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Los hornos de Bake Off: famosos al horno ya han comenzado a calentarse en RTVE. El programa en el que un nutrido grupo de celebridades cocinan todo tipo de tartas y pasteles empieza en breve a grabar su segunda temporada para La 1. Su casting ya se ha anunciado.

Los elegidos son la cantante Yurena, la periodista Isabel Gemio, la presentadora Lidia Torrent, la actriz Carmen Morales, la presentadora Cristina Tárrega, la actriz María Adanez, la presentadora Nagore Robles, la diseñadora Cósima Ramírez, el piloto de motociclismo Pol Espargaró, el actor Mario Marzo, el vidente Maestro Joao, el torero Finito de Córdoba, el presentador Víctor Sandoval y el cantante Mario Jefferson.

De todos estos nombres, destaca, por llamativo, el de Víctor Sandoval. El actual colaborador de Ni que fuéramos Shhh sabe lo que es participar en un concurso de televisión rodeado de cámaras, pues estuvo en Supervivientes y GH VIP. Sin olvidar aquel Sálvame Okupa que se desarrolló dentro de la casa de Gran Hermano y en el que se alzó como ganador.

Sin embargo, Víctor se encuentra en unos días en los que su imagen se ha visto salpicada. Él, que se considera artista por encima de todas las demás etiquetas que pueda tener, como presentador, colaborador o cantante, a veces no consigue controlarse delante de las cámaras.

Se mete en una espiral él solo que acaba desesperando a cualquiera que tenga cerca. Hasta a Belén Esteban, que en Ni que fuéramos Shhh no deja de repetir lo mucho que le quiere, pero casi no hay tarde en la que no le tenga que decir que pare o que se calle.

El pasado miércoles, 13 de noviembre, Víctor estaba en el nuevo Sálvame vestido de Tutankamon. Y con semejantes pintas, bastón dorado en la mano incluido, tuvo una colección de desencuentros. El periodista Juanma Fernández, amplio conocedor del mundo del Benidorm Fest y de Eurovisión, puso en duda su capacidad para cantar. Sandoval no paró de repetir “una mierda”, mientras hacía aspavientos con el bastón, sin dejar que se escuchase a nadie que no fuese él mismo.

Su compañera Marta Riesco vio de cerca la batuta en cuestión y le dijo que “se iba a comer el palito”. Víctor entonces brotó y acabó diciendo a su compañera que “por culpa de mujeres como tú los hombres tienen problemas”, en referencia a la violencia machista.

Javier de Hoyos, que ese día presentaba junto a Belén Esteban -María Patiño estaba indispuesta-, pronto frenó su discurso, diciendo que el programa no comulgaba con sus palabras. Víctor, enfadado, se fue del plató. Más tarde regresó, y se notaba que le habían pedido que se disculpase. Él no quería hacerlo, asegurando que era la primera vez que se sentía diciendo algo en televisión, y reflexionó sobre cómo él no puede “entender esta televisión del 2024, porque sigo en la televisión antigua”. Su actitud “puede haber molestado a alguna persona”.

“Si alguna persona le ha molestado, aquí o en su casa, les pido disculpas, porque no iba con ninguna de esa intención”, diría también, casi echando la culpa al que se ha ofendido, sin pararse a comprender su propio discurso.

Víctor Sandoval en 'La última cena'.

 

Víctor, en un monólogo, habló de cómo él había estado haciendo el 'chorra' con el bastón porque era “su personaje”. Que él trabajó en el Un, dos, tres e hizo chistes diciendo que tenía parkinson “y no pasaba nada. ahora, seguramente, la asociación de no sé qué del parkinson me demandaría”. Un lamento más de alguien que añora viejos tiempos en los que se podía disparar a troche y moche sin que hubiera consecuencias.

Como dato, la memoria le falla. Él fue actor de la última etapa de Un, dos, tres... en 2004. En esa misma temporada ya había bromas que provocaban quejas y cambios en la televisión y en la sociedad. Que se lo digan a Manolo Sarriá, que salía inicialmente con dos actores con acondroplasia haciendo de sus hijas, y que fueron retirados después de una denuncia de la Fundación ALPE de Acondroplasia y la Asociación Cree, por considerar que se vejaba a los actores con enanismo. Sí pasaba algo. 

Victor Sandoval, en el 'Un, dos, tres...' RTVE

Volviendo al Ni que fuéramos Shhh del miércoles. Lo triste del caso es que el individuo cabreado que estaba haciendo el soliloquio no era “su personaje”. Era un Víctor Sandoval auténtico, el Víctor persona. El que ha demostrado que es incapaz de reflexionar en la sociedad en la que vive, en este “veinte veinticuatro”, como apuntaba con sorna.

El que se niega a entender la evolución de los medios de comunicación porque lleva haciendo televisión “desde los nueve años”. El que casi reprocha al público que no pueda valorar cómo cada tarde hace “el gilipollas”, disfrazándose y haciendo reportajes rocambolescos en pos del entretenimiento.

Si el personaje que nos vende es histriónico, la persona que hay detrás ha demostrado ser muy soberbia. Y tendrá que trabajar mucho para que nos quitemos esa imagen. Habrá que ver cómo se controla a sí mismo cocinando bajo presión y con tiempo limitado. Que Bake Off no es La última cena, ni Ven a cenar conmigo, ni la cocina de Ni que fuéramos Shhh. Porque sus 'numeritos' como el enfrentamiento con Marta Riesco sobran en la televisión en general, pero más en una pública.