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Y: El último hombre empieza con un largo prólogo de una hora que nos muestra cómo era el mundo tres días antes de que se produzca la catástrofe de su premisa. Tal como explica su showrunner, así podemos ver a los personajes en su antigua normalidad para poder apreciar luego su evolución. Es un loable argumento, y muy difícil de rebatir, pero viendo el resultado, hay algo que no termina de funcionar.

Quizá es porque se ve en la obligación de presentar muchos personajes o tal vez porque el momento clave que elige para cada uno no es el más elocuente. Puede que simplemente sea porque se ha perdido el arte de hacer buenos pilotos. El segundo sigue en la misma línea expositiva, pero como el streaming nos ha acostumbrado a la reproducción continua, le ponemos fe. Al menos, en el tercero ya empezamos a intuir que hay cimientos para construir algo interesante.

"Un cataclismo elimina a todos los mamíferos con cromosoma Y, salvo a un hombre cisgénero y a su mono", esta premisa high concept destaca por la medida precisión en el uso del lenguaje. La serie saca la noción de género del marco binario y la lleva a un amplio espectro que no fue explorado en el cómic (publicado hace 20 años). Tiene suficiente material para desarrollar un universo fascinante, así que parece que es solo cuestión de tiempo y paciencia hasta que encuentre su propia personalidad.

Los lectores del cómic original notarán que la serie de FX (que aquí podemos ver en Star de Disney+) pierde el sentido del humor, algo que resulta comprensible cuando hablamos de una catástrofe que acaba con la mitad del planeta y deja a los supervivientes en duelo y con un duro trauma que superar. Aunque las imágenes de las caravanas de coches accidentados y aviones caídos porque sus conductores murieron repentinamente, nos llevan inmediatamente a The Leftovers, Y: El último hombre se desmarca rápidamente con las pilas de cadáveres que días después aún permanecen en las calles. Aquí todo es visceral y la podredumbre a veces puede olerse. En términos de producción es intachable.

Es difícil transmitir todo el caos social que podría ocurrir en una situación esta y, aunque la serie hace un gran esfuerzo por retratar las consecuencias de que las infraestructuras y los servicios se detengan, funciona mejor cuando se detienen en las experiencias personales de algunos de sus protagonistas, aunque por ahora no podamos ver las conexiones entre todos más allá de la familia Brown.

Amber Tamblyn es Kimberly Campbell en la serie.

La matriarca, Jennifer Brown (Diane Lane está, como era de esperar, magnífica en el papel), congresista demócrata, asume el cargo de presidenta de los Estados Unidos cuando toda la línea de sucesión de varones republicanos que estaban en el poder fallece. Es la primera mujer que llega a la presidencia, pero lo hace en el peor contexto posible. La dinámica entre ella y Kimberly Campbell (Amber Tamblyn) está entre lo más destacable de la serie, por sus diferencias ideológicas y unos objetivos que entran en conflicto.

Kimberly Campbell es una mujer conservadora cuya identidad estaba construida alrededor de los hombres de su vida: hija del presidente, amante esposa de su marido y madre de tres hijos, por lo cual su vida pierde todo el sentido cuando todos mueren de repente y de forma inexplicable. Un personaje para el que la actriz se ha inspirado en El Joker e Ivana Trump y que es la mezcla perfecta entre Serena Waterford (El cuento de la criada) y Phyllis Schlafly (Mrs. America). Su mera existencia ya es una razón para ver la serie.

Elliot Fletcher interpreta en la serie a Sam, un hombre trans. Disney+

En cuanto al resto de personajes, Yorick (que es Y, el último hombre al que se refiere el título) es un protagonista complicado porque es inmaduro, caprichoso y exasperante. Su presencia, por momento, sin embargo, cumple el necesario papel de aligerar el tono en una historia que, por lo demás, es bastante deprimente, sobre todo, después del 2020 que hemos vivido. Es inevitable que el espectador se indigne al preguntarse qué lo hace especial como para que no haya muerto como los demás. Y ese es precisamente uno de los misterios que tendrá que resolver la serie. 

Ashley Romans es la Agente 355.

Su hermana Hero tiene una de las experiencias previas a la gran catástrofe más sugerentes y su relación con Sam (Elliot Fletcher) será de las más interesantes de seguir, porque él (personaje que no aparece en los cómics) tiene mucho potencial. Por último, destacamos a Sarah, la Agente 355, que apunta a convertirse en el personaje favorito de muchos.

A pesar de que la historia tiene un inicio que se siente muy alargado, los personajes tienen potencial para cargar esta compleja trama sobre sus hombros. Esta es, en el fondo, una historia de supervivientes y sus esfuerzos por restaurar una sociedad en las peores condiciones posibles. La principal pregunta es si sabrán aprovechar la oportunidad para construir un mundo mejor 

'Y: The Last Man' estrena nuevos episodios los miércoles en Star de Disney+.

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