A Manu Marlasca no le faltan frentes abiertos. Aparte de liderar la sección de Sucesos de TardeAR, el periodista está de estreno: desde hace unos días, está disponible en Amazon Prime Video la tercera temporada de Una historia de crímenes. Como en las dos tandas anteriores, la docuserie continúa ahondando en los casos de crímenes que han marcado con más fuerza a la sociedad española.
En esta ocasión, el formato de Ficción Producciones, en el que Marlasca suma fuerzas con Miguel Lorente y Patricia Abet, aborda historias como la de Anabel Segura -Secuestros mortales- o la de los aficionados ultras del fútbol -Locos por el fútbol-. También en el perfil de un asesino o una asesina, en los episodios Por qué matan los hombres y Por qué matan a las mujeres-.
Marlasca explica en exclusiva a BLUPER que él entiende el 'true crime' como un género que no pretende "ser invasivo con nadie ni espectacularizar el suceso". Además, reflexiona con este periódico sobre por qué este tipo de contenidos goza de tanto éxito entre el público femenino.
"El 'true crime' es un producto de consumo dentro de la oferta cultural y las mujeres consumen más cultura que los hombres", señala el comunicador de Telecinco, que, además, hace pública algunas de sus líneas roja a la hora de investigar un caso. Lo ejemplifica bastante bien su modo de proceder en el caso de Anabel Segura: "Varios de los policías que participaron en la investigación me pidieron no salir. Se lo habían prometido a los padres de Anabel, que ya están fallecidos".
El madrileño, como lo fue en laSexta, es un total referente del periodismo de Sucesos y de la crónica negra en Mediaset. Por ese motivo, en agosto se le encomendó la misión de presentar, junto a Verónica Dulanto, el especial sobre la sentencia del caso Sancho. "En estos tiempos tan gaseosos, ya está, ya pasó. Ya nadie se acuerda de él, de si está bien o mal, o si sus padres están bien o mal. Ni qué ha sido de la familia de Edwin Arrieta", subraya el entrevistado, sin atreverse a "juzgar" el papel de Rodolfo como padre.
¿Qué destacas de esta tercera temporada? ¿En qué se diferencia de las dos anteriores?
El principal salto lo veo en poder encontrar historias que reúnan las condiciones que nosotros pedimos para esta serie documental. No queremos ser invasivos con nadie o espectacularizar el suceso. Que haya el suficiente recorrido de investigación o profundidad para poder dedicarle uno de los seis capítulos que ya están en Prime Video.
En el primero, os enfocáis en que los hombres matan más que las mujeres. Curiosamente, muchos estudios afirman que el 'true crime' es más consumido por mujeres que por hombres. ¿Por qué crees que pasa esto?
Los hombres matan más, está claro. Sé que hay una razón que tiene que ver con la testosterona o la agresividad que tenemos. Respecto al consumo, pasa lo mismo que con la lectura. Cuando voy a clubs de lectura a presentar mi novela, hay un montón de mujeres.
Las mujeres, en general, consumen más productos culturales. El 'true crime' es un producto de consumo dentro de la oferta cultural y las mujeres consumen más cultura que los hombres.
Sobre el mayor consumo de 'true crime' en mujeres: "Es un producto cultural y las mujeres consumen más cultura que los hombres"
También es interesante el episodio de los ultras de los equipos de fútbol. ¿Han sido demasiado permisivos los clubes con esta clase de aficionados?
Sin duda. La única forma de acabar con los ultras es como acabó el Real Madrid o como acabó con los ultras el Barcelona. Expulsándolos y echando cualquier vestigio que quede de ellos de los campos.
Es una complicación para los clubs, pero hay que ser valiente y tener coraje. Hay cierta laxitud en muchos equipos a la hora de enfrentarse a ese fenómeno, que es un fenómeno relativamente residual y pequeño. Poca gente es verdaderamente peligrosa, pero que sí es capaz de atesorar asesinatos, como atesora el Frente Atlético.
¿Os habéis encontrado trabas para la investigación de algún capítulo? Un implicado que, por ejemplo, no quisiera dar la cara...
Siempre pasa. Yo no quiero sacar a nadie que no quiera salir, quiero que todo el mundo se encuentre bien y a gusto. Por ejemplo, en el tema de Anabel Segura, varios de los policías que participaron en la investigación me pidieron no salir. Se lo habían prometido a los padres de Anabel, que ya están fallecidos. Son gente leal, con códigos y valores, y yo los respeto, por supuesto.
Quizá no se llega a empatizar, pero, ¿has entendido las motivaciones por las que alguien puede cometer un asesinato?
Nunca voy a entender el matar a alguien, dar ese paso. A veces es cuestión de un instante, de un chispazo. Se trata de límites. Seguro que tú has tenido ganas de matar a algún jefe o un exnovio, pero tienes tus límites. Los límites los pone la religión, la ética, el Código Penal... El saber que, oye, te vas a quedar a gusto, pero luego irás al talego.
Cuando se sobrepasan esos límites y no hay vuelta atrás.... ¿Entenderlo? Lo entiendo yo y lo entiende casi cualquiera, pero lo que entiendes son los motivos o las razones. Son pocos los que dan ese paso, afortunadamente.
Estamos en una época en la que los bulos se propagan con facilidad y se está viendo mucho con la información de la DANA. En esos temas sensibles que tocan los 'true crimes', ¿es fácil sortearlos?
Hay mucha prisa en el periodismo de ahora. Poca profundidad, poco rigor. Los bulos no son intencionados en mi terreno, afortunadamente. Casi nunca hay un bulo malintencionado, lo que hay es una mala praxis periodística. El viernes pasado, veníamos que muchos periódicos digitales se lanzaban a publicar las supuestas fotos de los coches y la casa de un Inspector Jefe detenido. Resulta que no eran de él.
"Varios policías que participaron en la investigación de Anabel Segura me pidieron no salir. Se lo prometieron a sus padres, que ya están fallecidos"
Nadie se preocupa de certificar, no hay controles de calidad. El principal problema del periodismo de ahora, y del periodismo de sucesos, es que se han saltado los controles de calidad. La gente que antes velaba para que lo que se contase fuera verdad. Esa gente ya no existe, le ha hecho un ERE o se habrán ido a su casa por jubilación.
¿Antes existía una figura concreta que se aseguraba de verificar?
Antes existía la garantía de que si algo se publicaba en un periódico o salía en radio o en televisión, era verdad. Estaba contrastado. Ya nadie controla eso. Te hablo de mi terreno, hay mucha prisa y los periodistas no tienen el poso suficiente, la veteranía o los recursos para poder asegurar la veracidad de lo que publican. Con mucha alegría se publican cosas que no son verdad, insisto, no de manera malintencionada. No hay mala intención, como en otro tipo de bulos.
Hace poco se cumplió un año de TardeAR y, por lo tanto, de tu salto a Mediaset España. ¿Qué balance haces de todo este tiempo?
Una valoración absolutamente positiva, nunca he trabajado mejor, nunca he sido más cuidado en ningún sitio. Es un verdadero privilegio trabajar en Unicorn Content y no lo digo de cara a la galería, sino porque lo siento así. Vengo de otra televisión, donde estaba muy a gusto también, pero el salto ha merecido la pena.
Tu antigua casa también se esta indagando en el 'true crime', con programas como #Caso. ¿Comentas con tus excompañeros cómo está el sector del periodismo de sucesos?
Yo soy muy mayor, soy el abuelo gruñon de aquí. Tengo 57 años y llevo 37 años dedicado al periodismo de sucesos. Lo que hago es quejarme, básicamente, de las cosas que te he dicho antes. La falta de rigor y de precisión.
Al final, las plataformas tienen que llenarse de contenido y han encontrado en el 'true crime' un buen nicho, pero que creo que es finito. No va a ser eterno, porque las casos se acaban y hay poco que contar. Se quedarán unos poquitos y se le tendrá que dar una vuelta al género.
¿Hay posibilidad de que tengas tu propio Expediente Marlasca en Telecinco?
No lo sé. Mira, hicimos Verónica Dulanto y yo un especial sobre la sentencia de Daniel Sancho. Lo produjimos nosotros, Unicorn Content, pero ya está. Yo soy muy soldado para eso, haré lo que me manden. Igual que hice en Atresmedia. Lo que me pidan y con la mayor honradez.
En efecto, condujiste el especial que emitió Telecinco el día que salió la sentencia. ¿Qué opinión te merece el caso?
El caso de Daniel Sancho tenía todo para convertirse en un caso muy atractivo para cualquier medio. Luis Rendueles, mi compadre, con el que hago un programa de radio, le llama el componente 'los ricos también lloran'. Ver a según qué familias metidas en esto, con un chaval guapo como protagonista, con padre y abuelo famosos, un crimen terrible, con abogados mediáticos de por medio...
"El caso Sancho es un signo de estos tiempos tan gaseosos. Ya nadie se acuerda de Daniel, de sus padres o de la familia de Edwin Arrieta"
Es como la tormenta perfecta, pero ya nadie habla de Daniel Sancho. En estos tiempos tan gaseosos, ya está, ya pasó. Ya nadie se acuerda de él, de si está bien o mal, o si sus padres están bien o mal. Ni qué ha sido de la familia de Edwin Arrieta. Esto simplemente es un signo de los tiempos.
¿Crees que Rodolfo Sancho hizo bien en intervenir en la docuserie de Max?
Yo soy padre y meterse en la piel de un padre que pasa por eso... Es difícil y no voy a juzgar a nadie. Yo soy un reportero y no tengo que juzgar a nadie.