Como cada domingo, Iker Jiménez lanzó una serie de reflexiones en el cierre de Cuarto Milenio. Esta semana, el presentador de Cuatro se sinceró sobre ser honesto con los espectadores a los que se dirige, a colación de la polémica que suscitó su cobertura de la DANA.
El comunicador arrancó refiriéndose a Diego Marañón, colaborador habitual del programa, al que vio "apesadumbrado" por "toda la campaña en contra": "Le dije: 'Diego, no te preocupes, aquí estamos para aprender'. Se aprende mucho de los momentos de crisis, todo depende de tu actitud".
Tras la polvareda que levantaron el modo de proceder de Rubén Gisbert o el tuit de Iker sobre el parking del Bonaire, el también conductor de Horizonte hizo hincapié en que todo esto "es un teatro" del que "aprender". En especial, sobre las personas que tiene a su alrededor. "Sé de quién me puedo fiar, con quién iría al frente y con quién no podría ir jamás. Sé de gente que piensa exactamente como yo y no tiene valor para demostrarlo y decirlo. Pues, miren, yo prefiero dormir tranquilo", aseguró.
Jiménez quiso dar las gracias a los compañeros que le han mostrado apoyo públicamente, como Carlos Herrera, Arturo Pérez-Reverte o su compañera de Mediaset, Ana Rosa Quintana. "Ana Rosa, te mando un abrazo, no tenías por qué", aceptó el periodista vitoriano.
"Este es el problema. Que si los que les hablamos a los demás estamos pensando en qué vamos a decir para que no nos afecte, ¿hasta qué punto les estamos fallando a ustedes?", se preguntaba, añadiendo que es lo que está sucediendo con la mayoría "de los medios tradicionales".
Iker apeló a "la libertad" del público de informarse donde desease y a la "batalla de la información" que marcará el panorama mediático en los próximos años: "Muchos popes y 'popas' del periodismo dicen: 'Oigan, que nos tiene que hacer caso a nosotros'. Ustedes cometen fallos como cualquier y no pueden ponerle puertas al campo".
"Un experto en marketing diría que ni con millones de euros puedo pagar la campaña que me han hecho. Aunque algunos crean que es negativa, me han puesto en todas partes. Me decía Diego Marañón que más de 500 reportajes. Algunos, pocos, alabando. Otros, azotando", señalaba Iker.
El consejo de Iker
Sin embargo, al parecer, la realidad que el director de Cuarto Milenio se encuentra en la calle es otra: "Es un cariño que supera al habitual. Entro en una tienda y ya no me dicen: 'Me encanta tu programa'. Me cogen de la mano y me dicen: 'Fuerza'. 'Aguanta'. 'Olé tus cojones'. ¿Qué ha pasado aquí? Yo tampoco lo entiendo".
Así, poniendo como ejemplo su caso, Iker Jiménez animó a otros colegas de gremio a no tener "miedo" al comunicar: "¿A qué tenéis miedo? ¿A las letras digitales? Ah, que luego eso va a empresas, a compañías y a cadenas. Pues os doy un consejo, no tengáis miedo. Hay una división brutal entre las batallas en 'bits' y la realidad de la calle".