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Regalando libros a todos las personas que han ido de público. Así ha regresado a El Hormiguero el cocinero vasco Karlos Arguiñano, en lo que supone su segunda visita al formato en lo que va de año. Y es que acaba de lanzar el libro 545 recetas para triunfar: fáciles de cocinar y ricas de comer.

Es un libro barato, es un regalo de diez. De padres a hijos, de hijos a padres, suegras nueras, yernos, la gente que se va a poner a estudiar en pisos…”, enumeraba el invitado, promocionando la obra con vistas a la Navidad, en la que tantos regalos se hacen.

Estoy en la edad de jubilarme desde hace 15 años y no me jubilo”, bromeaba Karlos, que sigue con su programa en Antena 3 en la franja de la sobremesa. Sobre la jubilación, Arguiñano reconoció que tiene mucha gente jubilada a su alrededor, alguna más joven que él, incluso, “y te das cuenta de que no saben qué hacer”. Y cree que su libro es una buena forma de acercarle a la cocina “y aprenden a comprar carne y pescado, se divierten y se lo agradece todo el mundo. Lo digo de corazón”.

Él mismo está descubriendo en la actualidad nuevas aficiones: su hijo le regaló por su cumpleaños unas pinturas y unas piedras, y ahora pasa el tiempo libre pintándolas. Y regaló una de ellas a Pablo, al que también agasajó con otros presentes como unos paños de cocina y un gorro tradicional vasco. “El famoso Pablo Txapela”, decía con humor una de las hormigas, al ver a Pablo con la txapela. Un complemento que se dejó para el resto del programa.

Pablo aprovechó para hablar con Karlos Arguiñano de su familia. Y así preguntó algún plato para hacerle a su hermana Pepi, que es alérgica a una gran lista de alimentos que tuvo a bien enumerar. El chef solucionó la papeleta recomendando que le cocine unas colas de merluza al horno.

Motos también recordó a su madre: Mi madre siempre me decía: qué limpio es Arguiñano”. Y el cocinero reconoció que cuida mucho la limpieza, y que hay mujeres que le ven por la calle, se lo dicen también y que incluso le miran si tiene limpias las uñas. “Es el mayor piropo que me puede echar un ama de casa: qué limpio eres”.

En su participación, Karlos recordó que no hay que tirar el aceite sucio por el fregadero, porque así vienen “los atascos, los olores, las ratas, el mal rollo” y que hay que tirarlo en envases, y esos envases en puntos específicos para aceite usado. Y recomendó a la gente con poco tiempo cocinar con olla exprés, algo que a Pablo Motos le da cierto miedo. “Si tú eres boxeador y eres amigo de Topuria. ¡No me jodas!, exclamó con humor el cocinero.