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La ruleta de la suerte ha dejado grandes momentazos a lo largo de sus casi 20 años de emisión en Antena 3. Desde premios que rozan las cuatro cifras hasta paneles que se han resuelto en escasos tres segundos. Y este 3 de diciembre, el concurso que presenta Jorge Fernández ha escrito un nuevo episodio con la hazaña que ha protagonizado la alicantina Carol, quien no ha dado, literalmente, opciones a sus rivales de llevarse algo de dinero a casa.

Carol tenía el segundo atril, el rojo, y se hizo notar desde la primera prueba, de velocidad: resolvió la primera la letra de una canción de La Rabia del Milenio. Esto le permitió ser la primera en presentarse, y explicó que tiene 36 años, que viene de Alicante, en concreto, de Alcoy, y que trabaja como pedagoga. “El motivo de venir a la ruleta son dos: el primero que es el programa favorito de mi padre. Y por si me llevo para hacer un viajito, algo lejos, tipo Egipto o Japón”, le narraba a Jorge Fernández.

Relacionado con la educación, el presentador también apuntó que Carol tiene un don especial con las letras: aprendió a leer sola, con seis años. Esto hizo que sus rivales, Fani y Javier, ya la viesen como “un hueso duro de roer”. Y entonces no se imaginaban lo que estaba por venir.

Poco a poco, Carol fue acertando todos los paneles que Jorge Fernández iba anunciando. Ya fuese con pistas como “Esas pequeñas cosas”, “Creí que era una buena idea, pero...” o “Característica”. “Joer, la Carol, cómo lo ve todo”, decía sorprendido Jorge después de que acertase el Panel de la palabra.

El dominio de la concursante fue tal que su compañera Fani tiró escasamente una vez, y Javi, que iba tras ella, “tres o cuatro”. Al final, Carol resolvió todos sus paneles, y los compañeros se fueron con un cero en sus marcadores. Para el presentador, la entrega de hoy fue un “programa histórico”, pues no alcanzaba recordar si alguna vez dos participantes habían empatado en esa cifra.

Hasta 6.100 euros acabó acumulando Carol en el marcador antes de llegar al último de los paneles, y sin haber caído en el bote. La pista final era “Paraje y provincia”, y aunque estuvo cerca, no pudo resolver que buscaban “Las barracas de Burujón y Toledo”. De haberlo resuelto, habría sumado otros 2.000.