Parece que aunque Gran Hermano presente una de sus galas más interesantes ya no es capaz de llamar a un nuevo público. El reality por excelencia de Telecinco tiene un público fiel que no se despega de la pequeña pantalla, pero ya no es capaz de conseguir nuevos espectadores.
Este jueves, en su tercera gala, Jorge Javier ha conseguido un 19,2% de cuota de pantalla, lo que supone medio punto menos respecto a la pasada semana. Todavía no ha alcanzado los preocupantes datos de las primeras galas de GH 15, pero no son datos extraordinarios para apenas tener competencia.
La gala intentaba tirar de su punto más nostálgico con la entrada de tres ex primeras expulsadas, Maite, María José Galera y Amor Romeira. Además, comenzó por todo lo alto con la expulsión de Álvaro por sus comentarios. Después vivió uno de los momentos más tensos cuando Pablo decidía abandonar de forma voluntaria tras haber sufrido un ataque de ansiedad por el agobio producido por Maite, su nueva compañera de habitación.
A pesar de esta combustión de temas, el reality mantiene sus datos y cerró la noche con 2.117.000 espectadores de media. Supone una subida de apenas 7.000 espectadores, lo que se puede considerar un dato exactamente equitativo al alcanzado la pasada semana.
Aunque baja ligeramente respecto a la pasada semana, Águila Roja consigue mantener su liderazgo en la noche de los jueves con un 14,6% de cuota de pantalla media y acumulando 2,4 millones de espectadores en prime time.