Los Goya en Twitter: del amor entre Iglesias y Rivera a la 'huida' de Tim Robbins
En la jungla. Noche de Goya, de cine, de vestidos y discursos... y por encima de todo, de tuits. La red social no perdonó un detalle pero sobre todo hubo consenso en una cosa: menos mal que se acabó.
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Noche de Goyas. Como cualquier gran evento, el interés de los espectadores se ha dividido entre lo que se ceñía al tema y lo que se decía en las redes que, como siempre, han sido un termómetro de los mejores momentos de la gala con grandes dosis de ingenio y, por qué no, de bastante mala leche.
Dos actrices se llevaron premio y una buena cantidad de sorna. Irene Escolar, la mejor actriz revelación, destacó en las redes por la intensidad de su discurso, tan aparentemente alegre como impostado.
Irene Escolar preguntara la hora o que hay de comer con esa intensidad!? #Goya2016
— Belen Unzurrunzaga (@la_unzu) febrero 6, 2016
Tal era la alegría de la joven intérprete que los agradecimientos se extendieron no solo hacia la vertiente profesional de su galardón sino a 'circunstanciales', como el "taxista" que le llevó a la gala por su "esfuerzo". En Twitter hacía falta poco más pero es que, además, también dejó una perla polémica: su rechazo al capitalismo:
Irene Escolar: "El capitalismo me hace llorar siempre". Sufre en los #Goya2016 pudiendo actuar en pelis norcoreanas: https://t.co/ZsK8zFbj4i
— Giliprogre (@Giliprogre) febrero 6, 2016
La otra intérprete que se llevó un premio fue Natalia de Molina, mejor actriz principal. Su discurso también fue un tanto atropellado, hasta el punto de que la música le cortó un momento dado. Algo que algún tuitero agradeció...
Natalia de Molina #Goya2016 pic.twitter.com/FzUxIlzd3X
— *Mireia* (@teixidor_mireia) febrero 7, 2016
...y otros censuraron por lo que suponía dejarla sin su minuto de oro.
¿No hay tiempo para Natalia de Molina pero si para unos nazarenos con tambores? esto no es serio #Goya2016
— Paulo Campos (@opaulocampos) febrero 7, 2016
Entre los tuits que buscaron la sonrisa hubo para dar y tomar. Números de magia, coreografías, Serrat... y política. Fue la noche, además, en la que vimos a Pablo Iglesias abandonar su habitual estilismo de camisa arremangada: apareció con esmoquin y pajarita. En la grada, además, y para más morbo, se sentó al lado de Albert Rivera. Curiosa estampa.
Cuando te sientan en una boda al lado de tu ex. #Goya2016 pic.twitter.com/Aq93e9Qz0V
— Sr. Gritos ™ (@Edvardo_Munch) febrero 6, 2016
Pero, en contra de algunos 'malpensados, entre ambos reinó el 'buen rollo'. Tanto que la complicidad entre ambos durante algunos momentos alcanzó el top con esta peculiar petición. (Spoiler: la cosa no fue a más)
¡Qué se besen!
— Santiago Romero Ruiz (@atlante83) febrero 6, 2016
¡Qué se besen!#Goya2016 pic.twitter.com/V4Xnx6mp7c
Y si de amor iba la cosa, nada como ver a una de las parejas más impactantes del papel cuché, la que forman Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa que, por supuesto, también tuvieron una buena ración de tuits.
Mario Vargas Llosa en los #Goya2016 con la Preysler. Y no, no es por un guion, es simple espectáculo
— anna maria iglesia (@AnnaMIglesia) febrero 6, 2016
La fiesta del chivo. #Goya2016 pic.twitter.com/Nz5w9sVXmL
— Larra on fire (@LaVozDeLarra) febrero 6, 2016
Otro momento destinado a la viralidad desde el mismo momento de su presencia en el escenario fue la aparición de Victoria Abril con un peinado que desafiaba las leyes de la gravedad. Los parecidos con otros personajes proliferaron de forma exponencial.
Pero yendo a lo serio, a lo puramente cinematográfico, el caché de los actores que concurrían a los premios era considerable. Tim Robbins ha sido una de las estrellas internacionales más relevantes. Y si bien el estadounidense es todo un profesional no pudo evitar momentos de cierta incomprensión hacia lo que presenciaba. No es por ello que en las redes sociales se bromeara con sus reacciones y con su hipotética huida del auditorio.
Tim Robbins tras conseguir fugarse de la gala #Goya2016: pic.twitter.com/3wm08kkvcQ
— Angelote Palote❔ (@Descastado) febrero 6, 2016
Pero eso no se produjo. Tim Robbins fue tan profesional que incluso no hizo amago de levantarse del sillón ni en un momento tan peculiar como de la tamborrada, en la que tanto el actor estadounidense como la actriz gala Juliette Binoche dejaron rostros que sólo un símil como el siguiente podría explicar:
Estos dos están como si fuesen asturianos viendo el certamen ese de chirigotas de Cádiz.#Goya2016 pic.twitter.com/Dihy3ysdTu
— La Nueva Asturias (@lanuevasturias) febrero 6, 2016
Tras esto se insistió en que Robbins había salido corriendo, pero desde EL ESPAÑOL lo desmentimos categóricamente: aguantó hasta el final.
Tim Robbins ya está en un taxi camino al aeropuerto #Goya2016
— Señorita Puri (@SenoritaPuri) febrero 6, 2016
Por una vez, ser famoso era un hándicap porque para los ciudadanos de a pie era tan sencillo como apagar la televisión, hastiados con el guión de la gala.
El guionista de la gala #Goya2016 pic.twitter.com/8YZjPMl9S1
— Señorita Puri (@SenoritaPuri) febrero 6, 2016
Así pues, en los que casi todos coincidían es en que lo mejor es que se hubiera acabado la misma. Final feliz...
Si estás leyendo esto... FELICIDADES!!! Has conseguido aguantar despierto/a toda la gala de los #Goya2016!!! 😃👏👏👏🎉🎉🎉
— ElectricNana (@ElectricNana) febrero 7, 2016
...sobre todo para él...
#Goya2016 Vengaaaa taluego!! pic.twitter.com/2DHoP5N2Yv
— anfitorro (@DarthAngustias) febrero 7, 2016
...pero no tanto para ella...
Juliette Binoche cuando no está en plano. #Goya2016 pic.twitter.com/Vfa5fT8oqS
— Paloma Rando (@palomarando) febrero 6, 2016