Aprendimos cómo era la vida de las mujeres solteras más privilegiadas de Manhattan en Sexo en Nueva York. Descubrimos que la psique de un mafioso podía ser mucho más compleja de lo que parecía a simple vista con Los Soprano. Indagamos en las raíces de una familia disfuncional con A dos metros bajo tierra. Viajamos a un mundo de fantasía para descubrir con Juego de tronos que al final las pasiones primarias (el sexo, la traición, la sangre) siempre serían más apasionantes que el más letal de los dragones de Daenerys. Nos deprimimos al comprobar con The Wire que la corrupción moral, legal y social de Estados Unidos iba mucho más allá de las fantasías que nos habían contando en Hollywood. En sus 30 años de experiencia haciendo series, HBO nos ha recordado que la ficción puede, además de ser una apasionante forma de entretenimiento, funcionar como espejo del mundo en el que vivimos.
En 2020 HBO España ha apostado de lleno por la ficción nacional después de una primera incursión, Foodie Love, en la que Isabel Coixet compartía con nosotros su particular visión del amor, el sexo o la gastronomía. Este año hemos visto cómo Patria entraba de lleno en la lista de las mejores series del mundo de Variety. Nos sorprendimos al descubrir la decisión de HBO de incluir 30 Monedas en su canal en Estados Unidos a partir de enero, convirtiéndose así en una de las poquísimas series internacionales que han entrado a formar parte de la selecta parrilla de programación del canal. Fuimos más allá: En casa nos acercaba a la vida durante el confinamiento desde el punto de vista de algunos de los mejores directores del país. Por H o por B nos mostraba el día a día de dos amigas en Malasaña. Escenario 0 recuperaba, reformulaba y transformaba algunos de los mayores fenómenos del teatro español contemporáneo. Cada una de ellas nos mostraba cosas de nosotros mismos y de nuestra cultura que desconocíamos.
'Patria'
De qué va
El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido, un empresario asesinado por los terroristas, que ha decidido volver al pueblo donde vivieron toda su vida. ¿Podrá convivir con quienes hicieron de su vida un infierno después del atentado que cambió para siempre su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que mató a su marido? El regreso de Bittori altera la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo la de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y que tiene que ver con la muerte de su marido. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos tan unidos en el pasado? Esta historia sobre el pasado y el presente habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político durante más de 30 años.
Por qué hay que verla
Desde la publicación de Patria en 2016, la novela de Fernando Aramburu se convirtió en un clásico inmediato. Un relato conmovedor sobre el rencor y el perdón. Su adaptación audiovisual pasó a ser, automáticamente, en uno de los proyectos audiovisuales más esperados de la década. Nos habíamos emocionado con las páginas de Aramburu. ¿Seríamos capaces de hacerlo también una vez viésemos a Bittori y Miren en los gestos y los silencios de Elena Irureta y Ane Gabarain? La respuesta es un simple y rotundo sí.
Las extraordinarias interpretaciones de su aclamado reparto (el más nominado de una serie española este año en los Premios Feroz), la música de Fernando Velázquez y la elegante dirección de Félix Viscarret hacían volar aún más alto la historia de esas dos familias que nos habían roto el corazón. La Patria televisiva volvió a abrir además un debate tan doloroso como necesario si, como sociedad, queremos ser capaces de dejar atrás las consecuencias de los más de 50 años de terrorismo, primero en Euskadi y después en el resto de España. Patria no equipara a víctimas y verdugos, aunque sí que da voz al dolor del otro lado. En esta compleja historia hay muchos puntos de vista que debían y merecían ser contados.
'30 Monedas'
De qué va
El padre Vergara es un exorcista, boxeador y exconvicto exiliado por el Vaticano en una parroquia de un pueblo remoto de España. Cuando el cura es relacionado con una serie de fenómenos paranormales ocurridos en el pueblo, Paco, el ingenuo alcalde, y Elena, una inquieta veterinaria, tratarán de desvelar los secretos de su pasado y el significado de la antigua moneda que Vergara mantiene oculta. Poco a poco, este insólito trío de héroes se encontrará inmerso en una conspiración global: la batalla por el control de las treinta monedas por las que el apóstol Judas Iscariote traicionó a Jesús de Nazaret.
Por qué hay que verla
En su primera serie de televisión en más de diez años, el bilbaíno Álex de la Iglesia nos vuelve a recordar que no todas las catástrofes, los fenómenos paranormales y demás acontecimientos de película tienen por qué pasar siempre en Estados Unidos. Si en El día de la bestia flipamos al descubrir que el Anticristo iba a nacer en Madrid, en 30 Monedas lo pasamos en grande al ver como el futuro del planeta pasaba por un pequeño pueblo de Segovia llamado Pedraza.
Los ocho episodios que forman la -esperemos- primera temporada de la serie están llenas de referencias a autores como Stephen King y Lovecraft (es imposible no imaginar 30 Monedas como la respuesta deliciosamente cañí a Lovecraft Country), pero es su sabor español el que queda siempre por encima: del costumbrismo de Luis García Berlanga y Rafael Azcona a las influencias de Chicho Ibáñez Serrador, el ya desaparecido cineasta que ha marcó a toda una generación de directores que ha llevado el género español más lejos que nunca. Por tirar de marca España, tenemos hasta una galería espectacular de secundarios de carácter tan propios de nuestro cine. Quien no reconociera a una maravillosa Carmen Machi como firme aspirante a heredera espiritual de Terele Pávez es, simplemente, porque no se fijó lo suficiente.
'Por H o por B'
De qué va
Hache y Belén son dos amigas de Parla que se reencuentran cuando ambas se mudan el centro de Madrid, concretamente al barrio más moderno de la ciudad: Malasaña. El inevitable choque cultural entre los dos mundos dará lugar a una sucesión de catástrofes de divertidísimas proporciones. Una comedia donde Malasaña se convierte en un personaje más y en la que se dan la mano la amistad sin fisuras, la búsqueda de la identidad y el postureo más descarado.
Por qué hay que verla
Nos lo pasamos en grande recorriendo Brooklyn con Lena Dunham y las chicas de Girls. Apuntamos un montón de sitios que ver si algún día vamos a Los Ángeles gracias a Issa Rae e Insecure. Por suerte, no hay que irse tan lejos -especialmente el año en el que el coronavirus ha hecho que millones de pasaportes se caduquen sin añadir un nuevo sello a la colección- para descubrir las miserias y alegrías de la vida en los barrios más pijos de las grandes ciudades. Williamsburg está guay, pero es que Malasaña mola bastante también.
Por H o por B nos permite reencontrarnos con dos personajes que nos dejaron prendados en Pipas, un encantador corto de Manuela Burló Moreno, nominado al Goya, que nos hizo pensar en esas amigas de extrarradio tan particulares como adorables que fueron a Madrid con ganas de comerse el mundo para darse cuenta de que la vida no era tan fácil, pero desde luego sí tan divertida como una vez soñaron. Y si no conoces a nadie así, querida, es que la amiga eres tú. Ya solo por su retrato fiel de la vida en Malasaña y por esa forma de mirar la vida de estas dos chicas de barrio sin llegar nunca a juzgarlas, Por H o por B merece ser descubierta.
Extra: 'Vitals'
La siguiente apuesta de HBO España para retratar la realidad local y contar nuestras historias, será a través de un impactante seguimiento del día a día del Hospital Parc Taulí de Sabadell en los momentos más difíciles del coronavirus. El 7 de febrero podremos ver los tres episodios con los que el director Félix Colomer promete ofrecer una mirada intensa, emocionante y optimista sobre la lucha contra la pandemia derivada de la Covid-19. Las productoras El Terrat (The Mediapro Estudio) y Forest Film Studios están detrás de un trabajo grabado entre los meses de marzo y junio, y que pondrá imágenes a los desafíos físicos y emocionales a los que tuvieron que hacer frente pacientes y sanitarios, no solo en sus trabajos, sino también en casa con sus familiares.