Crítica: 'La historia de Lisey' (Apple TV+), compleja e intrigante versión del libro más íntimo de Stephen King
Pablo Larraín dirige a Julianne Moore en la nueva miniserie de la plataforma de Apple, un ambicioso rompecabezas emocional inspirado en uno de los sucesos más oscuros de la vida personal del escritor.
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• Esta crítica de la serie ‘La historia de Lisey’ de Apple TV+ se ha elaborado tras ver cuatro episodios. No contiene spoilers.
Será difícil encontrar este año una producción televisiva con más pedigrí que la nueva serie limitada de Apple TV+. Con La historia de Linsey, Stephen King adapta personalmente una de sus novelas favoritas. Julianne Moore lidera su espectacular reparto. J. J. Abrams, uno de los creadores de Perdidos, es productor ejecutivo. Pablo Larraín, un aclamado autor chileno que ha hecho incursiones en Hollywood para contar la cara oculta de Jackie Kennedy y Diana Spencer, dirige todos los episodios con un equipo técnico y artístico a la altura de cualquier superproducción creada con la gran pantalla en mente. Los resultados de este explosivo cóctel son abrumadores, en el mejor y el peor de los sentidos, aunque dejan ganas de seguir buceando en la mente de una mujer que no ha superado sus traumas.
La historia de Lisey es una trágica historia de amor con elementos sobrenaturales que está libremente inspirada en la relación del escritor y su esposa Tabitha, a raíz de una doble neumonía que casi acaba con la vida de King en el año 2000. La reflexión de qué pasaría con su viuda si él desapareciera es el origen del turbulento viaje emocional de una mujer que intenta seguir con su vida dos años después de la muerte de su marido Scott Landon, un famoso escritor (Clive Owen). La aparición de un peligroso fan y el episodio suicida de una de sus hermanas detonan un terremoto emocional y psicológico en la vida de una mujer que había decidido olvidar su pasado voluntariamente.
King se negó durante años a que Hollywood hiciera una película inspirada en su historia más personal que, por exigencias del formato, se dejara por el camino algunas de las ideas, obsesiones y emociones que el autor de El resplandor había plasmado en más de 500 páginas. Tiene sentido: la serie limitada es una revisitación de muchos de sus temas favoritos: las tóxicas dinámicas familiares, la fina barrera entre mitología, realidad y metaficción, el amor entendido como un elemento paranormal, las enfermedades mentales… La conexión de King con el material es tan grande que él mismo se encargó de escribir los ocho episodios que forman la serie de televisión.
El problema de la miniserie, o al menos de su adaptación, es que estos no terminan de integrarse de forma orgánica en un ambicioso rompecabezas que deconstruye la historia de amor y codependencia absoluta entre el personaje protagonista y su difunto marido a través de cuatro líneas temporales. Lo que había empezado como un thriller más clásico, deriva en una exploración a ratos fascinante, a ratos frustrante, de una mente en crisis y un matrimonio donde el trauma había empezado mucho antes de la muerte de su marido.
Kathy Bates se llevó un merecido Oscar por su interpretación en Misery. Annie Wilkes era una admiradora que atormenta a un escritor de novela rosa cuando descubre que éste va a matar a su personaje favorito. La nueva reencarnación del tropo que renueva el mito de las peligrosas relaciones del autor con sus seguidores más apasionados es un joven que está rabioso porque Lisey se niega a hacer públicos los materiales inéditos de su marido. Dane DeHaan (Chronicle) es una elección tan previsible como efectiva, especialmente con su incómodo encuentro con Julianne Moore (en, probablemente, su interpretación más interesante y compleja desde su Oscar por Siempre Alice) en el episodio 4. La segunda parte de la miniserie será clave para descubrir cuál es su lugar en La historia de Lisey.
Por el momento, la aparición de DeHaan y del editor literario que interpreta Ron Cephas Jones (el entrañable padre de Randall en This is us) no es más que ruido que desvía nuestra atención del verdadero corazón de la historia. También está por revelar cuál es la función en la deconstrucción emocional de la protagonista de sus dos hermanas, una hermana indignada por la desconexión a todos los niveles de Lisey (Jennifer Jason Leigh) y la otra encerrada en un psiquiátrico (Joan Allen, en su primer papel en cine o televisión en cinco años) tras intentar acabar con su vida, donde descubrimos que tiene una intrigante conexión con Scott.
A simple vista Larraín puede parecer una elección atípica para un proyecto como este. El chileno es un maestro a la hora de crear atmósferas opresivas y explorar personajes con un lado oscuro, pero nunca antes había abrazado el género en una carrera que abarca historias tan distintas como El club, Ema y No. A pesar de que está claramente supeditado a la visión de King y a veces la propuesta es más distante de lo que debería en el plano emocional, el director es capaz de encontrar su mirada y su tono detrás de la cámara.
Cada visita al inquietante y bellísimo Boo'ya Moon, el mundo imaginario al que Scott se escapa de pequeño para huir de un padre abusivo, es impactante. La piscina con elementos sanatorios y el árbol protegido y protector en el que se esconde la pareja son otros de los elementos visuales que conectan con el estado de ánimo del relato mejor que una sobrepoblada trama que a menudo se interpone en el viaje de Lisey.
La apabullante dirección de fotografía de Darius Khondji (un veterano que ha iluminado películas como Seven, Amor y Midnight in Paris) y la construcción de mundos del diseñador de producción Guy Hendrix Dyas (responsable, entre otras, de Origen) da un acabado arrebatador y subyugante a una serie intrigante y densa que a menudo es víctima del apego de Stephen King a su propia historia y sus personajes. Con el ecuador de la serie ya pasado, hay cierta desconexión entre lo que vemos y lo deberíamos sentir. Él sabe hacia dónde nos dirige La historia de Lisey. Nosotros todavía no. Esperemos que merezca la pena.
Los dos primeros capítulos de 'La historia de Lisey' ya están disponibles. Los seis capítulos restantes de la miniserie llegarán semanalmente los viernes.
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