La actriz Elisa Mouliaá fue la primera mujer que se atrevió a denunciar en una comisaría a Íñigo Errejón. La actriz acusa al expolítico de tres presuntos delitos sexuales, ocurridos supuestamente en un ascensor, en una fiesta con amigos y en la casa del investigado. Unos hechos que se remontan a 2021.
El juez paralizó la causa a solicitud de la abogada de Elisa Mouliaá, que está a punto de dar a luz. El magistrado Adolfo Carretero archivó temporalmente el procedimiento hasta que la letrada de la actriz tenga el alta médica. Esto no ha gustado a la defensa de Errejón, que ha recurrido la decisión de congelar el caso.
Además, Errejón ha acusado a la presentadora e intérprete de presentar una "falsa denuncia" contra él. El exportavoz de Sumar quiere "exponer la realidad de los hechos, que distan mucho de los descritos por Mouliaá".
Según el recurso de la defensa del político, esta petición de detener el procedimiento judicial es un "acto de mala fe" y de "abuso de derecho".
Elisa Mouliaá se abre en 'TardeAR'
Elisa Mouliaá se ha sentado por primera vez en un plató de televisión tras interponer la denuncia. Elisa Mouliaá ha visitado a Ana Rosa en TardeAR para responder a estas últimas acusaciones de Errejón.
La presentadora ha preguntado a la actriz si habría denunciado sabiendo lo que iba a ocurrir después: "Me lo habría pensado dos veces. Quizás habría ido de forma discreta a comisaría, sin hacerlo público. Aunque habría salido a la luz igual. Estoy orgullosa de que fuese fruto de un impulso que me salió de dentro para ayudar".
La actriz y presentadora está recibiendo muchas críticas: "Insultos constantes, gente que te pone en cuestión y no te cree, es un linchamiento constante. Aunque también he recibido mucho apoyo de mujeres y hombres", asegura. Mouliaá ha explicado las posibles causas de esto: "Está la mentalidad de que la mujer retorcida que busca un resultado, un beneficio. Quizás porque la mujer ha dependido siempre del hombre y eso sigue ahí en el subconsciente colectivo".
Uno de los motivos por los que más críticas ha recibido es por denunciar tres años más tarde los hechos. "Pasé página. Además, no era consciente del delito en sí", asegura. Mouliaá ha relatado las causas por las que denunció en ese momento: "Cuando me contaron lo de Errejón mis amigas, puse la tele y empecé a leer las denuncias anónimas. Reviví lo que me hizo y vi que había un patrón. La gente decía que podían ser falsas. Y supe que tenía que hablar en ese momento. Ahí lancé mi tuit. Sentí la necesidad de hablar y denunciar".
Mouliaá asegura que Errejón durante las presuntas agresiones sexuales "era incapaz de percibir nada, no te escucha, ni te mira, ni te siente". Preguntada por si teme que no sea castigado penalmente, la actriz es clara: "Me lo he planteado. No tengo problema en que no haya represalias, mi objetivo final es que salgan las demás denuncias y que se vea que es una conducta patológica y delictiva".
En este sentido, Elisa Mouliaá da su punto de vista de por qué aún no se han presentado más denuncias contra el exportavoz de Sumar. "Dar el paso es muy difícil porque hay un peso económico que no pueden sostener la mayoría. El proceso es bastante costoso", reconoce. Otro aspecto clave es la repercusión: "Además, es la vergüenza de no saber si tu nombre va a salir o no. Dado el poder mediático que se tiene. Enseguida ya sabían dónde estaba mi casa y el colegio de mi hija. Entiendo que se han asustado".
Ana Rosa ha defendido con vehemencia a la actriz. La presentadora de Telecinco cree que se está siendo más duro con la víctima que con el presunto agresor. "Tiene cojones que en el siglo XXI, casi en 2025, se esté cuestionando a una víctima. Con lo que se llenan la boca algunos de defender a las víctimas, pero cuando llega la hora de la verdad no las defienden".
"Hay muchas mujeres que están dando el mismo relato y eso se va a publicar. ¿Todas se han inventado cosas gravísimas?", plantea Ana Rosa. Además, manda un mensaje a los ciudadanos: "Yo apelo a la sociedad: la víctima nunca es la culpable. Y hay muchas víctimas. Dejemos que sea un juez quien lo decida, pero la pena de banquillo no la está sufriendo el agresor, sino la víctima. Y eso es indecente", concluye.