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De la complejidad de la existencia del ser humano. De eso trata Camino al zoo, la obra de teatro que Fernando Tejero ha acudido a promocionar a El Hormiguero esta noche, poco después de que se conociese que abandona La que se avecina.

En la función somos animales encerrados cada uno en su propia jaula, que es la sociedad. Con sus traumas y sus inseguridades, y cada uno busca en el otro algo que a él le falta”, explicaba el actor cordobés a Pablo Motos.

Tras hablar sobre la función y sobre el amor de Fernando hacia sus perras, el presentador le preguntó de cómo el texto trata las consecuencias de no mostrarte tal cual eres, algo que le pasó al propio Tejero. Al principio al llegar a Madrid tocabas tu personalidad para encajar…”, deslizaba Pablo Motos.

“Sí. Cuando llegué a Madrid no era yo”, admitía el invitado. “Sí era yo, pero quien yo quería ser, o quién era. Llegué a estudiar Arte Dramático con 27 años y decía que era heterosexual, por ejemplo”, añadía.

El que fuese Emilio en Aquí no hay quien viva reconocía que meterse en un caparazón durante años “pasa factura y tiene consecuencias” “Es duro, fingiendo ser quien no eres. Es una de las cosas que habla la función y es muy necesario, ser quien uno es. A quien le guste bien y al que no, a freír espárragos”, sentenciaba.

“¿Estuviste mucho así?”, quería saber el valenciano, y Fernando le reconocía que 27 años, toda su vida hasta llegar a Madrid. “Piensa que en mi infancia adolescencia era muy complicado (ser homosexual). Y para la gente por desgracia todavía lo sigue siendo y eso es lo que hay que evitar. Viví una época en la que te señalaban con el dedo, el bullying lo he vivido en la escuela, en la calle, en todos sitios”, enumeraba el invitado.

Fue en la escuela de arte dramático donde Fernando pudo hablar a otros de cómo es. “Lo primero que te hacen es aceptarte como tú eres, vas haciendo monólogos y ahí fue la primera vez que dije soy homosexual”, recordaba. Su círculo reaccionó bien, y lamentó que el problema lo tenía él mismo, “por lo que había pasado de pequeño y casi adolescente, que había sido juzgado por la sociedad, había sufrido bullying y el desprecio de la gente”.

En ese sentido, Fernando Tejero apuntó que este mismo jueves había leído una noticia de una nueva agresión homófoba. “Le han vuelto a pegar una paliza a un chico por ser homosexual. Me emociono porque es terrible. Yo también tengo miedo, quién te dice que un día no te encuentras a cuatro exaltados en la calle y te dan un palizón”, decía quebrándose. E intentando dar un tono más amable, le recordaba a Pablo que “hemos venido a divertirnos”.

Pero Motos no quiso pasar la página rápido, pues le había impactado el “tener miedo por el hecho de que te guste una cosa u otra”. “Si tú eres feliz, qué te importa con quién se acuesta el de enfrente. Falta amor en el mundo, porque el amor mueve montañas, el amor todo lo cura y el mundo creo que está cada vez más ausente de amor”.

Y aprovechando la ocasión, e invitado por el presentador, Fernando lanzó un mensaje de ánimo a quien esté sufriendo por su orientación sexual: “Si tu familia no te quiere, no te quiere ni siendo homosexual ni de ninguna forma. Si tu familia te quiere te va a querer de cualquier manera. Si no dices como eres no eres libre. Lo digo yo, que no lo he sido, y pasa factura y se sufre muchísimo”.