Miguel Ángel Pizarro
Publicada

Pilar Rahola ha mostrado su lado más personal en su nueva visitar a Col·lapse, el talk show que presenta Ricard Ustrell en TV3. La activista política habló sobre cómo ha vivido su maternidad y se rompió al recordar a su progenitor, al que estaba muy unida. Precisamente, este año se cumplieron 10 años de su muerte y la colaboradora de Todo es mentira no pudo evitar emocionarse.

Lo primero que quiso sabe Ustrell es cómo Rahola se había desenvuelto como progenitora. La periodista dio una inesperada confesión: todo el carácter que muestra en televisión no lo lleva a la práctica en su vida familiar. “Como madre no te lo creerás, no se lo va a creer nadie, pero soy muy blanda como madre. La gente me ve como un tigre, pero luego soy una gatita. He sido un desastre... mi madre cuando se enfadaba conmigo estaba todo el día sin hablarme”, revelaba.

“Yo intenté imitarla. Me acuerdo con mi hija mayor, que era más rebelde, le decía que le iba a castigar y no le dejaba salir: 'Mañana no sales', pero al cabo de una hora decía: 'Bueno, quizás, no, pero no me lo vuelvas a hacer'. Soy un desastre, soy muy pactista. Como hija, yo he sido complicada”, explicaba.

Tras esta confidencia, Rahola habló de su padre. Fue en 2014, cuando la activista reveló que su progenitor fallecía. “Acaba de morir mi padre. De repente, me he quedado sin luz. Ahora todo está oscuro”, escribía en su cuenta oficial de X, antes Twitter. Fue hablar de él y a Rahola se le saltaron las lágrimas.

La muerte de mi padre todavía me duele. ¡Ay, mucha gente pierde a su padre!”, expresó mientras se emocionaba y lloraba en directo. “Era troncal en mi vida”, expresaba a Ustrell. Justo después, la periodista compartía orgullosa cómo vive el legado de su padre.

Pilar Rahola y Ricard Ustrell en 'Col·lapse'.

“Mi padre era un viaje al tiempo, era un hombre muy culto, muy sabio. Yo he heredado toda su biblioteca, he heredado mucha de sus inquietudes. Cuando hablaba de su abuelo, me transportaba en el tiempo. Los padres son túneles del tiempo”, relataba ante un atento Ustrell.

Rahola confesaba cómo le costó visitar la tumba de su progenitor y el tiempo que le llevó afrontar el duelo. “Para mí es un agujero muy intenso. No sé ni cuándo murió y tardé un año en poder ver una foto suya”, compartía.

“Un año después de su muerte, mi madre fue al cementerio y yo dije que a los cementerios yo no voy. Entonces, fuimos con mi marido a hacer una excursión de Cadaqués a Roses andando, muchas horas, y pisando la tierra, ahí fui capaz de hablar de mi padre”, concluía.