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Si sale a la calle y pregunta a algún desconocido de qué personalidad española de la cultura se celebra el centenario este 2021, las respuestas se dividirían entre los que no tienen ni idea y los que responden con seguridad que Luis García Berlanga. Si esto fuera la pregunta del quesito rosa del Trivial habría discusión. La respuesta es correcta, pero también incompleta. No sólo es el centenario de Luis García Berlanga, sino que también lo es de Fernando Fernán Gómez, uno de los mejores actores (sino el mejor) de toda la historia del cine español.

¿Qué ha pasado entonces para que la gente no se haya enterado? Pues que la sombra de Berlanga es tan grande que ha eclipsado de forma injusta la del actor, cuando tiene los mismos méritos para que se le dedique al menos el mismo tiempo. Visto lo que está pasando, la mitad sería suficiente. La prueba irrefutable es que el año 2021 se bautizó como ‘el año Berlanga’. No es el ‘año Berlanga y Fernán Gómez’. O medio año para cada uno. No.

El Ministerio de Cultura se ha volcado a lo grande -como toca y se merece- con el director de joyas como El verdugo o Plácido, pero no hay una sola nota de prensa convocando un acto oficial por el actor. Se ha hecho un año de actividades para Berlanga. No hay ni una semana para Fernán Gómez. En el anuncio de actividades se anunciarón la restauración del patrimonio del director, así como su difusión. Se reabrirá la sala Berlanga, el cine de verano del Cine Doré, se procederá a la recuperación del programa ‘Pink Films’ como programación de Filmoteca Española durante el Orgullo 2021 y la edición del libro colectivo ‘Furia Española. Vida, obra, opiniones y milagros de Luis García Berlanga (1921-2010) cineasta’ hecho conjuntamente por la Filmoteca de Valencia y Filmoteca Española.

Habrá actividades con festivales de cine, otras que tendrán lugar en el ámbito internacional junto al instituto Cervantes y hasta se ha creado un Plan Berlanga por el que se aprueban medidas de apoyo al sector cultural y de carácter tributario para hacer frente al impacto económico y social del COVID-2019. De hecho, se anunció también que se crearía un día del cine español. La fecha, el 6 de octubre, coincide con el fin de rodaje de Esa pareja feliz. En la nota de prensa se ensalzaba esta obra dirigida por Berlanga junto a Bardem. No se mencionaba que su protagonista era, precisamente, Fernando Fernán Gómez.

Todavía no ha habido convocatoria para las actividades del centenario de Fernán Gómez, que no es sólo actor, sino que es autor de Las bicicletas son para el verano y director de una obra maestra como El viaje a ninguna parte, primer título que se llevó el Goya a la Mejor película y al Mejor director. No entiendo que no estemos de rodillas ante un creador que fue perseguido por el franquismo, que le saboteó en obras como El mundo sigue o El extraño viaje.

Una eminencia que no sólo es un actor brillante, ganador de dos Osos de Plata en Berlín, Festival donde incluso le dedicaron un premio honorífico, orgullo que pocos españoles tienen. Cinco premios Goya. Papeles que han dejado huello y que se estudian en clases de interpretación. Todo acompañado de un carácter único, alejado de clichés y bienquedismos. También protagonizaba la segunda película española ganadora del Oscar a la Mejor película de habla no inglesa: Belle Epoque.

Gila y Fernando Fernán Gómez.

Dramaturgo, escritor de novela, académico de la RAE… muchos se han enterado de su centenario por un acto en el Museo del Prado en el que se leyó un texto que supuestamente era suyo pero realmente pertenecía a Pérez Reverte. No es justo. Es cierto que ha habido actos en la filmoteca y se han representado algunas obras suyas, pero ni punto de comparación con Berlanga, del que cada día recibes 35 mails por su centenario. Biografías reeditadas, nuevas versiones y visiones…

Espero que a nadie se le ocurra decir que es que nació en Lima y que hasta los 80 no tuvo la nacionalidad española, porque Fernando Fernán Gómez es más español que muchos de los que proclaman esa palabra. Llegó con tres años, sobrevivió a la Guerra Civil, a la posguerra y al franquismo que le intentó callar. Fernando Fernán Gómez también cumple cien años, y también se merece un año para él. Ojalá dentro de una semana las instituciones me contradigan y se dedique el segundo semestre del año entero para él. Sino, tendré que llamarles 'espiritrompa'.