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Antena 3 ha vuelto de mostrar tener atino a la hora de elegir las series turcas que emite en su prime time. El final de Hermanos planteaba un dilema: qué título podría lograr la fidelidad y la constancia de la ficción escrita por Gül Abus Semerci. La duda fue despejada con ciernes con el desembarco de Renacer. La serie médica liderada por Demet Evgar ha traído un soplo de aire fresco en varios sentidos.

El remake de la ficción surcoreana Doctora Cha no sólo suponía un cambio de género en el horario de máxima audiencia. Tras las múltiples tragedias que vivían los Eren en Hermanos, Renacer trae la frescura de la comedia, entremezclado con el drama médico. A ello se suma el carisma de su protagonista, Bahar. Es precisamente la temática de esta producción lo que impulsa a ver que las series turcas viven en constante renovación.

Como su nombre indica, Renacer es la historia de un renacimiento. La protagonista es una mujer de mediana edad que trabaja como ama de casa y que abandonó su carrera como médico para dedicarse completamente a su familia. No obstante, cuando una grave enfermedad pone su vida en peligro, descubre la traición de su marido, quien, siendo el único posible donante de hígado, se niega a salvarla.

En lugar de rendirse, Bahar encuentra una segunda oportunidad gracias a un donante anónimo. Decidida a retomar las riendas de su vida, vuelve a seguir su pasión por la medicina, enfrentándose con valentía a los obstáculos. A pesar de los desafíos que le plantea la vida y su entorno, Bahar se mantiene firme, luchando por sus sueños y por un futuro, siempre con optimismo y esperanza.

Su premisa la diferencia claramente de otro tipo de propuestas. La fama que tienen las series turcas es de tramas que tienden a lo melodramático y con protagonistas de relaciones que desarrollan vínculos tóxicos. Títulos como Pecado original, Fatmagül, Kara Sevda o İnadına Aşk: Amor obstinado han evidenciado tener tramas que atrapan, pero cuyas historias no dejan de salirse de lo predecible de este tipo de producciones.

Imagen del rodaje de la serie 'Renacer'.

Poco a poco, se va viendo que la industria audiovisual turca ha ido expandiéndose. En apenas 15 años, Turquía se ha erigido como una potencia audiovisual gracias a sus telenovelas y series. De hecho, en el aspecto de los culebrones, ya mira cara a cara a industrias tan potentes como las de Brasil, Portugal, México, Argentina, Corea del Sur o Japón. Según publicó El País, en 2020, unas 150 producciones otomanas se vendieron a 146 países de todo el mundo.

Sí, los melodramas románticos siguen siendo el fuerte. De hecho, Una nueva vida, la otra ficción turca que causa sensación en Antena 3, cumple con este patrón. Sin embargo, estos años han ido demostrando que se trata de una industria ambiciosa. Precisamente, la cadena de Atresmedia ha sido la más inteligente en cuanto a estrategia de emisión.

Escena de la serie 'Renacer'.

Desde que Mujer irrumpió en Antena 3, el canal ha ido conjugando estas producciones. Ha apostado tanto por títulos más arquetípicos como Mi hija o Inocentes, como producciones que han mostrado que las series turcas están abrazando un espíritu feminista. Ya lo demostraron con el viraje de Infiel en sus últimas temporadas, con un final en el que la protagonista, Asya, no terminaba enamorada de nadie, sino viviendo libre y triunfando como médico en el Reino Unido.

Las series turcas viven su ‘renacer’

Por otro lado, estuvo Secretos de familia. Galardonada con un Emmy Internacional a la mejor telenovela, esta ficción apostaba directamente por el thriller policial. Sí, su pareja terminaba junta. Sin embargo, el carácter de Ceylin y su defensa por apoyar casos en los que los derechos de las mujeres se veían amenazados le daba un trasfondo mayor y poco visto en las producciones turcas.

Renacer da un paso más. Primero, opta por dejar de lado el género del thriller y lleva ese espíritu feminista a la comedia. Hay reminiscencias de Anatomía de Grey, pero, como sucedía con el personaje encarnado por Ellen Pompeo, su faceta sentimental es una más, primando su vocación médica. Eso, sumado al carisma de su protagonista.

Cada vez más, títulos como Infiel o la misma Renacer dejan de ser la excepción en una industria que ha crecido hasta el punto de que están surgiendo voces que buscan defender el lado más moderno y progresista de estas producciones. Esto, por supuesto, supone también la ruptura de prejuicios hacia las producciones otomanas. Por otro lado, también sirve para poner en relieve el buen ojo que tiene Atresmedia, a la hora de seleccionar títulos con los que conjugan innovación como apuesta segura.