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Alejandro I, el deseado, llegó, fue visto y venció. Y eso que no ha sido su mejor arranque. Pero 2,5 millones de euros recaudados le bastan a Regresión para poder sacar pecho: ya es el mejor primer fin de semana de una película española en lo que va de año. Se le esperaba como salvador de una taquilla nacional adelgazada por la operación bikini de julio y agosto. La industria necesitaba un atracón como éste.

El cine español había probado aperitivo con Atrapa la bandera y, en menor medida, Anacleto: agente secreto. Juntas redondearon el mes hasta situarlo cerca de los 1,2 millones de espectadores y 8 millones de euros recaudados, según datos de Rentrak (entre el 4 y el 27 de septiembre, fechas que coinciden con fines de semana).

El panorama languidecía y nadie esperaba que se alcanzaran los 3,2 millones de euros del mismo mes de 2014. Hasta el fin de semana del 28-30, cuando se estrenó Atrapa la bandera: 230.000 espectadores y 1,46 millones de euros en su arranque hicieron respirar a muchos. Pero se quedaban lejos de los tres primeros días que había logrado Las aventuras de Tadeo Jones, el anterior filme del director.

Atrapa la bandera ha demostrado ser un corredor de fondo, y ha ido sumando en las siguientes semanas sin caerse de los primeros puestos hasta llegar al millón y medio de espectadores. Anacleto se le sumó siete días después con 867.000 euros en su primer fin de semana. Un mes más tarde, ambas siguen fuertes: la película de animación de Pedro Gato de aventuras lunares lleva recaudados casi 8,2 millones (a 27 de septiembre, faltan las cifras del primer fin de semana de octubre). El filme de Javier Ruiz Caldera sobre el agente secreto casi suma 2,5 millones.

La industria, probablemente animada por el buen final de mes, situaba sus previsiones para final del año en torno al 20% de cuota de pantalla. Pero lo cierto es que a comienzos de septiembre no llegaba al 13%. Podía parecer una inyección de optimismo. Después del año mágico de 2014, cargado de apellidos vascos, que había terminado con 22,4 millones de espectadores de los casi 88 totales que fueron a las salas, repetir la jugada se antoja una misión imposible. El primer fin de semana de Regresión parece otro soplo de aire para acabar el año a la altura de 2012 (19,5%).

Peor que 'Ágora'

Sin embargo, para Amenábar, un cineasta acostumbrado a manejarse en las cifras de los grandes blockbusters de Hollywood, el debut de Regresión supone varios pasos atrás. Más atrás incluso de sus comienzos con Tesis y Abre los ojos. En 2009, Ágora había sumado 5,4 millones de euros en su primer fin de semana. Mar Adentro arrasó en 2004 en el mismo periodo: 445.000 espectadores y 2.283.000 euros en taquilla.

En euros corrientes, la cifra de Mar adentro es menor que los 2,5 millones de Regresión, pero el precio medio de una entrada hace once años era varios euros menor (de 4,8 euros de media en 2004 a los 7,22 de diciembre de 2014, en fines de semana, según Facua). De hecho, los espectadores del nuevo título de Amenábar no han llegado a 357.000 en este pasado fin de semana. A precios de hoy, Mar adentro habría recaudado 3,2 millones.

Con todo, las cifras de Regresión superan ampliamente la media del cine español y juegan en otra liga. Si sigue convenciendo al público en las siguientes semanas, el filme de Amenábar puede acabar el año como el más visto en las listas de producciones españolas. Tendrá que medirse en ese ranking con la comedia Perdiendo el norte, de Nacho G. Velilla, que hasta el anterior último fin de semana de septiembre iba ya por 10,4 millones recaudados, con Ahora o nunca (8,3 millones de euros) y con Atrapa la bandera (8,2 millones).

Los productores calculan que la cuota del cine español llegará al 20%. El Gobierno cree que rondará el 18%

La cuota de pantalla del cine español (el porcentaje de público que opta por nuestro cine sobre el total) es uno de los datos que más dan que hablar cada año, ya que mide en cierto modo la salud de la industria. El 25% de 2014, el año de Ocho apellidos vascos, fue, todo el mundo parece estar de acuerdo en esto, un dato atípico. Un espejismo. Pero tan real, como dato, como lo fue el 14% del desastroso 2013. No son representativos, pero están ahí y no pueden ser obviados. Entre ellos se sitúan las previsiones de FAPAE, la principal asociación de productores, que cree que al final de año la cuota estará en torno al 20%.

Otra previsión es la del Gobierno: en una de las memorias anexas a los Presupuestos Generales del Estado, se establecen objetivos: acabar el año en el 18%. Para ello, han elaborado los presupuestos con un 14% en mente. El año anterior se presupuestó -subvenciones, Fondo de la Cinematografía...- para un 15,69%. Llama la atención la previsión para 2016: nada menos que el 25,22%. Este año puede efectivamente cerrarse con datos positivos gracias Amenábar y a algún estreno pendiente como el de Mi gran noche, de Álex de la Iglesia, que se estrena el 23 de octubre.

Quizá la previsión se quede incluso corta para ambos: el 20 de noviembre el tándem Borja Cobeaga (guionista) y Emilio Martínez-Lázaro (director) estrena Ocho apellidos catalanes, la segunda parte del filme más taquillero de la historia del cine español. Si el público vuelve a responder en masa, el año puede romper récords. Pero repetir el fenómeno parece difícil.

En 2016 llegarán Silencio, de Pedro Almodóvar, y el filme sobre Paesa de Alberto Rodríguez, titulado provisionalmente El hombre de las mil caras. También Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona, un director acostumbrado a romper las estadísticas con El orfanato y Lo imposible. ¿Bastarán para alcanzar ese ambicioso objetivo?