La serie española que pasó desapercibida y ahora es un éxito en Netflix
'Perdida' se estrenó en abierto en Antena 3, pero desde su llegada a la plataforma ha ido creciendo hasta convertirse en un éxito.
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Aunque muchos espectadores no lo sepan o lo hayan olvidado, La casa de papel no es un fenómeno original de Netflix. La primera temporada, que luego se dividió en dos en la plataforma, era una apuesta de Antena 3. La cadena la emitió en prime time y en abierto y aunque comenzó con unos datos de audiencia excelentes -se estrenó después de un partido de Champions con más de cuatro millones de espectadores-, pronto fue perdiendo.
Se despidió con un 12,1% de share y 1,8 millones. Una caída llamativa. Sí, el fenómeno más grande de la televisión española en su historia no arrasó en su primera casa. La gente, sobre todo los jóvenes, no quieren que nadie les obligue a ver algo a una hora determinada. Quieren decidir cuándo y cómo ver sus ficciones, y además sin anuncios. La televisión tradicional se enfrenta a ese dilema, y eso lo sabe muy bien Netflix, que ha aprovechado para resucitar varias series y convertirlas en éxitos.
El caso de La casa de papel es paradigmático. Ellos la compraron. Dividieron su temporada en dos, y consiguieron un éxito internacional que nadie esperaba. El siguiente movimiento fue lógico, renovarla por más temporadas, mucho más grandes, espectaculares, con más dinero y enfocadas a una audiencia global. El resultado ya lo conocemos. Un fenómeno que demuestra que ya no hay fronteras para los éxitos y que una ficción que fracase en su primera ventana puede triunfar en una plataforma de contenido.
Netflix lo ha demostrado ya más veces. También compró a Antena 3 la serie Toy Boy, un batacazo que cerró su única temporada con un 8% de audiencia y poco más de un millón de espectadores. Un thriller con strippers masculinos que pasó desapercibido y que de repente empezó a aparecer en los ránkings de las series más vistas de la plataforma en muchos países. Las cuentas de Instagram de sus protagonistas crecieron como la espuma y la empresa se encontró con otro éxito que no esperaba.
A partir de ese momento estaba claro que tan importante como la producción propia de éxitos sería cazar ficciones de otras cadenas que puedan funcionar para su público. Y parece que Netflix ya ha encontrado su nuevo fenómeno. Se trata de Perdida, y también se estrenó en Antena 3 donde tras un primer episodio con unos datos digno de audiencia (superior al 11%) y que fue perdiendo interés hasta despedirse por la puerta de atrás con un 6.5% y un millón de espectadores.
La ficción creada por Natxo López y Ruth García llegó la semana pasada a la plataforma, y poco a poco ha ido subiendo hasta colocarse en el top 3 del ránking de lo más visto que actualiza Netflix cada día. Su ascenso demuestra que la gente quiere ver series españolas. No es el único país donde ha ocurrido, en otros muchos lugares de latinoamérica también ha entrado en ese top.
Pero, ¿qué tiene Perdida para estar enganchando tanto a la gente? Pues que es adictiva, y que detrás de toda su trama hay un misterio con buenas dosis de drama personal que hace que la gente se enganche a la primera y que la haga universal. Toca muchos géneros: thriller, drama, acción… un producto destinado a ser de masas que aunque lo logró en su primer intento parece que lo conseguirá ahora. Además, en su reparto tenemos a Daniel Grao, conocido por ser chico Almodóvar en Julieta y a secundarias muy conocidas como Ana María Orozco, mítica protagonista de Yo soy Betty la fea y uno de los principales guiños de la ficción al mercado latinoamericano. También encontramos a Adriana Paz, nominada al Goya por El autor y famosa por su Altagracia en Vis a Vis.
Perdida comienza mostrando a Antonio, el personaje al que interpreta Daniel Grao, en una habitación de hotel tragando bolas de cocaína. Es una mula que traslada droga entre países. Cuando acaba se dirige al aeropuerto, donde es detenido y llevado a la cárcel. Una abogada intentará sacarle de allí, pero sospecha que Antonio ha planeado su detención y quiere estar en prisión por algún otro motivo. La otra línea temporal nos lleva al pasado, y nos explicará cuáles son los motivos del personaje para actuar así. Su pequeña hija de cinco años desaparece en una playa de Valencia. La investigación para resolver ese misterio unirá las dos tramas y veremos cómo el protagonista ha sido capaz de todo para descubrir la verdad. Once episodios de menos de 50 minutos que se han convertido en la nueva obsesión de millones de espectadores… ¿cuál será la siguiente serie que fracasara en abierto y triunfe en plataformas?