Jesús Cintora.

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Jesús Cintora: "La cancelación de 'Las cosas claras' fue un atropello. Hicimos una labor de servicio público muy digna"

El periodista regresa este miércoles a TVE con 'Malas lenguas', un programa que pretende luchar contra los bulos y la desinformación.

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Jesús Cintora vuelve a TVE. Tras su polémica salida en 2021 con Las cosas claras, el comunicador soriano regresa a la Corporación con Malas lenguas, un magacín con el que se dedicará a concienciar a la audiencia sobre los peligros de la desinformación. Su estreno este miércoles será en simulcast, en La 1 y en La 2, a partir de las 18:45 horas.

TVE buscaba darle un nuevo perfil a La 2 con un programa distinto para sus tardes y pensaron en mí. Va a ser un espacio novedoso, con elementos que serán completamente experimentales para mí”, declara Jesús Cintora en un encuentro con los medios, entre los que estaba BLUPER.

Entre esos elementos nuevos, está el apartado del humor. Habituado a espacios más cercanos a lo informativo y opinativo, Cintora tendrá a humoristas entre los colaboradores y que contará con la presencia de los Teletrapos, unos muñecos que recuerdan a los míticos Guiñoles de Canal+.

“Estamos en un momento en el que parece que se persigue a los humoristas. Por ello, es importante que también tengan su espacio. Su labor es hacer comedia y es fundamental, dado que parece que nadie quiere arriesgarse a hacer humor”, reconoce.

Producido por RTVE en colaboración con Big Bang Media (The Mediapro Studio) y basado en un formato creado por El Terrat y La Osa Producciones Audiovisuales, Malas lenguas busca combinar información, servicio público, humor y entretenimiento.

Jesús Cintora en la presentación de 'Malas lenguas'.

Jesús Cintora en la presentación de 'Malas lenguas'.

¿Cómo recibiste esta propuesta y qué te hizo decir que sí?

Me lo propusieron como un proyecto sobre un programa pensado para hacer servicio público, pensando en un perfil relacionado con la actualidad. Pensaron en mí. También consideraron que era importante construir en La 2 un espacio novedoso que tiene elementos que, para mí, son más experimentales y que no había puesto en práctica.

Entre esas nuevas experiencias están los momentos de humor. También invita a los espectadores a que tengan cierta paciencia porque tiene varios elementos novedosos y se combinan con otros aspectos más clásicos y habituales a lo que han visto. Está parte de colaboradores, expertos e invitados y habrá ese toque propio de un formato conducido por mí.

Pero eso no quita que se sienta como algo nuevo. Cuento con un amplio equipo que está trabajando para hacer este proyecto de la mejor manera posible. La televisión ha evolucionado y los temas que se tratan también. Vamos a ver qué tal. Justo en julio se cumplirán cuatro años del final de Las cosas claras.

Se ha comentado que TVE es tu nueva casa. Pero, realmente, ya lo fue. ¿Cómo has vivido este regreso después de una salida tan polémica como la que tuviste?

En cierta manera sí que es mi nueva casa y también significa un regreso. Es decir, hasta ahora, estaba con mi estudio en el barrio de La Elipa, haciendo mis pódcasts. Ahora he pasado de trabajar en Ciudad Lineal a estar en la casa de todos, la televisión pública. Para mí sigue siendo una experiencia nueva.

Como periodista he tocado muchos palos y he hecho cosas de lo más variopintas. Comencé a trabajar en la profesión con 17 años, he hecho radio local, radio nacional, televisión, programas para el prime time, para el day time. He estado de presentador, de contertulio, he escrito en medios digital, ahora también estoy en YouTube.

"Quiero que en 'Malas lenguas' todas las sensibilidades políticas se vean reflejadas"

¿Cómo has visto la introducción de la comedia en tu programa?

Tanto a nivel profesional como personal, la vida es un aprendizaje continuo y he tenido la oportunidad de estar en formatos en los que he ido aprendiendo diferentes cosas. Recuerdo que cuando me hice cargo de Las mañanas de Cuatro, no había conducido un piloto en mi vida y me soltaron ahí.

Voy a tener que aprender también muchas cosas con Malas lenguas. Por ejemplo, el humor no es mi terreno y me va a hacer salir de mi zona de confort. Lo que sí va a mantenerse es mi intención de que todas las sensibilidades posibles estén representadas. Es algo que he intentado hacer en todos los formatos que he conducido. Que haya gente de derechas, de izquierdas, de centro, liberales, comunistas, democristianos, socialdemócratas... Creo que es como deben ser las cosas.

Rueda de prensa de presentación de 'Malas lenguas'.

Rueda de prensa de presentación de 'Malas lenguas'. RTVE

¿Crees que es posible contar la verdad a través del humor o que puede verse esta mermada en la información?

A ver, el humor pretende esbozar una sonrisa, entretener. Por supuesto, puede tener alusiones informativas, por ejemplo, desde la sátira, la ironía. Eso puede pasar. Por otro lado, toca ver cómo encajará con la parte más de actualidad, en la que conectaremos con periodistas y expertos de distintos ámbitos. Habrá también reporteros y estaremos pendiente de la opinión pública.

En medio, estará el humor. Estamos en un momento en el que parece que se persigue a los humoristas. Por ello, es importante que también tengan su espacio. Su labor es hacer comedia y es fundamental, dado que parece que nadie quiere arriesgarse a hacer humor.

Hay gente que no entiende los códigos de la comedia, que denuncia a los comediantes. También estamos los informadores que, a veces, también somos un poco incomprendidos por tener un sentido crítico y atrevernos a contar cosas que algunos ocultan.

¿El humor y la información se van a mezclar o van a estar separados?

Malas lenguas es un compendio de varias cosas. Es decir, hay espacio para el humor, para la investigación, para la actualidad, para estar pendientes de lo que ocurra en la calle. Va a haber muchos elementos y no está todo definido en base a su minutaje. Habrá margen para la improvisación.

No soy una persona que lea un teleprónter, porque vengo de la radio, donde hay un punto de espontaneidad donde no hay un guion establecido al milímetro y perfectamente minutado. La idea es que todo fluya.

"Se publicaron muchos bulos contra mí y mi familia cuando 'Las mañanas de Cuatro' comenzaron a funcionar en audiencias"

¿Has sido víctima de alguna mentira que te haya hecho daño? ¿Cómo haces frente a bulos que te afectan directamente?

En mi caso, fue cuando Las mañanas de Cuatro comenzaron a funcionar en audiencias. Comenzaron a publicar bulos contra mí y también contra mi familia. Hicieron daño. Hay infundios que se publicaron de manera intencionada y también interesada. Se buscó hacer daño al rival, al competidor. Eso lo viví en esta etapa. Hubo una campaña de desgaste absoluto.

Esos bulos siguen ahí, en la red. Hay un montón de cosas publicadas sobre mí o sobre mi familia que no son verdad. Es ahí donde se debe hablar de la memoria digital. Esto es un caso particular, pero está ocurriendo a nivel general. Se inventan realidades paralelas de personas, de empresas. Lo peligroso es que hay gente que se lo cree.

Hubo políticos que dijeron que la cancelación de Las cosas claras fue un despido político.

Sólo puedo decir que disfruté de esa época. Fue un programa que se hizo con una enorme vocación de trabajo, con un equipo lleno de talento y con una enorme ilusión de sacar el formato adelante. Vivíamos un momento complicado, en plena pandemia. Creo que hicimos una labor de servicio público muy digna.

Se quitó, a pesar que estaba teniendo una evolución muy buena, tenía una línea claramente ascendente. Pero bueno, la vida son etapas. Nunca he dejado de decir que fue un atropello, por más que ahora vuelva a TVE. Lo único, yo seguiré haciendo mi labor. Sólo le pido a la vida, salud. Tengo 48 años y llevo desde los 17 trabajando en el oficio.

El Teletrapo de Donald Trump junto con el equipo de 'Malas lenguas' durante la presentación del programa.

El Teletrapo de Donald Trump junto con el equipo de 'Malas lenguas' durante la presentación del programa. RTVE

Malas lenguas es una producción en la que hay varias compañías, Big Bang Media, El Terrat, La Osa Producciones, y está también la plataforma Verifica RTVE. ¿Cómo ha sido trabajar con gente tan distintas?

Debo decir que Malas lenguas no es un formato mío. Es decir, no es un producto ideado por mí. Hay otros que sí lo fueron, como Las cosas claras, donde había más autoría propia y que tenía elementos parecidos a los de Las mañanas de Cuatro. En este caso, hay distintas manos. Habrá que ver cómo va creciendo.

¿Vas a poder compaginar tu labor de presentador con tu canal de YouTube?

Soy muy activo. Escribo libros, tengo mi canal, hago conferencias, ahora estoy presentando este programa. Es forma de ser y de trabajar. No puedo olvidar que tengo más de 180.000 seguidores en YouTube y que esperan que haya más contenido. Por supuesto, seguirá habiendo más, pero voy a tener menos tiempo para ello.

Al igual que cuando he escrito un libro mientras lo compaginaba con otra cosa, me lo tomaré todo con más calma. La idea es continuar con todo, incluso las conferencias. Pero de manera más tranquila.

"Me gustan los programas donde fluye la improvisación"

Entre las novedades de Malas lenguas están los Teletrapos, que son una especie de regreso a los Guiñoles que había en Canal+. ¿Hay sitio en la televisión española actual la vuelta de este tipo de humor?

Es una experiencia. Claro que tiene cabida, porque se va a hacer. Que vaya a gustar o no, no es responsabilidad mía. Tengo un enorme respeto por la audiencia. Insisto, hay un gran equipo de profesionales que hacen una labor estupenda. Mi único compromiso es en mi responsabilidad y esfuerzo en el formato.

¿Te has fijado en la competencia? Hay otros formatos, incluso en franjas similares de audiencia, que mezclan humor con actualidad informativa, como Todo es mentira o El Intermedio.

Como he dicho antes, este programa no está ideado por mí. Por otro lado, yo me formateo a la hora de enfrentarme a un nuevo proyecto. No me he fijado en otros canales, estoy enfocado en mi propio proyecto. Obviamente, estoy al tanto de lo que hay en otras cadenas, claro que sé lo que se hace en El Intermedio o en Todo es mentira. Tengo un gran respeto por los profesionales que están detrás de estos programas.

Ellos están más que consolidados en sus franjas, yo me enfrento a un formato nuevo y en una cadena como La 2. Por otro lado, aprovecho para decir que, en este programa, nadie va a decir lo que es verdad o mentira. No voy a salir con una pizarra para decir lo que está bien o mal.

Foto de familia con Jesús Cintora y el resto del equipo de 'Malas lenguas'.

Foto de familia con Jesús Cintora y el resto del equipo de 'Malas lenguas'.

Pero, ¿cuáles serán los temas en los que sí se diga rotundamente que son bulos o desinformación?

Mi labor es conducir el formato, que la gente esté lo más cómoda posible y rebatir con datos los bulos que se lanzan. Por ejemplo, aquellas mentiras que niegan el cambio climático o las que dicen que la violencia de género no existe. Estamos escuchando auténticas barbaridades.

Se está negando el derecho al respeto que tienen las víctimas del Franquismo cuando en este país, afortunadamente, la sociedad es mayoritariamente consciente del respeto por las víctimas de ETA. Debe haber el mismo respeto por ambas. No hay distintos grados.

También estamos viendo una realidad paradójica. Nunca hubo tantos contenidos y tantas posibilidades de informarse, pero también nunca hubo tanta gente desinformada, precisamente por esa ingente cantidad de información, en la que hay también muchos bulos y mentiras.

¿Crees que los bulos han provocado que la gente te etiquete desde una perspectiva demasiado ideológica?

Bueno, que el programa no haya empezado aún y nos hayan suspendido la cuenta en X es muy llamativo. Yo ni siquiera he creado el perfil en redes sociales. Aunque yo sea la cara visible de este proyecto, hay mucha más gente detrás. Se le olvida a cierta gente que detrás de los profesionales, hay personas.

"Tengo mis ideas y no las oculto, pero puede verse que no he tenido problemas en trabajar con medios con una ideología distinta"

Recuerdo que, hace poco, una reportera fue insultada y atacada agresivamente sólo por hacer su trabajo. La atacaron porque iba en nombre de TVE. Alguien que trabaja en un medio está ahí por sus méritos profesionales, a nadie le piden el carné de un partido para trabajar como reportero. En mi caso, hay gente a la que le gusto más y gente a la que menos. Eso es ley de vida, no le puedes caer bien a todo el mundo. Yo me concentro en mi trabajo.

Si alguien ve mi trayectoria, puede comprobar que he estado en programas muy diferentes a nivel ideológico. Pueden ver que me quitaron de formatos con gobiernos distintos. He estado trabajando varios años en Cadena Ser, en tertulias de Trece, he colaborado con Ana Rosa Quintana, he escrito para El Mundo, he trabajado para laSexta. Por supuesto, tengo mis ideas y no las oculto, pero puede verse que no he tenido problemas en trabajar con medios con una ideología distinta.

Se ha comentado que los bulos son muy atractivos para la sociedad. ¿Por qué?

He intentado explicarlo varias veces, hasta he escrito un libro sobre ello, El precio de la verdad. A veces, un bulo es especialmente espectacular por cómo está construido y eso es lo que despierta la atención del público. Por ejemplo, decir que hay una enorme cantidad de muertos en tal sitio, que una vacuna te mete un chip para controlarse, que el mundo lo controla el Club Bilderberg o Soros.

Hay toda una comunidad que se retroalimenta de esta falsa información y el algoritmo, a veces, lo facilita. Gente que cree que el Gobierno está derribando embalses adrede para favorecer la Agenda 2030 o que cree que a Ayuso le chivan todo lo que debe decir por un pinganillo. Ven una conspiración a cada momento. Eso es un peligro.

Jesús Cintora presentará 'Malas lenguas' en La 2.

Jesús Cintora presentará 'Malas lenguas' en La 2. RTVE

Vas a coincidir en franja horaria con La familia de la tele. ¿Conocías a María Patiño o Belén Esteban? ¿Ves algún tipo de sinergia entre programas?

Sí. Hicimos un acto promocional en el que estuvimos en el estadio Metropolitano para intervenir durante el descanso en la Copa del Rey. Estuvimos la gente de La familia de la tele, Andreu Buenafuente y yo. La verdad es que [con la gente del extinto Sálvame] me crucé varias veces con ellos en los pasillos cuando estábamos en Mediaset.

Recuerdo encontrar, en el mismo sitio, a figuras tan diferentes como Revilla y Belén Esteban. También coincidían gente como Pablo Iglesias o Francisco Granados. Todo en un pasillo de Mediaset o a las puertas de un plató, porque mucha gente distinta coincidía a la hora de salir para fumarse un cigarro. Como he vivido eso, tengo mucha naturalidad si me toca coincidir con compañeros tan distintos.