En las últimas semanas, la vedete Sandra Bruman se ha convertido en uno de los personajes revelación de Ni que fuéramos Shhh. El nuevo Sálvame que se emite en TEN anunció para su nueva temporada la incorporación de colaboradores como Pinocho, el presunto hermano de Anabel Pantoja, que no ha llegado a debutar, o Pipi Estrada, que participa alguna que otra tarde.
Sin embargo, la que se ha ganado un buen lugar en la actual etapa del formato, y está remando cada tarde a favor de obra, es Sandra, quien ha sido compañera de Bárbara Rey en una obra musical recientemente. Ella, además, es conocida porque en el pasado trabajaba junto a Rosa Benito y Rosario Mohedano, aunque la relación con ambas se acabó deteriorando.
La profesión de Sandra es la de vedete, y, por ello, el programa está aprovechando su perfil. La mandan a la calle a cubrir eventos como una buena artista de revista, con sus plumas y sus lentejuelas. Y, cada vez que pueden, también le piden que cante un cuplé, sin importar que se encuentre en el metro rumbo a un evento. Ella no conoce la vergüenza, y canta, para a todo aquel que puede para hablar con él, sea famoso o anónimo, y está dejando momentos muy divertidos.
En la tarde de este lunes, Sandra ha elaborado paparajotes en la cocina del programa, como ejemplo de la gastronomía de su Murcia natal. Y con el famoso dulce de hoja de limón se puso rumbo a los premios Woman, donde debía cubrir la alfombra roja.
Allí, la artista de variedades paraba a cada celebridad que tenía a su alcance. De algunas sí conocía su carrera, y a otras, directamente, les preguntaba que a qué se dedicaban. Su rostro cambió al encontrarse al actor Gabriel Guevara, hija de su amiga Marlene Morreau: lo conocía desde que era pequeño, y quiso hablar con él.
Mientras Sandra entrevistaba a Gabriel, María Patiño se dio cuenta que, de fondo, se podía ver a una compañera “de la cadena de enfrente”. Se trataba de Ana Terradillos, y María sorprendió al dar una información muy delicada.
“Ana Terradillos, me la encontré ayer y su perro atacó al mío”, decía, con bastante naturalidad. Unas palabras que preocuparon mucho a Javier de Hoyos. “El perro de Terradillos, porque es vecina mía”, insistió entonces María, antes de cambiar de tema.
Tras esto, Sandra siguió hablando con Guevara de sus proyectos. Sin embargo, en el plató todos comenzaron a reír al comprobar que el actor se había comido la hoja del paparajote. “Que no pasa nada, que es digestiva”, tranquilizó entonces Sandra a sus compañeros.