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El Hormiguero ha recibido una doble visita en la tercera noche de la semana. El programa de Pablo Motos sacó su lado más cocinillas para recibir a Martín Berasategui y David de Jorge, dos cocineros que presentaban su nuevo libro de cocina en el que ofrecen 80 recetas triunfar en 80 ocasiones diferentes. Cocina y vencerás es su título.

Así, como era de esperar, el programa tuvo la gastronomía presente en todo momento. Entrega que, por cierto, promedió un 16,4% de cuota de pantalla y 2.225.000 espectadores para Antena 3, sobresaliendo seis décimas frente a su principal competidor, La Revuelta de David Broncano -15,8% y 2.152.000 fieles-.

Los invitados hablaron de temas como las cenas de Navidad, “una noche en la que no es para arriesgar”. Así, David de Jorge contó cómo recibe llamadas “hasta media hora antes” de la Nochebuena porque tienen un rodaballo de diez kilos y nunca han cocinado ese plato. “Son días que no invitan a arriesgar. Hacer las cosas que te salen bien, y seguir sabios consejos que sean sencillos”, apostillaba Berasategui.

Para acudir a El Hormiguero, David de Jorge lucía unas llamativas gafas naranjas, y Pablo Motos no pudo pasar por alto este detalle. Por eso le preguntó que de quién había sido la idea. “Como estoy mal hecho, tengo que usar complementos llamativos. Me gustaría comprarla donde tú la compras, o Martín, pero tengo que hacer el esfuerzo de ir a clínicas veterinarias”, explicaba bromeando el cocinero. “Lo único que me da es ir a las ópticas, o ponerme un fular tipo Pavarotti”, añadía.

David quiso dejar claro que para él sus gafas son importantes: “Si me las quito no sé si eres Pablo Motos o Alsina Mari”. Y esto le sirvió como percha para cumplir con una petición: “¡Carlos Alsina me ha dicho que le mande un saludo! A qué cámara miro. ¡Carlos Alsina, te mando un saludo, y a todo el equipo!”, exclamaba el apodado Robin Food. “Qué cosa más cursi estoy haciendo, me ha dado un coñazo para que le salude. No le pega nada, además”, añadía.

Pablo Motos se sumó al saludo, y entonces de Jorge aprovechó para hacer de mensajero de un recado: “Alsina me ha dicho, además, que tampoco le pega, que él viene aquí y tú nunca has ido a la radio. Yo por qué tengo que andar, Alsina, diciéndole a este hombre. Mándale un WhatsApp, o llámale por teléfono y díselo tú. Y aquí estoy tipo pagafantas”.

Pablo Motos recogía el guante: “Iré”. “Pero si vas, ve cuando esté yo”, le pedía Jorge, detallando que él participa en el programa de Alsina los martes y los viernes, en la sección de gastronomía. Y hasta le propuso que hiciesen juntos el consultorio gastronómico. “¿Hacer el ridículo quieres?”, preguntaba el valenciano. “Sería el inicio de nuestra andadura juntos”, proponía de Jorge, aunque quedaron en que habría que “hablar con Alsina a ver si está de acuerdo”.