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Si algo ha quedado claro en el el mundo del cine y las series es el carácter polifacético de Belén Cuesta. Nominada tres veces a los premios Goya y ganadora en la última edición por su papel de Rosa en La trinchera infinita se convierte ahora en una pieza fundamental de la banda en La Casa de Papel.

La actriz, que ya apareció entre los rehenes en la tercera temporada, va a tener el protagonismo que se esperaba por parte de los seguidores de la serie de Netflix. Belén Cuesta interpreta a Julia, una mujer transgénero conocida como Juanito por parte de Denver hasta el momento de su transición. Con el nombre de Manila, El Profesor le había ordenado infiltrarse entre los rehenes siendo miembro activo de la banda.

De esta manera, es a partir del quinto episodio cuando Belén Cuesta empieza a tener un desarrollo en la serie, y es ahí donde se revela su pasado. En una entrevista concedida a EL ESPAÑOL, la actriz explica los orígenes de Julia y lo que conlleva interpretar a un personaje transgénero.

Tráiler de 'La Casa de Papel'.

¿Cómo está sobrellevando Belén Cuesta este momento de confinamiento que nos ha tocado vivir?

Lo llevo bien, creo. Es cierto que por las noches me pongo el telediario y me entra el bajón. Estoy más sensible. Afortunadamente mi gente y yo estamos bien. Cocino muchísimo, ordeno la casa todo el rato... Yo soy bastante casera así que estoy bien. Pero bueno, asimilando esto que nos ha tocado vivir, que parece sacado de una película.

Al final, entre leer la prensa y videoconferencias con mi gente, ni siquiera he tenido tiempo de ver películas o leerme algún libro. Es a partir de esta semana cuando me he puesto.

¿Piensas que el confinamiento conllevará que más gente vea La Casa de Papel?

Lógicamente quiero que la serie la vea muchísima gente pero también quiero que todos podamos estar en las calles como antes. Quiero que vean La Casa de Papel por el hecho de que les guste y no por estar enclaustrados. Pero es lo que toca y tenemos que mantenernos en casa y ser responsables.

¿El personaje de Manila qué valor aporta a una banda ya bastante consolidada?

Han querido rescatar un personaje importante del pasado de Denver. Con ese carácter que él tiene, Manila le toca esa fibra sensible y emocional y creo que eso es bonito. La Casa de Papel esto lo hace muy bien. Pese a ese ritmo tan frenético que tiene la trama la serie sabe dar un aire emocional a los personajes. Creo que esto también es la clave de su éxito.

Luego, lo que aportará mi personaje está por ver aún. Pero si hablamos de guion y de mí, sabemos que viene del mismo círculo de Denver, siempre se ha currado su felicidad y ha luchado por su bienestar y veremos comedia y momentos más serios en torno al personaje.

Fotograma de Belén Cuesta en 'La Casa de Papel'.

Desde la primera temporada La Casa de Papel se ha convertido en un fenómeno que ha dado la vuelta al mundo y tiene especial éxito en países que nadie hubiera imaginado, como es el ejemplo de Turquía. ¿Cómo crees que pueden responder aquellos países desgraciadamente más intolerantes con las luchas LGTB ante un personaje como Manila?

Al final es un mensaje de visibilidad. Nosotros hemos hablado mucho sobre esto con los creadores y la productora de la serie. Creo que ellos hacen esto con muchos otros personajes en otras series también. Aunque desafortunadamente haya países en donde esto puede generar polémica, creo que siempre tiene un carácter positivo. Tiene como objetivo crear visibilidad a quiénes somos hoy en día y mostrar la variedad que existe en la sociedad.

De hecho, la serie la presenta como Julia y, pese a una sorpresa inicial por parte de Denver —quien lo recordaba como Juanito y sin haber llevado a cabo ningún cambio físico—, se asimila con mucha naturalidad.

Claro, es que Julia siempre ha sido Julia. Lo que la gente tiene que entender es eso.

Hay un eterno debate sobre si los personajes transgénero deberían estar interpretados por actores y actrices transgénero. Por ejemplo, Scarlett Johansson, quien iba a interpretar a un hombre trans, decidió rechazar el papel tras presiones y críticas de diferentes colectivos. ¿Qué piensas acerca de ello?

Yo entiendo la lucha de los colectivos de actores y actrices trans. Además, los apoyo muchísimo. Ahora, creo que hay algo en lo artístico y en la libertad de creación donde el dilema está en que actores y actrices trans tengan opción de acceder y puedan hacer pruebas de mujeres cisgénero o de mujeres transgénero. Esto es lo que debe ser. Yo como actriz soy una mujer cisgénero y estoy interpretando a una mujer transgénero. Pero en definitiva soy una mujer. 

Yo estoy muy feliz de interpretar a Julia. Creo que si esto puede ayudar a entender la normalidad y la naturalidad de todo bienvenido sea. Siempre desde el respeto. De hecho hemos hablado con asociaciones y creo que se está cuidando mucho esa naturalidad. Desde la productora me ofrecieron este papel, fueron perfilando el personaje y hablamos de cuál iba a ser el pasado de Julia y su historia. Yo accedí porque sé que Vancouver es una productora que se inclina por la visibilidad y por la inclusión. Ellos han trabajado y trabajan con actrices trans en otros proyectos. Una actriz cisgénero puede hacer de mujer transgénero o una mujer transgénero puede hacer de una mujer cisgénero.

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