Por qué Los Javis se han convertido en el icono de una generación
Javi Calvo y Javi Ambrossi estrenan la tercera temporada de 'Paquita Salas'. Hablamos con ellos de la serie, de activismo y de las redes sociales.
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En mayo de 2013, el hall del teatro Lara alumbró el nacimiento de algo especial. Una obra musical sobre una adolescente que escucha reguetón y oye a dios cantarle por Whitney Houston se convirtió en uno de los fenómenos teatrales de la última década. Detrás de La llamada estaban dos jóvenes creadores con mucho que decir y muchos muros por derribar. Javier Calvo y Javier Ambrossi comenzaron así su trayectoria como directores, pero reventaron todo por los aires con su serie Paquita Salas, que tras una primera temporada en Flooxer fue fichada por un gigante como Netflix.
Desde allí, y ya con una película a sus espaldas, han seguido desarrollando las aventuras de esa representante de actores que en el fondo somos todos nosotros. Tras su paso como profesores de OT, la fama de Los Javis (el nombre artístico para ellos como creadores) se disparó, y sin embargo ellos siguen hablando sin filtros.
Ahora estrenan la tercera temporada de Paquita Salas, y con ella demuestran que su estilo no se mueve ni a golpe de haters (o de hijos de puta, como dice su personaje). La serie es una defensa de aquellos a los que la sociedad aparta, que son mirados por encima del hombro por una industria cultural que decide lo que es válido o lo que no. En su universo se juntan Belén Esteban y el activismo. Porque tener a Terelu no quiere decir que no se pueda ser profundo o defender lo que uno cree.
Una temporada tras la que abrirán otros horizontes en su carrera, preparan una serie sobre La Veneno, con los que confirmar esa promesa que todos vieron y que no tiene miedo en defender que un mundo más amable es posible. Los Javis son el icono de una generación que quiere ver un beso gay en prime time y tener una amiga como Paquita, y estos son los motivos.
'Paquita Salas' y 'La llamada'
Dos productos que se han convertido en fenómenos para una generación que se ha visto representada en la pantalla. Siempre se habla de la falta de referentes en la pantalla, y de repente Los Javis llegaron con un musical naif y optimista en el que una lesbiana podía liarse con una monja. Creen en un mundo mejor, y en gente que lo consigue, como una Paquita que en esta tercera temporada resucita como un ave fénix.
Javi Calvo: Esta temporada es más luminosa, más esperanzadora. Recupera el espíritu naif de la primera sin olvidar la reflexión de la segunda. Tiene lo mejor de cada una y para mí es la mejor temporada de las tres. Cierra una etapa y sirve de fin de una etapa.
Activismo
Los Javis han llevado el activismo a su terreno. Primero nunca se han callado. Son capaces de ir a La Sexta Noche a que les pregunten de todo, de emocionar con su discurso de los Feroz y de conseguir que en el prime time de TVE dos personas del mismo sexo se besen por primera vez en la historia de Operación Triunfo. También desde Paquita Salas lo han demostrado con capítulos como el dedicado a una actriz a la que quieren hacer un boicot por “cagarse en España”. Ellos defendieron a todas esas personas perseguidas por una opinión política en público en un episodio emblemático.
Lo mismo hacen esta temporada con uno dedicado a las actrices transexuales, que se rebelarán contra Paquita y Lidia San José por interpretar a un trans en un cortometraje. Sin embargo muchos les han acusado de pacatos y de poco virulentos en su defensa, algo que ellos rechazan.
La culpa es marcar unas normas estrictas y varas de medir absurdas para medir a personas que somos volubles. No se nos puede medir a todos por igual. No hay una sola forma de ser trans o activista
Javi Calvo: Si hay alguien que se moja somos nosotros, y si hay alguien que habla de todo somos nosotros, pero de cinco entrevistas es normal que una no te salga bien.
Javi Ambrossi: Es verdad que le coges un poco de miedo a la prensa escrita, porque no refleja a veces el tono o la ironía, casi es mejor que me graben y vean la cara. El tema del ‘Maricón amable’ -la polémica surgida por una entrevista concedida a El País- es interesante. El debate, mas allá de que eso me haga daño, es que yo intento hacer lo mejor que puedo por el colectivo, pero parece que por un titular que han puesto ya no valga nada de lo que has hecho, pero el debate es interesante, porque abre una ventana: ¿hay sólo una manera de hacer activismo?, ¿hay muchas?, ¿los pequeños pasos valen?, ¿un grupo de hombres heteros que hacen una serie sobre un tema que no les corresponde, porque no es su lucha, y se meten con ellos, es mejor que lo hayan hecho y visibilicen un poco o mejor que no lo hagan para que nadie les insulte?
J.C.: Es que parece que das un paso y se critica que el paso no se de por completo. Hay que debatir sobre cómo dar mejor ese paso. El debate es sanísimo. En la serie, Lidia no tiene la culpa de lo que hace, lo desconoce.
J.A.: Y nadie tiene la culpa. La culpa es marcar unas normas estrictas y varas de medir absurdas para medir a personas que somos volubles. No se nos puede medir a todos por igual. No hay una sola forma de ser trans o activista.
Abajo el clasismo cultural
Los Javis han demostrado que todo nos enriquece. La cultura no es sólo lo que unos cuantos popes dicen que debe ser. Su cultura es Terelu Campos y La Veneno tanto como Todd Solondz o Naomi Klein. En una escena de esta temporada Anna Castillo e Irene Escolar (ríendose de su etiqueta de ‘intensa’) hablan sobre el guion que ha escrito cada una de ellas. El personaje de Castillo ha hecho una escena sobre dos misses que compiten en un concurso de cocina ante la sorpresa de su compañera.
J.C.: Esa escena es una tesis sobre la serie. Es algo de Paquita que la gente ha sabido ver y entender, que no es una serie del chascarrillo, y nos lo hemos currado para ello. La obra de las misses, de hecho es la primera que escribimos junto a Brays.
J.A.: Sí, Miss Fogones Universal. Esa escena que lee está sacada de nuestro ordenador tal cual la escribimos nosotros.
Lo malo que tiene Twitter es que es pensamiento simplificado, y las cosas humanas no se pueden simplificar en 140 caracteres o en un gif, ahí no puedes decir lo que es cultura o no, o lo que es activismo o no
J.C.: Y la primera que protagonizó Belén Cuesta, y habla justo de eso, de que puede haber comedia con reflexión, con profundidad y que hable de cosas más grandes de lo que se cree en principio, pero parece que si es una comedia es demasiado ligera, y si metes drama la gente dice que es que les gusta más la comedia. Paquita es una serie libre, es la serie que nos sale, y que reflexiona sobre una mujer que supuestamente es una fracasada, pero que tiene un triunfo mayor que el de mucha gente, y es que tiene una pasión, y esa pasión le hace luchar constantemente. Es un homenaje a la gente que sigue intentándolo y se reinventa en una profesión desagradecida y difícil.
J.A.: Estoy en contra de esa gente que dice qué es cultura y qué no; si Terelu puede ser actriz o no; si Jorge Javier puede hacer una obra de teatro o no; esto es un premio o no; si haces OT no puedes hacer esto...
J.C.: Son prejuiciosos que luego aplauden a gente de la calle que sale en una película e improvisan. Eso sí, porque eso es cool.
J.A.: El cine indie sí, pero Terelu no porque es telebasura. Es un discurso equivocadísimo.
J.C.: Es prejuicioso y clasista. De mirar por encima del hombre. Nosotros reivindicamos los iconos de este país y lo que han hecho por la cultura. Lo que pasa al final es que el pensamiento crítico se pierde porque estamos en avalanchas de opinión
J.A.: Y lo malo que tiene Twitter es que es pensamiento simplificado, y las cosas humanas no se pueden simplificar en 140 caracteres o en un gif, ahí no puedes decir lo que es cultura o no, o lo que es activismo o no.
Redes sociales
Desde el primer momento Los Javis han visto en las redes sociales una forma de acercarse a sus fans y la gente con la que conectan. Siempre se muestran cercanos, preguntan, responden a sus seguidores e interactúan con ellos. Paquita Salas nació y creció en las redes y ellos han vivido lo mejor y lo peor de Twitter -Javi Ambrossi cerró su cuenta y de momento no la ha vuelto a abrir-. Esta dicotomía también se encuentra en un episodio de esta tercera temporada en la que Paquita se enfrentará a los haters y a los debates enquistados en las redes.
J.C.: Paquita es un lugar donde nosotros reflexionamos y nos desahogamos, porque habla de nosotros, de nuestro entorno y hay referencias a lo que nos sucede. Se ve claramente nuestro pensamiento acerca de las redes sociales, porque no se mete con los haters, sino que se da cuenta de que ella también está equivocada. Han sido maleducados, pero esa mujer del COGAM tiene razón.
Paquita es un lugar donde nosotros reflexionamos y nos desahogamos, porque habla de nosotros, de nuestro entorno y hay referencias a lo que nos sucede
J.A.: Yo me estoy reconciliando un poco con Twitter, me vuelve a apetecer tener porque le veo el lado bueno, porque la gente que escribe no es en contra de mí, sino que lo hace porque puedo ser un símbolo de algo y se simplifican conceptos. No es porque yo lo lea, es porque genera debate, y eso me parece interesante. Que se genere debate sobre el activismo por un titular, que por cierto no me considero maricón amable ni mucho menos, y la gente que me conoce lo sabe. No lo somos, y si ves las cosas que hemos hecho, los discursos que hemos dado, pues se ve.
Amor por su profesión
Los Javis aman el cine, las series, la televisión, y sobre todo aman a los actores. No hay nadie que haya trabajado con ellos que no haya quedado prendado. Se rinden a los pies de todos, y Paquita es un canto a todos ellos. A los que triunfan y a los que no. De hecho, esta tercera temporada nace de un mensaje de un actor y habla también del momento vital que viven ellos.
J. A.: Surge de un mensaje de instagram que recibí de un actor de 50 años que llevaba intentando tener éxito y no había hecho ni un casting ni había tenido una oportunidad nunca. Y él decía: 'soy como Paquita, y me estoy dando cuenta de que igual la culpa no la tiene le mundo, sino que la tengo yo y tengo que hacer algo'. Eso me iluminó muchísimo, y me di cuenta de que Paquita tenía que hacer esa reflexión, que a lo mejor ella tiene que actualizarse, que no solo es el mundo, y que no hay que echar balones fuera, y por eso surge esta temporada sobre la reinvención.
Y claro, hemos decidido abrir una productora, y hemos dicho que no a cosas televisivas que surgieron a raíz de OT, y ha costado porque eran ambiciosas y atractivas, pero estamos en ese proceso de comprometernos con aprender a dirigir y escribir. De demostrar lo que hemos aprendido.