La última vez que España organizó Eurovisión, la tele se veía en blanco y negro y el país vivía inmerso en un régimen dictatorial. Era 1969, un año después de la victoria de Massiel, Laura Valenzuela comandó una gala que desde el Teatro Real retransmitió una joven Televisión Española. Ahora, han pasado 55 años y la Corporación se ha visto en -casi- las mismas.
Después de que Francia renunciase a organizar el festival 'mini', a pesar del triunfo de Zoé Clausure en 2023, la Unión Europea de Radiodifusión, la EBU-UER, pidió a España hacerse cargo. RTVE aceptó el desafío en febrero y este 16 de noviembre pudo verse el resultado.
"Acaban muchas semanas de mucho trabajo para esta casa. La sensación que queda en el equipo es la de haber ensayado para organizar, quién sabe, un posible Eurovisión adulto", aseguró Luismi Palao, periodista del Telediario, en una conexión con el Canal 24 Horas.
Esa fue la sensación general que quedó este sábado en la madrileña Caja Mágica, en la que BLUPER pudo vivir de primera mano la cuarta conquista de Georgia y el sexto puesto de Chloe DelaRosa. No pudo ser para la representante española, que, con Como la Lola, llevaba uno de los 'packs' más redondos de la edición. Eso sí, queda claro que el ente sabe jugar al Junior: de 10 participaciones, en 9 se ha colado en el top 10.
Como decíamos, lo que quedó claro es que RTVE también supo 'jugar' a organizar un evento de estas características. Más de 4 millones de euros y casi 800 personas trabajaron en adecuar el recinto madrileño a la cita. ¿El objetivo? Demostrar que la cadena pública "está preparada y engrasada para ser en cualquier momento sede del Eurovisión senior", según declaraba Ana María Bordas, jefa de la delegación española, a El País.
Bordas y los suyos no tardaron en ponerse manos a la obra. Al citado periódico, la también codirectora del Benidorm Fest comenta que RTVE envió a Malmö, sede de Eurovisión 2024, "un equipo para que observara como la televisión sueca gestionaba el tema del sonido".
Y es que no hace falta ser un gran entendido en la materia para saber que la Sveriges Television hace programas musicales como ninguna otra emisora europea. Lo demuestran año a año en su Melodifestivalen y en las siete ocasiones que han estado al frente de la organización de Eurovisión.
RTVE tomó buena nota en Malmö. Este sábado, acertó a nivel técnico, en una gala en la que no hubo fallos de directo destacados, y con ciertas elecciones en torno al festival. Ruth Lorenzo brilló conduciendo un certamen del que es presentadora natural, en un hipotético 'senior' que se celebre en España. La acompañaron una Melani García -la abanderada 'junior' de 2019- llena de energía y un Marc Clotet que poco a poco se fue enganchando a la dinámica.
El trío de conductores hizo lo que pudo ante la última innovación de la UER, otorgar las puntuaciones de los jurados profesionales en grupos de 1, 2, 3 puntos... Así, hasta la puntuación máxima, el 12. Todo ello representado en pantalla en un panel vertical de visibilidad poco clara.
El organismo de radiodifusoras parece estar cada vez más alejado de los seguidores del festival y de los medios de comunicación. Martin Österdahl, supervisor ejecutivo de Eurovisión, se ausentó de la Caja Mágica. Tampoco hubo conexión con el directivo telemáticamente, después de que en el ensayo general del viernes fuese abucheado.
La Corporación fue inteligente y aprovechó el foco para mostrar nuestras mejores cartas, como en el intermedio del directo, cuando se subió a cantar al escenario Abraham Mateo. El gaditano ofreció un espectáculo digno de Eurovisión con participantes adultos, que nada tiene que envidiar al que realizan las televisiones nórdicas.
Además, cabe destacar la clase de público que acudió a Eurovisión Junior. No nos engañemos, hace tiempo que el 'show' dejó de ser seguido por el espectador infantil y pasó a ser del interés de los eurofans exclusivamente. No obstante, este sábado, en la Caja Mágica, se pudo ver a familias con sus pequeños, engalanadas con banderas de España, dispuestas a disfrutar el certamen.
El 'efecto llamada' se ha dejado notar también en los audímetros. Según datos de la consultora Dos30', la emisión de La 1 se saldó con un 12,1% de cuota de pantalla y 1.038.000 espectadores. Sube 4 puntos respecto a 2023 y es la edición con mejor cuota desde 2006, año en que nos representó Dani Fernández.
Está claro que no es lo mismo levantar un concurso de 17 delegaciones que de 40. Si España gana Eurovisión y lo organiza el año posterior, habría que buscar más efectivos. Sin embargo, la factura final de Eurovisión Junior 2024 invita a pensar que la prueba está superada, que RTVE está más que preparada para albergar un Eurovisión a lo grande.