas, todavía tiene margen para innovar.

En medio de la elección de los últimos concursantes, Malú había completado su equipo en la gala previa y Luis Fonsi acababa de hacerlo con la selección de la venezolana Karla Ferri, quien lo conquistó con su versión Unstoppable de Sia. Justo después de que la concursante fue elegida. Unos minutos antes, Eva González interrumpió brevemente el programa para acercarse a la zona de las gradas.

Un movimiento que pilló desprevenido a los asistentes, dado que la conductora aprovechó que los cuatro coaches habían tomado un descanso para aproximarse a la zona del público. Realmente, la presentadora tenía un objetivo: encontrar a uno de los aspirantes de la undécima edición del talent show.

La organización lo había ocultado como un espectador más, recordando a lo que hizo la decimonovena edición de Gran Hermano, que en su primera gala escondió a uno de sus concursantes entre el público. Sin querer, ha venido a recordar que tanto Gran Hermano como La Voz fueron creados por la misma persona, el neerlandés John de Mol.

'La Voz'.

He perdido una voz y vengo a ver si es de alguien”, expresó González con expresión curiosa. Justo después, los altavoces del talent han reproducido la cinta del aspirante que se ocultaba entre los asistentes. Esto hizo que el concursante saliese de su escondite y alzara la mano. “Soy yo”, expresó el candidato, Santiago Juárez, auxiliar de enfermería de 31 años oriundo de Sabadell pero residente en Madrid.

El treintañero quiso demostrarle a Eva González que él era el aspirante y le cantó una versión de Te quiero, te quiero de Nino Bravo, confirmando que la cinta era de él. Así, la presentadora se lo llevaba de las gradas para que estuviera en la zona de los aspirantes. Tras dos actuaciones, era el turno de Santiago.

'La Voz'.

Santiago tenía un doble hándicap, al sólo poder ser elegido por dos de los coaches. El auxiliar de enfermería cantó una versión de Paraules d’amor de Joan Manuel Serrat. Su talento logró deslumbrar tanto a Antonio Orozco como a Pablo López. Ambos coaches se giraron y le dejó al de Sabadell la opción de poder elegir, algo excepcional en la última gala de audiciones a ciegas.

Sin embargo, Orozco no le dio opción a ello, ya que usó su poder de superbloqueo y provocó que el malagueño no pudiera fichar al treintañero para su equipo. Un momento innovador que ha dejado un buen desenlace, dado que Santiago pasa a la siguiente ronda.