Miguel Ayanz
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Se hace extraño hablar de Alan Rickman, que acaba de fallecer a los 69 años de edad en Londres, en términos puramente cinematográficos: fue, durante más de 30 años, uno de los actores más reconocidos de las tablas inglesas. Su familia ha confirmado a medios ingleses el fallecimiento del actor en la ciudad que lo vio nacer.

Lo cierto es que Rickman es también uno de los rostros más conocidos de la gran pantalla, gracias sobre todo a sus papeles de villano en películas como La jungla de cristal, Robin Hood, príncipe de los ladrones y Sweeney Todd, donde su mirada incisiva le convirtió en personaje maquiavélico.

Fue otro de estos papeles de ética ambigua -aunque luego no todo fuera lo que aparentaba-, el del profesor Severus Snape, el que en la última década le dio a conocer a toda una nueva generación, y en concreto a los fans de una conocida saga, la de los libros y las películas del mago Harry Potter. Fue el personaje de ambigüedad perfecta para hacer creer a todos los fans de la primera entrega -no hay mucho spoiler a estas alturas, vistas todas las posteriores- que su personaje era el malvado Voldemort.

Rickman nació en 1946 en Londres. Formado en la Royal Academy of Dramatic Art, debutó en 1978 en televisión en una versión de Romeo y Julieta, pero pronto comenzó a alternar papeles en teatro con apariciones en el cine.

Rickman fue el sherif de Notthingham en Robin Hood, príncipe de los ladrones

Sus momentos más memorables para el público pertenecen a sus villanos: él fue la némesis de Bruce Willis en la primera entrega de La jungla de cristal (Die Hard), de 1988, y con su humor socarrón contribuyó al éxito de esta entrega de acción que acabaría convertida en pentalogía. 

Otro de sus villanos clásicos es el del sherif de Notthingham en Robin Hood, príncipe de los ladrones, frente a Kevin Costner (1991).

Rickman siguió participando en numerosas películas, desde éxitos en el terreno d ela comedia romántica como Love Actually (2003) hasta las reciente versión de Tim Burton de Alicia en el País de las Maravillas. Con Burton volvió a hacer de villano, el juez Turpin, en el musical gótico Sweeney Todd (2007), y de la mano de este director le veremos en breve en la que será su última aparición: Alicia a través del espejo (2016).