El cine de verano de tu pueblo es ilegal
La plaga de las proyecciones al aire libre deja al sector cinematográfico en una lucha contra la Administración Pública, la misma que debería protegerlos.
Noticias relacionadas
¿Has ido últimamente a algún cine de verano? ¿Qué película ponían? ¿Buscando a Dory, Palmeras en la nieve? Probablemente la proyección a la que fuiste es ilegal. Cada verano los municipios españoles se llenan de cines al aire libre, muchos los organizan los propios ayuntamientos que incumplen la Ley al proyectar títulos estrenados hace menos de 12 meses. Año tras año los gremios de exhibidores denuncian la mala gestión de las instituciones.
La Ley del Cine tiene previstos estos casos: ‘Las Administraciones Públicas que efectúen proyecciones cinematográficas, no incluirán en su programación películas de una antigüedad inferior a 12 meses’. Esto se hace para proteger a los cines convencionales de los alrededores de las zonas costeras, cuyos cines de verano generan una situación de competencia desleal. Estas instituciones (ayuntamientos, centros cívicos...) antes de elaborar su programación se tienen que poner en contacto con los representantes del sector cinematográfico para saber si esa exhibición es dañina o no. En caso de que lo sea y la película llegue a proyectarse, la Ley tiene previsto una sanción leve que conlleva un apercibimiento o multa de hasta 4.000 euros. Si las Administraciones Públicas subcontratan a una empresa de cine de temporada (dada de alta en el ICAA) para organizar esto pases no hay problema.
Sin embargo, son muchos los Ayuntamientos que ni contratan ese servicio, ni piden permiso para exhibir películas que tengan menos de 12 meses. Desde la Federación de Cines de España (FECE) ponen el foco en la costa andaluza, murciana, levantina y catalana, donde el buen tiempo y la afluencia de veraneantes permiten que haya muchos espacios habilitados para la proyección de películas. Pese al gran número de cines estivales ni FECE ni los representates autonómicos reciben las peticiones correspondientes a la cantidad ingente de exhibiciones. Durante el verano la Federación nacional sólo ha recibido siete peticiones de ayuntamientos, pero sólo dos de ellos seguían el cauce legal. El resto ni se han puesto en contacto con ellos.
La Asamblea General de la Asociación de Exhibidores de Andalucía (AECA) tampoco ha recibido muchas peticiones. Su presidente, Filomeno Martínez de Aspe, afirma que “las peticiones son mínimas, en comparación con las proyecciones que nos enteramos que hay”. Martínez de Aspe cuenta que normalmente son los ayuntamientos los que organizan las proyecciones y que “movilizan a mucha gente”. “Una playa donde se proyecta una película gratuitamente, por ejemplo, suele tener cines cerca y eso les perjudica mucho”, explica a EL ESPAÑOL. El protocolo que sigue la AECA consiste en mandar una carta a la Administración correspondiente y “normalmente ellos rectifican, por la cuenta que les trae, porque una vez que tienen un aviso se le puede reclamar legalmente”, señala Martínez de Aspe. Este modo de actuar es el habitual, también lo sigue el Gremi de Empresarios de Cine de Catalunya.
No puedes ir pueblo por pueblo, ciudad por ciudad… No tenemos el apoyo de las Administraciones Públicas porque son ellos mismos los que lo hacen
Pilar Sierra, la Directora del Gremi, comparte la preocupación de sus colegas andaluces. “Llevamos muchos años enviando cartas, hay veces que los ayuntamientos responden bien pero otros no”, señala Sierra. Al igual que Martínez de Aspe, cuenta que son “impotentes” ante la situación porque “no podemos hacernos cargos de todo”. “No puedes ir pueblo por pueblo, ciudad por ciudad… No tenemos el apoyo de las Administraciones Públicas porque son ellos mismos los que lo hacen”, narra Sierra. El presidente de la AECA afirma que ellos no pueden ser “una policía constante”, fundamentalmente porque no es su labor y porque no tienen los recursos para ello.
Sierra cuenta que es una “plaga cuando llega el verano” y es muy preocupante porque los propios ayuntamientos están realizando “competencia desleal” contra aquellos que pagan sus impuestos y ejercen su profesión honradamente. El Gremi presentó en 2008 una denuncia contra el Ayuntamiento de Barcelona y otra contra el de Badalona porque realizaban proyecciones de manera ilegal. “Aun seguimos en los juzgados, es algo que hicimos para ejemplarizar”, cuenta Sierra. “En Barcelona capital se están todo el año proyectando películas y durante todo el año nos dedicamos a mandarles cartas, con estas actividades el Ayuntamiento de Barcelona lo que hace es competencia desleal contra el sector”, sentencia la directora del Gremi.
Son los propios ayuntamientos los que le realizan la competencia desleal al sector cinematográfico
Las agrupaciones coinciden en que si las proyecciones se hacen en localidades remotas o con un marcado carácter cultural están más que justificadas. FECE señala que recientemente un ayuntamiento del País Vasco querían hacer un ciclo de cine en euskera y les solicitaron la película Amama, por la localidad y por el carácter de la exhibición se les puede autorizar. Pero esto no es lo más frecuente, señala la Federación. Por ello los catalanes emprendieron acciones legales contra los Ayuntamientos mencionados, además han tomado la decisión de que cada vez que envían una carta a una administración pública avisándoles de la situación también se la envían a la Generalitat. Aunque el gobierno catalán no parece hacerles caso, como tampoco lo hace la Junta de Andalucía. Martínez de Aspe afirma que “la coordinación de la administraciones públicas es fundamental”. Por su parte, Sierra hace hincapié en el hecho de que son los propios gobiernos los que dañan el sector, porque son los responsables de los ayuntamientos.
“Para este verano hemos recibido una petición de tres ayuntamientos que querían poner Palmeras en la nieve, les dijimos que no podía ser porque se acaba de estrenar”, cuenta Sierra. Entre los ayuntamientos que se lo pidieron estaban los municipios catalanes de Sant Cugat y Gavá. Sin embargo, en la página web de ambos cabildos la película dirigida por Fernando Gómez Molina se proyectará a cargo de los ayuntamientos durante el verano. Pese a que Sierra les denegó el derecho de exhibir el largometraje, Sant Gugat y Gavá han hecho caso omiso. Además, en su programación hay otras películas cuya exhibición incumple la ley. El 21 de julio el Ayuntamiento de Gavá organizó la proyección del filme Anacleto: agente secreto y en el mes de septiembre Sant Cugat proyectará La Juventud dos veces.
El Gremi de Empresarios de Cine de Catalunya le negó a dos ayuntamientos la petición de exhibir 'Palmeras en la nieve', pero la van a poner de igual forma
No es el caso de estos dos ayuntamientos, pero “hay mucha gente que lo hace con desconocimiento absoluto porque la gente cree que desde el momento que están las películas en el mercado se pueden exhibir”, explica el presidente de la AECA. De dónde sacan las película es una de las dudas que tienen desde la federación de exhibidores, ya que aunque hay películas que se pueden obtener en DVD a los seis meses de su estreno, otras se obtienen mediante una descarga ilegal. Esto ocurrió el verano pasado en Elche, un cine de titularidad pública que puso la película Elm Street ilegalmente y que, además, ya había levantado polémicas anteriormente.
“Parece que a todo el mundo le gusta cobrar por su trabajo, pero a los que hacen películas no quieren pagarle por él”, señala Sierra dejando abierto un tema que año tras año se repite pero sigue sin encontrar su solución.