María Patiño ha tenido un encargo muy particular en Ni que fuéramos Shhh este viernes. Tenía que elaborar una tarta de Santiago, todo un desafío conociendo sus escasas dotes culinarias. Tras un primer intento que no se parecía nada al conocido postre gallego, María tuvo que salir a comprar más huevos y empezar a cocinar desde cero, pues todavía le daba tiempo.
Tras prepararlo todo y meter la tarta en el horno, se producía un giro sorprendente: ella no iba a estar pendiente del pastel. Y es que tenía que salir, en pleno directo, junto a Chelo García-Cortés y Belén Esteban a una reinauguración. El conocido bar La Muralla, donde se reunían tras Sálvame, volvía a abrir sus puertas, y fueron las tres a cortar una cinta roja en su puerta.
Cada una dijo unas palabras sobre lo que significaba aquel negocio de hostelería, en el que tantas confesiones personales se realizaron entre sus paredes. Y Chelo García-Cortés tuvo a bien recuperar la figura de Mila Ximénez, quien fuese parroquiana del bar, y que falleció en junio de 2021.
“Para mí, La Muralla ha sido muy importante. Faltan personas que queremos y que no están ya con nosotros. Lo primero que he hecho es ver la imagen de Mila, con nosotras, en la terraza, y dentro. Va por ti, Mila, y por todas las personas que queremos”, dedicaba la veterana periodista. “Es una nueva etapa, que regresamos otra vez”, añadía Belén Esteban.
A continuación, las tres, seguidas por una cámara del programa, recorrieron las instalaciones del negocio. “Nos sentábamos ahí”, recordaba Belén, y añadía: “Ahí estaba la foto de nuestra compañera Mila”. “Nosotros no abandonamos el pasado, el pasado nos abandona a nosotros”, sentenciaba María poco después.
La nostalgia embriagó a las tres compañeras. Por eso, mientras regresaban a las instalaciones del Canal Quickie continuaron recordando a Mila Ximénez. En concreto, la vez que una Navidad, Mila no encontraba un regalo de Reyes para su nieta, y todos los colaboradores de Sálvame se dividieron para llamar a las jugueterías de Madrid, hasta que localizaron la muñeca en una tienda de las afueras. “Era un viernes por la noche, y el encargo de los Reyes Magos no estaba. La que lio”, rememoraba Patiño con dulzura.
“Ese fue un trabajo en cadena, pero antes de ese trabajo en cadena, discutimos”, añadía la presentadora gallega. Y Chelo le restó importancia: “Eso paraba frecuentemente, pero luego os dabais un beso y se arreglaba”. Por último, y antes de cambiar de tema, Patiño también recordó la vez que un taxista le pilló un dedo a Mila.