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El 28 de agosto de 1921 nacía Fernando Fernán Gómez. El azar hizo que naciera en Lima, ya que su madre, actriz, se encontraba de gira. En 1936 comenzó a seguir los padres de su madre y su verdadera vocación, la de actor, gracias a la CNT. Lo que entonces no sabían es que no sólo estaba naciendo uno de los mejores, sino el mejor intérprete español de la historia, sino que también había nacido un cineasta único.

Aunque el gran público recuerde siempre al actor por sus papeles magistrales en El abuelo o La lengua de las mariposas, Fernán Gómez se labró una carrera como realizador llena de grandes títulos, algunos dentro de los más relevantes de la historia de nuestro cine. Eso sí, siempre chocando de frente con la censura, lo que provocó que varios de sus títulos fueran considerados malditos y tuvieran que ser reivindicados años después. En su centenario, es de justicia reivindicar su labor como un enorme director con cinco peliculones que debes ver.

‘La vida por delante’ (1958)

'La vida por delante'.

La cuarta película de Fernán Gómez como director es una comedia que ya muestra la capacidad de Fernán Gómez de captar con precisión y mucha mala leche el momento histórico que vivían, un franquismo que se cebaría con sus películas. Aquí, el mismo protagoniza un filme que cuenta los mil problemas de una pareja para adquirir una vivienda digna. Una crítica brutal a la dictadura, a la falta de expectativas y también una obra donde se empieza a ver la capacidad visual de Fernán Gómez, que protagoniza la película junto a Analía Gadé, y que ya aquí juega con el flashback o con las escenas contadas desde diferentes puntos de vista.

‘El extraño viaje’ (1964)

'El extraño viaje'.

Una idea de Berlanga, un guion de Pedro Beltrán y un suceso real como punto de partida es la materia prima de otra maravilla que, cómo no, se las tuvo que ver con la censura, que condenaron al fracaso al filme al condenarlo con la calificación de la tercera categoría, la más baja que entregaba el franquismo y que la destinaba a ser un fiasco comercial, ya que se asignaba a aquellas obras cuya “calidad artística o técnica supongan un descrédito para la industria nacional”. Esta calificación hizo que ninguna distribuidora quisiera hacerse cargo de ella y que se estrenara sólo en un cine de Bilbao hasta cinco años después.

‘El mundo sigue’ (1965)

'El mundo sigue'.

Una película que es toda radiografía de las familias del franquismo que aspiraban a llegar a esa burguesía que tanto les vendían. Una obra que se basa en la novela de Juan Antonio Zunzunegui y que contiene uno de los finales más desoladores del cine español, la falta de expectativas y de futuro plasmadas en un momento inolvidable que mejor no desvelar. También una mirada despiadada de la situación de las mujeres sin expectativas y forzadas a elegir entre ser ama de casa o la prostitución. La escena en la que Gemma Cuervo sube a ver a su madre y mientras recorre las escaleras se recuerda su infancia en el barrio es magistral. Una obra que se enfrentó al franquismo. Aunque se rodó en 1963, no se estrenó hasta julio del 65, y el franquismo torpedeó su estreno, por lo que es considerada la película maldita del artista y una de las más desconocidas hasta que se reestrenó en 2015.

‘¡Bruja, más que bruja!’ (1977)

'Bruja, más que bruja'.

¿Un musical en la España Negra que coge un género como la Zarzuela para proponer algo novedoso y rompedor? Eso es lo que propuso Fernán Gómez en otra de sus ‘películas málditas’. "Pensé que quedaría muy cómico rodar una película como el neorrealismo italiano, pero en el que la gente cantara de manera tan lírica y ridícula como en la zarzuela. Un musical absolutamente contrario a los norteamericanos", dijo el director en su momento, pero se tuvo que esperar a que la crítica la reivindicara con el paso de los años para que se considerara la joya que realmente es.

‘El viaje a ninguna parte’ (1986)

'El viaje a ninguna parte'.

Fernando Fernán Gómez era el hijo de una actriz. Él comenzó a estudiar interpretación en plena Guerra Civil. Sus recuerdos de aquella época y su pasión por su profesión quedaron plasmados en esta obra maestra sobre una compañía de cómicos que recorren España durante los años 40. Un filme que mostraba su compromiso político y que se basaba en su propia novela. Ganó el Goya a la Mejor película, a la Mejor dirección y al Mejor guion.