Crítica: 'Sin remordimientos' Amazon se queda a medio gas con la película de espionaje de Tom Clancy
Michael B. Jordan es la estrella de la película de acción de Amazon Prime Video basada en Tom Clancy, una gran apuesta que se iba a estrenar en cines hasta que el coronavirus lo impidió.
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• Esta crítica de la película 'Tom Clancy: Sin remordimientos' de Amazon Prime Video no contiene spoilers.
Heredero de Stallone en la saga Rocky. Rival de Pantera Negra en la película en solitario más exitosa de Marvel. Antorcha Humana en una nueva versión de los Cuatro Fantásticos. Estrella de dramas con ínfulas de premios como Fruitvale Station y Cuestión de justicia. La carrera de Michael B. Jordan deja claro que Hollywood está obsesionado convertirle en una estrella que siga los pasos de Denzel Washington, su referente más claro. Este viernes llega a Amazon Prime Video sin pasar por los cines Sin remordimientos, una adaptación de un best-seller de Tom Clancy que nació para consagrar la marca personal de Jordan y, de paso, iniciar una nueva franquicia ambientada en el mundo del espionaje y las operaciones encubiertas.
Al igual que El rey del Zamunda, la película de Stefano Sollima (Sicario: El día del soldado) era una producción original de Paramount que iba a ser estrenada en cines hasta que la crisis del coronavirus hizo saltar por los aires el calendario cinematográfico de forma indefinida. Prime Video sacó entonces la chequera y se hizo con los derechos de una película que debía confirmar el estatus como estrella en solitario de su actor protagonista.
El personaje creado por Clancy, el escritor estadounidense famoso por sus novelas de espionaje e inteligencia militar ambientadas en la Guerra Fría y las consecuencias de ésta, acabó en la misma plataforma que emite Jack Ryan, la versión televisiva del personaje más famoso del autor. John Krasinski (The Office) es, desde 2018, la cara en la pequeña pantalla de un personaje que ya habían interpretado en el cine Alec Baldwin, Harrison Ford, Ben Affleck y Chris Pine.
Esa familiaridad del universo de espionaje más famoso de la literatura estadounidense afecta también a la presentación en sociedad de John Clark (un personaje que ya habían interpretado Liev Schreiber y Willem Dafoe) en Sin remordimientos, un thriller visto mil veces antes y que solo destaca como vehículo estelar al servicio de una estrella que merecía un guion mejor y un director con más garra y ganas de salir de la fórmula de un género que explotado en los años 80 y 90.
Sin remordimientos es una presentación de un personaje destinado a protagonizar una secuela (por si no queda claro a lo largo de la historia, una escena postcréditos nos saca de todas dudas), pero la primera película no se esfuerza lo suficiente en dejar al espectador con demasiadas ganas de lanzarse a un universo que deja una constante sensación de déjà vu.
A pesar de que Clancy es famoso por sus relatos de espionaje (aquí, en un giro irónico de los acontecimientos, un personaje llega a reivindicar la funcionalidad de la Guerra Fría en un mundo destinado a polarizarse si no encuentra un enemigo en común), este thriller no es la historia de un hombre potencialmente letal dispuesto a todo por salvar a su país. La misión real de John Kelly, su nombre real antes de convertirse en John Clark, es vengarse de aquellos que le han arrebatado todo lo que le importaba en su vida. Loable, pero ya visto anteriormente con más gracia y nervio en varias películas protagonizadas por Liam Neeson.
Jordan tiene una presencia imponente (verle arrastrarse por el suelo en su casa, a punto de morir, deja uno de los pocos momentos memorables de la cinta), pero ni siquiera esa fisicalidad se traslada a unas escenas de acción que sacan poco partida a un actor que ya había demostrado en Creed su compromiso en el cuerpo a cuerpo con sus personajes. Además de un tiroteo efectivo en terreno internacional y un incidente doméstico, la escena más efectiva llega en un avión. Mejor no desvelar más.
Sin remordimientos convencerá a los millones de lectores y espectadores que han vuelto una y otra vez a las historias surgidas de la máquina de escribir de Clancy, un autor (fallecido en 2013, aunque su obra no vaya a desaparecer a medio o largo plazo) de estilo reconocible que se ha quedado algo viejo para el mundo de hoy. Si alguien quiere ver una trepidante historia de espionaje y sorpresas ambientada en la política internacional del siglo XXI, Homeland sigue siendo la mejor opción.
Para un “aquí te pillo y aquí te mato” de dos horas, la película de Michael B. Jordan es una solución entretenida y eficaz. ¿Te arregla una tarde? Desde luego. ¿La recordarás dentro de dos años si finalmente se convierte en el principio de una saga? Me temo que no. Y quien dice dos años, dice dos días.
'Tom Clancy: Sin remordimientos' ya está disponible en Amazon Prime Video.
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