La actriz de 'Quiero ser como Beckham', rechazada por ser india: "Ya había muchas personas de color"
Parminder Nagra aprovechó su aparición en un podcast para denunciar el racismo sufrido en su carrera.
Noticias relacionadas
Parminder Nagra, protagonista de la película Quiero ser como Beckham, ha declarado que fue descartada de la selección de un conocido programa de televisión estadounidense por ser de origen indio. La actriz ha comentado que al intentar optar al elenco de dicho programa, desde la agencia de casting le negaron el papel por "contar ya con una persona india".
Estas declaraciones tuvieron lugar durante su intervención en el podcast Celebrity Catch Up, donde explicó algunas de las situaciones de racismo a las que se ha tenido que enfrentar en el mundo del celuloide. La actriz confesó haber escuchado a productores televisivos alegar que si entre los actores de un programa "hay demasiadas personas de color" este no "vendería" lo suficiente.
La actriz de 45 años que saltó a la fama en el papel de una adolescente india en el mundo del fútbol femenino inglés, se ha mostrado crítica con la decisión, alegando que "esa conversación no habría tenido lugar de haber sido una actriz blanca". Parminder ha aprovechado para denunciar el racismo constante al que las personas racializadas se enfrentan a diario en la industria del cine y la televisión.
Parminder, todo un ejemplo dentro de la comunidad india en Reino Unido, marcó un antes y un después en lo que a representación se refiere con el personaje de Jess en Quiero ser como Beckham. Dando visibilidad tanto a la comunidad india en Inglaterra, como a las mujeres que la componen.
A estos comentarios racistas se le une la preocupación de Parminder por no contar con profesionales racializados por su talento, sino por "marcar una casilla más". Aunque también confesó haber observado un cambio positivo en materia de racismo desde que diese el salto a la gran pantalla en el año 2002, y se mostraba optimista con el futuro en materia de racismo.
Esta noticia ha conmocionado a la opinión pública inglesa, que ya se vio sacudida hace meses por las declaraciones de racismo dentro de la familia real británica durante la entrevista de Oprah Winfrey con el duque de Sussex y Meghan Markle.