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Con tantas series a nuestra disposición, cuesta llamar la atención sobre aquellas que ya llevan varias temporadas y no tienen grandes nombres de Hollywood delante o detrás de la pantalla, pero la italiana La amiga estupenda (basada en la obra de Elena Ferrante), es una de las mejores que se han hecho en los últimos años. Y lo es a todos los niveles; tanto en sus guiones como en el diseño de producción, estilo visual e interpretaciones. Es también una de las mejores adaptaciones que se ha hecho nunca.

Puede que nunca os hayáis acercado al trabajo de Ferrante, pero es posible que durante la última carrera de los Oscar hayáis visto la película La hija oscura, también basada en una de sus novelas. Allí habréis visto algunos de los hilos que entrelaza en sus obras, como las contradicciones de sus complejos personajes femeninos y la naturaleza retorcida de las relaciones que establecen entre ellas; la constante exploración de su lugar en el mundo y el papel que sienten que de ellas exige la sociedad.

El juego de espejo roto que vimos en la adaptación de Maggie Gyllenhaal, alcanzó su plenitud en la saga que la autora escribió años después, Dos amigas -en la que se basa la serie de HBO-, la historia de Lenu y Lila, a quienes conocemos durante su infancia en la Nápoles de la posguerra y seguimos durante décadas. Las vemos crecer mientras se alejan para siempre buscarse y volver a encontrarse, mientras se anhelan y se rechazan, se odian y se necesitan, Pero sobre todo, mientras cambian intentando diferenciarse y al mismo tiempo construirse a la medida de la otra. Para llegar a ser mejores. Para ser lo que la otra espera. Lo que la otra quiere ser. 

Lina y Lenu corriendo juntas como cuando eran niñas.

En esta tercera temporada, la mejor de todas, en la serie se reflejan los cambios de los años 70, el despertar del movimiento feminista y la lucha de clases. En un entorno en el que la que la violencia siempre ha estado presente, ahora esta tiene tintes políticos. O siempre ha sido así, pero Elena y Lila ahora abriéndose paso en el camino que las convierte en mujeres, piensan y viven los conflictos de forma diferente.

Si en la primera temporada la vida se circunscribía a los límites del barrio, y llegar a la playa parecía una aventura peligrosa, ahora el universo de Elena se ha ampliado. Ha escapado, tal como había soñado, del barrio y la pobreza. Vive en Florencia y tiene el mundo a su alcance, pero la maternidad y una cómoda vida doméstica han apaciguado su energía creativa. O quizá saber que Lina no había salido de allí y no podía superarla fue lo que apagó la llama de su ambición. 

En esta entrega las dos amigas han estado separadas, porque eso es lo que ocurre cuando crecemos y las vidas toman caminos diferentes, pero algunos de los mejores momentos los vimos cuando se reencontraron en Nápoles. Una ciudad que ya no parece la misma de su infancia y que en el fondo sigue igual. Las escenas en las que van a la playa, pasean y se mueven en transporte público mientras conspiran para conseguir la píldora anticonceptiva son evocadoras e inolvidables. Nos gustaría verlas siempre así.  También sabemos que seguramente no volvamos a hacerlo nunca. 

Lenu y Lila.

Elena ha sido la protagonista de esta temporada, pero Lila siempre será su constante. Solo con pensar en ella puede ver lo mucho que ha conseguido, lo que ha dejado atrás, aquello de lo que ha escapado y lo que nunca será capaz de lograr, porque Lila aún no lo ha soñado. Su amistad, aun con todas sus complicaciones, es su principal constante. Es un poderoso vínculo difícil de explicar para quienes las rodean, y quizá también para ellas mismas, pero nunca permitirán que nadie lo cuestione. Y así se lo hace saber Elena a Pietro cuando critica a Lila. Su marido espera encontrar complicidad y se topa con un muro de rechazo: "No vuelvas a hablar así de mi amiga", le dice tajante. 

Gracias al movimiento feminista, Elena encuentra la semilla de su siguiente libro. Una reflexión sobre cómo desde el principio de los tiempos ha sido la mirada masculina la que ha instruido y moldeado a las mujeres a semejanza del ideal que ellos imaginaron. La ironía, es lo que hizo motivada por la necesidad de reconocimiento y aprobación de un hombre. La pieza del tablero que perdió cuando era adolescente porque la había ganado Lila. 

"¿Quién soy yo si tú no eres la mejor?" le dice Lila a Elena en uno de los primeros episodios de esta temporada. Algo que le recuerda en el final, cuando esta le cuenta lo que ha decidido con relación a su matrimonio: "Pensé que podrías vivir una vida hermosa por mí. ¿Vas a arruinarlo todo por ese tipo?". Elena ha decidido abandonar la vida tranquila en la que se había acomodado y por primera vez ha hecho lo que no era lo correcto ni lo que se esperaba de ella. Si es lo que lo conviene, lo veremos en la cuarta temporada. Por ahora, le da la bienvenida a la mujer en la que se convertirá con una sonrisa. 

'La amiga estupenda' está disponible en HBO Max.

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