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Los Goya en Twitter: del amor entre Iglesias y Rivera a la 'huida' de Tim Robbins

En la jungla. Noche de Goya, de cine, de vestidos y discursos... y por encima de todo, de tuits. La red social no perdonó un detalle pero sobre todo hubo consenso en una cosa: menos mal que se acabó.

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Noche de Goyas. Como cualquier gran evento, el interés de los espectadores se ha dividido entre lo que se ceñía al tema y lo que se decía en las redes que, como siempre, han sido un termómetro de los mejores momentos de la gala con grandes dosis de ingenio y, por qué no, de bastante mala leche.

Dos actrices se llevaron premio y una buena cantidad de sorna. Irene Escolar, la mejor actriz revelación, destacó en las redes por la intensidad de su discurso, tan aparentemente alegre como impostado. 

Tal era la alegría de la joven intérprete que los agradecimientos se extendieron no solo hacia la vertiente profesional de su galardón sino a 'circunstanciales', como el "taxista" que le llevó a la gala por su "esfuerzo". En Twitter hacía falta poco más pero es que, además, también dejó una perla polémica: su rechazo al capitalismo: 

La otra intérprete que se llevó un premio fue Natalia de Molina, mejor actriz principal. Su discurso también fue un tanto atropellado, hasta el punto de que la música le cortó un momento dado. Algo que algún tuitero agradeció...

...y otros censuraron por lo que suponía dejarla sin su minuto de oro.

Entre los tuits que buscaron la sonrisa hubo para dar y tomar. Números de magia, coreografías, Serrat... y política. Fue la noche, además, en la que vimos a Pablo Iglesias abandonar su habitual estilismo de camisa arremangada: apareció con esmoquin y pajarita. En la grada, además, y para más morbo, se sentó al lado de Albert Rivera. Curiosa estampa.

Pero, en contra de algunos 'malpensados, entre ambos reinó el 'buen rollo'. Tanto que la complicidad entre ambos durante algunos momentos alcanzó el top con esta peculiar petición. (Spoiler: la cosa no fue a más)

Y si de amor iba la cosa, nada como ver a una de las parejas más impactantes del papel cuché, la que forman Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa que, por supuesto, también tuvieron una buena ración de tuits.

Otro momento destinado a la viralidad desde el mismo momento de su presencia en el escenario fue la aparición de Victoria Abril con un peinado que desafiaba las leyes de la gravedad. Los parecidos con otros personajes proliferaron de forma exponencial. 

Parecidos de Victoria Abril

Parecidos de Victoria Abril

Pero yendo a lo serio, a lo puramente cinematográfico, el caché de los actores que concurrían a los premios era considerable. Tim Robbins ha sido una de las estrellas internacionales más relevantes. Y si bien el estadounidense es todo un profesional no pudo evitar momentos de cierta incomprensión hacia lo que presenciaba. No es por ello que en las redes sociales se bromeara con sus reacciones y con su hipotética huida del auditorio.

Pero eso no se produjo. Tim Robbins fue tan profesional que incluso no hizo amago de levantarse del sillón ni en un momento tan peculiar como de la tamborrada, en la que tanto el actor estadounidense como la actriz gala Juliette Binoche dejaron rostros que sólo un símil como el siguiente podría explicar:

Tras esto se insistió en que Robbins había salido corriendo, pero desde EL ESPAÑOL lo desmentimos categóricamente: aguantó hasta el final. 

Por una vez, ser famoso era un hándicap porque para los ciudadanos de a pie era tan sencillo como apagar la televisión, hastiados con el guión de la gala.

Así pues, en los que casi todos coincidían es en que lo mejor es que se hubiera acabado la misma. Final feliz...

...sobre todo para él...

...pero no tanto para ella...