El pasado mes de enero Antena 3 cumplió 35 años en emisión, en lo que supuso la primera televisión privada en España. Y para celebrar esta fecha, hoy miércoles han visitado El Hormiguero Matías Prats y Susanna Griso, dos de los presentadores más conocidos de la cadena.

Tras introducir la conversación hablando de cómo vivieron la cobertura de la DANA que azotó Valencia el pasado octubre, Pablo Motos se lanzó a recordar cómo ambos comenzaron como pareja televisiva en los informativos en 1998.

En ese sentido, Susanna Griso contó cómo le llamaron y le propusieron ficharla para el informativo del mediodía, pero no le querían decir junto a quién iba a presentar. “Era muy secreto, un secreto casi de estado”, apuntaba la comunicadora. “No lo entiendo, debería estar yo más impresionado. ¡Que voy a presentar con Susanna Griso!”, bromeaba Matías Prats.

El periodista recordaba entonces cómo recientemente había leído una entrevista a Susanna de cuando empezaron a trabajar juntos, y ella vaticinaba que iba a ser “un matrimonio muy fructífero, y va a durar muchísimo”. “Se piró a los tres meses”, deslizaba con humor.

Susanna explicaba entonces que junto a Prats ha vivido muchas cosas, como su primer embarazo. “Ese niño se crio en el camerino de Matías, porque él tenía camerino y yo no. Iba al camerino con el sacaleches y la nevera”, narraba la presentadora de Espejo Público. En su defensa, Matías aclaraba que tenía camerino porque Antena 3 emitió el mundial de fútbol de 2002, de Japón y Corea, y tenía que acudir de madrugada a la cadena para hacerse cargo de la retransmisión.

Aquel primer camerino era muy pequeño, pero ahora las cosas han cambiado. “Matías visitó mi camerino y se quejó de la cantidad de zapatos que tengo”, bromeaba Susanna sobre su estancia actual. “250 pares de zapatos”.

Pablo Motos quiso poner sobre la mesa un tema muy particular. Y es que a Susanna Griso no le hacían gracia los chistes de su compañero Matías Prats. “Depende del día”, admitía la catalana, que luego quiso aclarar que ríe “bastante las gracias” a Prats. “Ahora sí, ha cambiado mucho” le reconocía Matías.

Para Susanna, los chistes o anécdotas de Matías son “como el chiste que te sabes, cuando empieza contarla, lloro. Pero esas cosas que improvisaba había momentos que me quedaba así”. Y en ese momento ponía cara de incredulidad.

Prats apuntaba que “no había comicidad, y ella era bastante tímida. Pero era algo especial, porque otras personas a mi alrededor sí sonreían”. Sobre su particular humor, Matías explicó que él más que chistes juega “con el distinto significado de las palabras, alguna frase, pero no tiene posibilidades de confrontarse con nadie más. Creo que va a caer medianamente bien, pero no aspiro a demasiado”.

En ese sentido, Griso sentenció que fue “una forma de soltarse la melena”, pues venía de la televisión pública y se sentía “más libre y quiso darle a su vis cómica, que la tiene, tiene mucho humor”.