Este miércoles a las diez de la noche ha arrancado una nueva aventura en Telecinco: Next Level Chef, su primer talent show culinario desde el año 2006, cuando emitieron Esta cocina es un infierno. En ella, 15 concursantes elaborarán platos en cocinas divididas en tres niveles, cada uno de los cuales tiene su propia maquinaria; cuanto más alto el nivel, más comodidad disfrutarán.
Sin embargo, en esta primera gala entraron 21 aspirantes, siete por cada grupo. Se dividían en cocineros profesionales, amateurs y creadores de contenido. Y entre los profesionales destacó Melissa Herrera, una chef privado de Granada que asegura estar hasta las narices de sus clientes.
Y es que, al ser preguntada por Blanca Romero, explicó que a menudo sus clientes se piensan que en la despensa tienen todo tipo de productos, y que le hacen peticiones, como comidas internacionales, para las que no está preparada.
Más adelante, Blanca Romero presentó a los tres mentores del concurso: Francis Paniego, Marcos Morán y Rakel Cernicharo. “He entendido que esto es un programa transgresor, con una presentadora, dos hombres, una mujer. Me suena de haberlo visto antes. En serio, Blanca ¿así vamos a hacer historia de la televisión?”, preguntaba con humor Morán, dando a entender que las comparaciones con MasterChef iban a ser inevitables. No obstante, incluso ambos formatos comparten productora, Shine Iberia.
“Rakel qué ilusión tenerte aquí”, decía Blanca a Cernicharo, chef valenciana. Y, como primera toma de contacto, preguntó que cómo iba a criticar a los concursantes que no se organicen, si en su restaurante no tiene carta y no sigue los ingredientes, pues se guía por sus conocimientos. “Fácil, si no está organizado, pero la elaboración está bien hecha y funciona, no hay bronca. Siempre que esté mal, habrá tirón de orejas”, advertía.
Blanca Romero entonces hacía un paréntesis para contar un “cotilleo”: “Melissa y Rakel se conocen, fueron rivales en el mismo concurso de cocina. Yo os he visto casi arrancaros los pelos”, admitía la presentadora.
“Nos hemos matado”, reconocía Melissa. Al ser preguntada sobre si se iban a pelear en este formato, la concursante lo negaba. “A mí me encantan las peleas, yo os animaré”, apostillaba Blanca, echando leña al fuego.
El concurso en el que ambas coincidieron es la última edición de Top Chef de Antena 3. Melissa aguantó en la competición once semanas, y Rakel acabó alzándose como ganadora. La relación entre ellas fue, efectivamente, difícil, y Melissa llegó a decir en cierta ocasión que si su compañera reconocía su plato le echaría veneno.
Sin embargo, el tiempo todo lo cura, y con el primer plato que Rakel ha probado de Melissa le ha hecho un gesto cariñoso, señalando que le había llegado al corazón. Melissa consiguió pasar el corte y se convirtió en concursante de pleno derecho, y se incorporó al equipo de Marcos Morán.