Acompañada de Dabiz Muñoz, y bailando el tema infantil El baile del cuerpo, la canción favorita de su hija, Cristina Pedroche se convertía, una vez más, en la última invitada del año de El Hormiguero. Y lo hacía para promocionar la emisión de la Nochevieja de Antena 3, en la que estará acompañada de Alberto Chicote por noveno año consecutivo.
“Gracias por invitarme a despedir el último programa del año”, le decía Pedroche a Pablo Motos. De su imagen destacaba la cantidad de pendientes que lucía, la mayoría de ellos, “ficticios”. “¿Serán pistas?”, deslizaba Cristina.
Y es que el traje que luce para las Campanadas despierta un gran interés, y ella se dedica a dar pistas sobre el modelo en cuestión. Pistas que Pablo cree que “no sirven para nada”, pero Pedroche afirma que sí, “pero la gente no lo entiende”.
“Has dicho que quieres que lleve fluidos…”, apuntaba el presentador. Y Cristina le corrigió: “No he dicho fluidos como tal. El año pasado iba sobre el agua y a lo mejor este año no se aleja mucho…”. Sí que admitió que en la capa predomina un color, dentro otro color, “a lo mejor, tres, pero no es rojo”.
Motos quiso saber también si el traje era incómodo. “No me lo he probado todavía”, revelaba la colaboradora de Zapeando. Y añadía: “Es un vestido que se lo puede poner cualquier persona, tenga el cuerpo que tenga”. “Es porque el vestido puede romperse, degradarse…”, teorizaban Pablo y las hormigas. Algo que dio “rabia” a Pedroche porque “sois demasiado listos”.
Tras una pausa publicitaria, y degustar unos roscones de Reyes de Dabiz Muñoz, Cristina soltó “la exclusiva, que he estado guardándomela para El Hormiguero. Este año por primera vez en la historia en Antena 3 tenemos otro set de campanadas”. La retransmisión no será desde el clásico balcón, sino en “una terraza grande”. Algo que ayuda a su traje, porque no hay problema con altura o el ancho de la prenda. “Es el vestido más grande y más Pedroche. Es muy grande. Todavía no me lo han traído a esta ciudad”, aseguraba. Los diseñadores son españoles, y que bien podrían haberlo hecho para alguien como Beyoncé o alguna Kardashian.
Tras volver a preguntar si el traje sería ajustado, Cristina jugaba al despiste relatando que a lo mejor el de fuera no es tan grande, y “es más grande lo de dentro. O a lo mejor en lugar de haber un chas, hay un chas chas. La magia va a estallar en Antena 3”. “España no está preparada para esto, a lo mejor la gente se lleva las manos a la cabeza”, diría también.
Este año, y de manera excepcional, el vestido dormirá en su casa, porque los responsables no son de Madrid, y con esto se queda “un poco más tranquila”. Y en el caso de que pasase algo con la prenda, Cristina asegura que no tendría problema en presentar en chándal o vaqueros. “Si me lo roban, salgo sin el vestido”, afirmaría también Pedroche, quien asegura no preocuparse de las audiencias, a pesar de que sea la protagonista de las Campanadas más vistas en los últimos años.