Isa Pantoja ha vuelto a sentarse en el plató de De viernes. La cantante de Ahora estoy mejor quiso aclarar uno de los episodios más polémicos sobre su vida en Cantora: el de la manguera. La estudiante de Derecho ha respondido también a las declaraciones de Raquel Bollo de la semana pasada. Un momento de lo más dramático que ha provocado que la invitada rompiera a llorar en pleno directo.
Sin duda, el episodio de la manguera es uno de los más duros que ha relato la hija de Isabel Pantoja en el formato producido por Mandarina. En este lamentable suceso, Kiko Rivera “regó” a su hermana después de descubrir que, a los 16 años, había perdido la virginidad con su novio. Un momento muy duro que vino precedido de otro relato igual de espeluznante: cuando Isa Pantoja contó que su familia la llevó hasta a dos ginecólogos para averiguar si había mantenido relaciones íntimas.
La colaboradora de Vamos a ver no dio muchos detalles sobre lo sucedido en el episodio de la manguera, dado que no había sido capaz de hablar de aquel fatídico momento por su tremenda dureza. Sin embargo, puesto que han sido muchos los que han hablado sobre ello, Isa ha dado un golpe sobre la mesa, se ha armado de valor y se ha enfrentado a su peor recuerdo.
Isa ha querido dar la cara, debido a las palabras de Raquel Bollo. La empresaria restó importancia a lo sucedido en su entrevista el pasado 15 de noviembre en su visita al plató del programa que presentan Santi Acosta y Bea Archidona. De ahí, que la exconcursante de Supervivientes haya visitado el formato para relatar qué sucedió aquella noche de diciembre en la finca de Cantora.
“Era diciembre, había lluvia y frío y estábamos en el campo. Fue mi hermano el que llamó a mi madre para contarle que este chico y yo hemos entrado en su casa sin su autorización”, empezó a narrar ante la atenta mirada tanto de los presentadores como de los colaboradores.
“Yo recuerdo que entonces ella se vino hacia mí insultándome y diciéndome de todo y me acuerdo perfectamente de que todo empezó porque ese chico había entrado en casa de mi hermano sin autorización. Pero el cabreo de ella realmente era porque yo tenía un teléfono escondido, algo que yo negué aunque lo tenía guardado en unas botas de pelo y sabía que ahí no lo iban a encontrar”, proseguía.
“Mi madre empezó a zarandearme preguntándome que dónde estaba el teléfono y como yo no se lo daba le pidió a una amiga que estaba allí que le diera las tijeras de la cocina. Había más gente alrededor de la mesa, pero yo pensaba que no iba a ser capaz de hacerlo, pero entonces la vi completamente fuera de sí y empecé a dar vueltas alrededor de la mesa”, relataba con horror.
“Me arrinconó, me cogió por la cara, yo no me dejé, empezamos las dos a forcejear, pero yo lo que vi en ese momento es que puede pasar algo grave con esas tijeras. Estaban delante la amiga de mi madre, mi tío [Agustín] y más personas”, explicaba. Unos recuerdos que provocaron que se derrumbase en pleno directo y se echase a llorar.
Completamente angustiada y a lágrima viva, Isa reveló que su madre le amenazaba con devolverla como si fuera un objeto. “Al final decidí parar para que no pasara nada grave y fue cuando me cortó el pelo, y cuando me lo cortó me dijo 'te voy a devolver a Perú'”, relataba.
“Yo me fui corriendo para mi habitación y me encerré en el cuarto de baño, saqué el teléfono y hablé con dos amigos muy importantes para mí en ese momento y les dije que creía que me iban a pegar, les pedí que, por favor, al día siguiente vinieran a Cantora porque estaba sintiendo mucho miedo”, confesaba.
“Mi madre, como no conseguía que yo le diera el teléfono, me dijo que iba a llamar a mi hermano, y le debió llamar porque a los 50 minutos apareció allí mi hermano”, compartía, provocando que varios colaboradores se emocionasen. Las cámaras mostraron a Terelu Campos secándose las lágrimas, horrorizada ante lo narrado.
Tras ello, Isa narró el episodio de la manguera con sumo detalle, recordando que el hijo de Raquel Bollo no estaba presente en el momento en el que Kiko Rivera la regaba de agua. Un momento de lo más duro, que dejó desconcertado al público presente en plató.