Lorenzo Vigas: "A los venezolanos les importa comer, no lo que ocurre en España"
El cineasta logró el León de Oro con 'Desde allá', un filme con el que radiografía lo que ocurre en su país.
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Venezuela ha entrado en nuestras vidas. Sin darnos cuenta la situación social y política del país ya forma parte de nuestras conversaciones diarias. Lo visita Albert Rivera, lo apoyaba Pablo Iglesias y hasta Bertín Osborne ganó una apuesta a Beatriz Montañez a cuenta suya. Ahora es el cine el que se une a la moda venezolana, aunque en este caso lo hace por méritos propios, y no por el uso partidista de lo que allí ocurre. Llega a las salas Desde allá, vibrante debut de Lorenzo Vigas, ganador del León de Oro en Venecia gracias a este filme que muestra la extraña relación de dependencia entre dos personas opuestas en la violenta Caracas. Uno de ellos, un señor que pasados los cincuenta años contrata a jóvenes para que se desnuden bajo su mirada. El otro, un joven pandillero que sobrevive a base de trapicheos.
Un vínculo que, además de desnudar a sus dos protagonistas, sirve como metáfora perfecta de una sociedad dividida, con una lucha de clases en constante conflicto. Una radiografía de la Venezuela actual que surgió sin una voluntad clara. “No fue mi intención original, cuando la escribí quería que fuera interesante para el espectador y contar la historia de este personaje que me interesaba. Ahora la veo y conecta con la situación actual, pero no es intencional. No hago las obras con esa intención, yo trabajo de forma inconsciente, mi proceso es inconsciente”, cuenta Lorenzo Vigas a EL ESPAÑOL.
El filme nació como un estudio alrededor de alguien incapaz de relacionarse con los demás, una persona que no puede amar. “Luego apareció el personaje de Elder, que es muy venezolano, muy físico, habla muy fuerte, hace mucho el amor… es muy carnal. Son como los dos lados del espejo. Un estudio de la sociedad actual, tiene mucho que ver con lo que está pasando ahora en Venezuela, donde se perdió la comunicación entre la gente. Los venezolanos de clase baja no hablan con los de clase media, y estos no hablan con los de clase alta”, explica el realizador.
En Venezuela la situación es muy delicada. El venezolano está tan preocupado en conseguir harina, pan, comida y papel de baño que tiene que hacer colas de días para conseguirlo y eso es real
Tener a un venezolano delante hace que, inevitablemente, salga en la mesa el uso constante de su realidad como arma arrojadiza en la política española, algo que Vigas conoce, pero a lo que no da más importancia, ya que le preocupa más que su país comience a respirar. “En Venezuela la situación es muy delicada. El venezolano está tan preocupado en conseguir harina, pan, comida y papel de váter que tiene que hacer colas de días para conseguirlo y eso es real. Además están preocupados porque no te maten en la calle, Caracas es la ciudad más peligrosa del mundo, así que lo que está pasando en España no nos importa en absoluto. Estás preocupado por tu subsistencia. Si estuvieras tranquilo y pudieras leer las noticias españolas… pero la crisis actual allí es tan alarmante que no nos preocupa lo que ocurra aquí”, zanja Vigas, que ante la insistencia asegura conocer un poco el contexto español “y la existencia de Podemos”.
Padrinos de excepción
Existe poco cine venezolano, pero como el resto de filmes hispanoamericanos empiezan a despuntar en el circuito de festivales. Si Pelo Malo ganó hace un par de años en San Sebastián, Desde allá hizo lo propio en Venecia dando la sorpresa. Lorenzo Vigas reconoce que es difícil levantar una película en un “país en crisis”, aunque existan ayudas del CNAC, un centro autónomo que no depende del gobierno y que ayuda a financiar películas.
Para su ópera prima, que cuenta con una temática arriesgada, ha contado con dos padrinos de excepción: los cineastas mexicanos Michel Franco y Guillermo Arriaga (exguionista de Alejandro González Iñárritu). Ambos han actuado como productores del filme, y en el caso del segundo también ha participado en las revisiones del libreto, aunque para Vigas esta 'ayuda' no ha sido imprescindible para levantar el proyecto. “La película es la película, y si queda bien le va bien, pero si no, da lo mismo los padrinos que tengas. Yo les ayudé también a ellos antes. Produje las películas de Michel Franco, nos hemos hecho cineastas juntos, y también ayudé como asesor del guion de Amores Perros, Babel y 21 Gramos. Al final del camino estás tú solo frente a la cámara...”, se defiende el director.
La reciente masacre de Orlando ha puesto a Desde allá en el foco, ya que también trata la homosexualidad y la homofobia en un ambiente represivo como las clases bajas de Caracas. Lorenzo Vigas repite que no sólo es una película sobre la relación entre dos personas del mismo sexo, sino que tiene muchas más aristas, pero entiende que la actualidad haya fagocitado todo. “Cuando el mundo está bajo grandes tensiones, las primeras emociones que salen son las más básicas y primarias, que son las de rechazo al que no es igual que tú. Rechazar al que no tiene tu mismo color, o tu misma sexualidad. Son las emociones que afloran cuando los individuos no cuentan con estabilidad emocional ni educación. La homofobia sigue estando muy presente, más de lo que imaginamos. En Venezuela depende de las clases donde te muevas, cuanto más baja más hay. Cuanto más subes de clase hay más educación y hay más tolerancia”, opina sobre esta problemática.
En Venezuela por más que trabajes no vas a tener dinero para comprarte un par de zapatos, porque tenemos la inflación más alta del mundo, el dinero no vale nada
En la película hay un momento en el que una madre manifiesta que prefiere a un hijo 'malandro' (ladrón) a un hijo homosexual, algo que Lorenzo Vigas asegura que existe actualmente, en parte provocado por la ausencia de trabajo. “Por más que trabajes no vas a tener dinero para comprarte un par de zapatos, porque tenemos la inflación más alta del mundo, el dinero no vale nada. Los jóvenes salen a la calle a 'malandrear', y eso no es una consecuencia de la guerra económica ni del neoliberalismo, es una consecuencia de ese país sin esperanza que es actualmente Venezuela”, dice con un tono cargado de pesimismo y sabiendo que sus palabras serán escuchadas con más atención por los políticos españoles que por los venezolanos.