Las consecuencias de la DANA siguen ocupando titulares en la actualidad de los principales programas de información. Los magacines matinales, además, buscan dar voz a los afectados que lo han perdido todo y sus demandas a las instituciones públicas. De hecho, la ayuda que piden en los medios de comunicación ha logrado movilizar a la ciudadanía, que han prestado su solidaridad para estos casos concretos.
En Vamos a ver se ha seguido el caso de Elvira. Se trata de una mujer que ha perdido su hogar tras las riadas. Patricia Pardo señalaba cómo esta vecina de Paiporta (Valencia) lo tenía complicado ya antes de la DANA. La mujer tiene una familia monoparental, al hacerse cargo ella sola de su hija menor de edad. La presentadora señalaba cómo un día antes, la propia vecina denunciaba que, un mes después de la tragedia, las ayudan seguían sin venir.
"No tengo ni casa. Entonces, necesito a alguien como un abogado. Alguien que me pueda decir: ‘Elvira, vas a poder salir de esta. Vas a tener una vida con tu hija’. Yo lo puedo demostrar todo, tengo todos los papeles. No miento en nada. Antes estaba mal, pagando una casa como buenamente podía. Ahora que no la tengo, pagué la letra por miedo”, expresaba entre lágrimas el 7 de noviembre al mismo programa.
Posteriormente, con Joaquín Prat desplazado a la zona, Elvira hablaba de nuevo al programa, para denunciar la inacción de las administraciones. “Estamos solos, como un mes atrás. Yo sólo puedo dar gracias a toda la gente del pueblo que me está ayudando, con pequeñas aportaciones, con comida, apoyo emocional. He ido a las instituciones y están saturadas. Estamos, psicológicamente, destrozados”, agregaba este pasado 28 de noviembre.
“No tenemos fuerzas para hacer nada. Yo, personalmente, hay días en los que no me puedo levantar. Necesitamos mucha ayuda. Ya ha pasado un mes, creemos que nos van a olvidar”, concluía en su denuncia.
Sus palabras han resonado en el plató y entre el público. Sólo un día después, un grupo de voluntarios ha acudido a ayudarla, como también una espectadora que se puso en contacto con la organización del programa para sumarse a esta ola de solidaridad. Lo primero, el programa se puso en contacto de nuevo con Elvira, con una reportera, Fabiola Tallo, entrevistándola en Paiporta.
“No sé cómo explicarlo. Necesito estar bien. Son muchos días estando mal. Psicológicamente, quiero pensar que todo puede cambiar”, expresaba. Poco después, Fabiola le compartía a Elvira una sorpresa. Ambas estaban teniendo la conexión desde la casa completamente destrozada de la mujer. De repente, apareció un voluntario, Juan Carlos, que ha venido desde Zaragoza y que se dedica a hacer reformas.
Fabiola revelaba que Juan Carlos ya estaba colaborando con la reconstrucción de otras viviendas y que también se encargaría de ayudar a Elvira a recuperar la suya. Una iniciativa que surgió después que viese el caso de la vecina en el programa. “Vamos a hacerte una evaluación de toda la estructura de la vivienda, sobre todo el tema de la cimentación, que es lo que más nos preocupa. Vamos a intentar, por todos los medios, rehabilitarte la casa”, expresaba.
Unas palabras que provocaron un gesto de alivio en Elvira. Juan Carlos aprovechaba para pedir ayuda a otros obreros voluntarios para lograr el objetivo lo antes posible. “Me das una alegría”, expresaba contenta la mujer. El obrero voluntario señalaba entonces a Marta, una de las responsables de la asociación con la que colabora y que se encarga de la gestión de los casos.
Elvira se echó a llorar de la emoción. “No me creo que esto pueda seguir adelante. Es demasiado destrozo. Hay mucha oscuridad, no puedo ver luz”, confesaba entre lágrimas. “Me dicen que puede salir adelante y todavía me cuesta creerlo”, admitía. “Ojalá pueda decir que salimos adelante. Que no nos olviden, por favor”, añadía. “Gracias, de verdad. Si no fuera por la colaboración de la gente, de manera altruista, sería…”, compartía rompiéndose en directo. “Me dais esperanza”, apostillaba.
Desde plató, Joaquín Prat estaba emocionado y al borde de la lágrima. El presentador quiso recordar cómo estas iniciativas ciudadanas dejan en evidencia la lentitud y burocracia de las administraciones.
“No paro de ver el lema que se repite una y otra vez en las historias que contamos: el pueblo es el que salva al pueblo. Aquí tenemos a un voluntario que viene de Zaragoza, que se pone a hacer obras y ayudar a reconstruir. Una chica que coordina las donaciones privadas, que provienen de los ciudadanos, para que haya tengas electrodomésticos. Al final, el lema se viene a cumplir”, manifestaba.
Prat daba paso a Elena, una espectadora que le revelaba en directo a Elvira que le donaba el mobiliario de su casa a ella y su familia. “Quiero decirle que no les vamos a olvidar. Ayer la vi y se me parte el corazón solo de verla en la situación en la que está. Me encantaría ayudarla un poquito, por lo menos”, compartía la espectadora desde su domicilio.
“Estoy haciendo un cambio de mobiliario en casa y le voy a regalar todos los muebles que voy a cambiar. Especialmente la habitación de mi hija Jimena, porque sé que tiene una niña. Quiero que pronto puedan tener un hogar, donde su hija pueda descansar, pintar, todo”, añadía, provocando que Elvira volviese a conmoverse. “Sin la colaboración de la gente, esto sería imposible”, opinaba.